El reino de la confusi¨®n

Angustiado por su esfuerzo europeo, con jugadores tocados, caso de Diego, el Atl¨¦tico pesc¨® un punto en el estadio Villamar¨ªn como conclusi¨®n de un partido enloquecido, en el que el Betis mostr¨® la irregularidad con la que se ha movido por la competici¨®n. El Atl¨¦tico ten¨ªa ganado el encuentro despu¨¦s de perdonar mil veces al Betis, que remont¨® el gol de Koke en un arre¨®n tan propio de su estilo como suicida. Animado por el joven Pozuelo, el conjunto andaluz ten¨ªa, contra todo pron¨®stico, el partido ganado despu¨¦s de haber sido muy inferior y cedi¨® el empate en una acci¨®n propia de infantiles. Falcao, pasado el tiempo, marc¨® bajo los palos en un descomunal error defensivo del Betis, falto de tensi¨®n, sin criterio, un puro desorden en su ¨¢rea.

El empate no le sirve al Betis para festejar de forma matem¨¢tica la permanencia en Primera, aunque la tiene casi agarrada, ni tampoco al Atl¨¦tico en demas¨ªa en su pelea por Europa. Fue el resultado propiciado por un partido en el que el Betis vivi¨® en el alboroto, primero siendo d¨¦bil y luego valiente, muy al final, y en el que el Atl¨¦tico fue mejor durante las tres cuartas partes del mismo. El gol de Falcao, con todo perdido para los de Simeone e incluso con Courtois a la desesperada, hizo justicia en medio de una enorme confusi¨®n.

Errores en la alineaci¨®n del entrenador b¨¦tico, Mel, y una actitud digna de los equipos con todo hecho en la competici¨®n se conjugaron para propiciar una estupenda bienvenida al Atl¨¦tico. Los de Simeone no tuvieron que desplegarse como en las mejores citas y les bast¨® con aprovecharse de los regalos del Betis, en la inopia, desconectado, sin competir hasta el fren¨¦tico tramo final; para ser siempre dominador.

La principal decisi¨®n que tom¨® Mel en la v¨ªspera del partido fue la de dejar en el banquillo a Be?at, su mejor futbolista, a una tarjeta amarilla de perderse el derbi ante el Sevilla del pr¨®ximo mi¨¦rcoles. La decisi¨®n, festejada mucho por la grada, dif¨ªcilmente tiene una explicaci¨®n futbol¨ªstica. Localismos perpetuos aparte, el conjunto andaluz encar¨® el partido sin su mejor jugador y una actitud contemplativa que favoreci¨® los intereses del Atl¨¦tico. Los de Simeone, al principio, apenas se lo cre¨ªan, expectantes ante el presunto arre¨®n del rival, al que deb¨ªa espolear el sellar de forma matem¨¢tica la salvaci¨®n y hacer olvidar a su gente el 4-0 de Mestalla, ante el Valencia, en la pasada jornada.

La principal decisi¨®n que tom¨® Mel en la v¨ªspera del partido fue la de dejar en el banquillo a Be?at, su mejor futbolista

Poco a poco, con Salvio con una autopista por la derecha ante la mala colocaci¨®n del centro del campo local, el Atl¨¦tico se hizo due?o del juego. Ocurre que a los de Simeone les cuesta soltarse y gozan m¨¢s cuando salen al contragolpe, siempre bien arropados. Salvio se salt¨® todas las precauciones, incisivo, r¨¢pido y potente. Dos internadas del argentino estuvieron a punto de ser rematadas por Falcao, antesala de un aluvi¨®n que no acab¨® en gol gracias a la magn¨ªfica actuaci¨®n de Fabricio. Su parada a Adri¨¢n, que despert¨® tarde, en el minuto 43, permiti¨® al Betis escaparse vivo.

Al ritmo insulso de Matilla o Salva Sevilla, futbolistas sin f¨ªsico para la ¨¦lite, con Rub¨¦n Castro desconectado y aparcado en una banda, el equipo de Mel apenas fue sostenido por su portero y una pizca de fortuna, o quiz¨¢s la falta de acierto de un Atl¨¦tico reserv¨®n, al que le cost¨® creerse que se pod¨ªa llevar el encuentro.

El experimento de Mel dur¨® 45 minutos. Be?at entr¨® tras el descanso y el Betis se coloc¨® con algo m¨¢s de sentido. Poca cosa ante el Atl¨¦tico, que se dio cuenta de que apretando un poquito pod¨ªa ganar. Marc¨® Koke y se hartaron de perdonar Adri¨¢n y Falcao. Le mud¨® la cara a Simeone con los goles de Pozuelo y Pereira hasta que una nueva concatenaci¨®n de errores del cuadro andaluz propici¨® el empate definitivo.