A Messi le interesa la Bota de Oro

Una vez perdida la causa colectiva, se imponen las cuestiones particulares en el Bar?a, al menos hasta que se acabe la Liga. No es que el bien com¨²n haya dejado de interesar, cosa que ser¨ªa un sacrilegio en un equipo solidario como el azulgrana, sino que la coyuntura favorece el protagonismo individual y, por acumulaci¨®n, se supone que el resultado beneficiar¨¢ a la plantilla. As¨ª las cosas, los partidos discurren sin mucha continuidad, salpicados de jugadas que convienen a unos m¨¢s que a todos, faltos de tensi¨®n competitiva. Incluso las alineaciones responden m¨¢s a coyunturas de los distintos futbolistas que a un plan global del equipo barcelonista, muy concentrado en la Copa.

Ahora mismo, el reto del Barcelona es que Messi sea el Pichichi y el Bota de Oro. Tiene talento de sobras para alcanzar la marca y dispone adem¨¢s de los mejores asistentes, sobre todo de Iniesta, especialmente luminoso, selectivo y solemne desde que el entrenador administra sus presencias. El manchego fue el mejor activador del argentino, que se volvi¨® a marcar un triplete: la Pulga ya suma 68 tantos y, despu¨¦s de superar a C¨¦sar como goleador del Bar?a, bati¨® la marca de M¨¹ller (67). La mejor temporada de La Pulga, que acab¨® con el brazalete de capit¨¢n, coincide con una de las peores de la era Guardiola. Un motivo de reflexi¨®n para Vilanova. El mundo gira alrededor de Messi.

Lesionados Xavi y Piqu¨¦, descans¨® Busquets y, a cambio, en el c¨¦sped se juntaron Cesc e Iniesta como interiores mientras Messi ejerc¨ªa de Messi. Extraviado frente al Madrid, jornada en que le pudo una cierta extravagancia, el Barcelona ha recuperado ¨²ltimamente una cierta convencionalidad, sobre todo a partir del cl¨¢sico 4-3-3. Vuelve a los or¨ªgenes el Bar?a, m¨¢s cl¨¢sico que nunca con su 4-3-3, y, por tanto, juega Pedro al lado de Messi y repiten como centrales Puyol y Mascherano. El hilo conductor en las dos ¨¢reas es el capit¨¢n Puyol y el signo de distinci¨®n es inequ¨ªvocamente Messi. El jugador diferente tambi¨¦n repite en la figura del genuino Iniesta.

Puyol abri¨® el marcador a la salida de un c¨®rner, la mejor manera de reivindicar a Tito Vilanova, el estratega del Camp Nou. Messi aguant¨® el bal¨®n hasta que Iniesta le dio profundidad y el centro del volante lo emboc¨® el central a la red de Kameni. A pesar de formar con un equipo raro, dif¨ªcil de interpretar en la cancha, al M¨¢laga no le cost¨® demasiado alcanzar el ¨¢rea de Pinto. A nadie le sorprendi¨® el empate de Rond¨®n, que le gan¨® el espacio a Puyol despu¨¦s de un centro de G¨¢mez. El cabezazo del delantero fue tan limpio como anteriormente el tiro libre de Duda al palo. A falta de nervio y disputa, cada equipo se reivindicaba en solitario y a su manera, tambi¨¦n el M¨¢laga.

El delantero barcelonista dispone de los mejores asistentes, sobre todo Iniesta

Igualada la contienda, hay pocos jugadores tan desequilibrantes como Iniesta. No es f¨¢cil defender al interior barcelonista, y menos en el ¨¢rea, porque se pasea por las l¨ªneas como un jilguero por el tejado. Atada la pelota a los cordones de su bota derecha, cualquier entrada es susceptible de ser interpretada como penalti cuando se vence Iniesta. G¨¢mez meti¨® anoche la pierna y, derribado el manchego, el ¨¢rbitro pit¨® penalti porque era falta, porque no hab¨ªa m¨¢s remedio o porque cada vez que se cae Iniesta se impone ayudar a levantarle despu¨¦s de se?alar la pena m¨¢xima. No le tembl¨® el pulso a Messi y el Barcelona cont¨® el segundo gol despu¨¦s del tiro de la Pulga.

Hubo serias dudas sobre si la falta a Iniesta fue dentro del ¨¢rea, y la mayor¨ªa coincidi¨® en que era fuera, de manera que hoy se discutir¨¢ y mucho sobre la cuenta de Messi. La pol¨¦mica aument¨® todav¨ªa m¨¢s cuando el colegiado volvi¨® a sancionar con penalti una ca¨ªda de la Pulga despu¨¦s de una entrada de Duda. A instancias del linier, Turienzo ?lvarez indic¨® el punto fat¨ªdico y no volvi¨® a perdonar Messi, m¨¢s concentrado que nunca, capaz de variar el tiro, imposible siempre para Kameni. Ante cualquier duda, el argentino meti¨® un tercer tanto indiscutible despu¨¦s de un pase filtrado de Iniesta: tir¨® el desmarque, sorte¨® la salida del meta con un toque de zurda y remacho a puerta vac¨ªa.

El tanto redonde¨® una buena actuaci¨®n individual y permiti¨® a Guardiola activar la rueda de cambios para que la hinchada aplaudiera por igual a los jugadores que al entrenador ante la complacencia del M¨¢laga, que se abandon¨® como si no le fuera nada en el partido, quejoso con la actuaci¨®n de Turienzo, abatido por el gatillo de Messi. Las plazas que dan acceso a la Champions y la Liga no se decidir¨¢n en el Camp Nou sino en escenarios como San Mam¨¦s. Al Bar?a le ocupan asuntos como la dignidad y honestidad colectiva, objetivos que obligan a ganar los partidos, y sobre todo las cuestiones particulares como el pichichi de Messi, el r¨¦cord de goles del equipo y el adi¨®s a Guardiola.

Messi ya suma 68, el Bar?a super¨® la cifra de 104 de la temporada 2008-2009 (108) y a cada momento se corea en el estadio el nombre de Guardiola.