El mejor, a golpe de r¨¦cords
Liderado por un Cristiano sublime, el Madrid no gana una Liga m¨¢s, sino que establece la plusmarca de puntos y goles para batir a un grandioso adversario, el Bar?a
![Diego Torres](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F905d2291-3bc7-4951-9b10-14c4000df79f.png?auth=71540af241da7b2d45e7ccd8aac79de09feb0b15263f9f39b72b24c67ae654b5&width=100&height=100&smart=true)
![Cristiano Ronaldo festeja un gol durante esta temporada](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Q6XHXEPHMOTTDHNTJCAVFCQ7MI.jpg?auth=50ec33bfdfd931381c3a8ed0b2560d7533dd25a53abb865062d22ddfc49f28ed&width=414)
La escena concentr¨® toda la temporada en un momento. All¨ª, en el pasillo que conduce del vestuario visitante al terreno de juego del Camp Nou, se precipitaron nueve meses de competici¨®n, tensiones, discrepancias, emoci¨®n y complejos mal curados. Ejerciendo la capitan¨ªa, Casillas convoc¨® a sus compa?eros antes del cl¨¢sico Bar?a-Madrid para lanzar la arenga. Las ¨²ltimas palabras antes de que empezara a rodar el bal¨®n fueron pronunciadas a pleno pulm¨®n. Se escucharon hasta en la caseta.
¡ª?Se?ores, vamos a dejarnos de l¨ªos! ?Vamos a olvidarnos de los ¨¢rbitros y vamos a poner toda la energ¨ªa en jugar al f¨²tbol, que podemos hacerlo! ?Podemos hacerlo!
El Madrid conquist¨® la Liga en los 100 minutos que siguieron a esa escena. Volvi¨® a ganar (1-2) al Bar?a, un grandioso adversario, en su campo despu¨¦s de cinco a?os y aplast¨® el intento de recuperaci¨®n del equipo de Pep Guardiola, que se resist¨ªa a dejarse llevar.
Aquella victoria aceler¨® la obtenci¨®n de una Liga protagonizada por Cristiano, que, adem¨¢s de contribuir a batir todos los registros goleadores de la historia del torneo, apareci¨® en los momentos determinantes. Una Liga que tambi¨¦n corresponde a Jos¨¦ Mourinho, cuya obstinaci¨®n por el control afil¨® el sentido competitivo del equipo al tiempo que acab¨® enfrent¨¢ndole a sus jugadores, para lo bueno y para lo malo. La 32? Liga del Madrid tambi¨¦n es la cuarta que consigue Mourinho en cuatro pa¨ªses, como ya hicieron Ivic Tomislav, Giovanni Trapattoni y Hernst Happel.
Casillas, que aglutin¨® a la plantilla cuando se neg¨® a denunciar sistem¨¢ticamente a los ¨¢rbitros tal y como ped¨ªa el entrenador, fue otra pieza imprescindible para serenar los ¨¢nimos de un equipo con tendencia a exasperarse por asuntos accesorios. El portero cant¨® el alir¨®n en San Mam¨¦s, el estadio en el que debut¨® el 12 de septiembre de 1999. Anoche le toc¨® levantar el primer trofeo como capit¨¢n. Finalmente, fue el campeonato de Ramos, que desde la cuarta jornada se hizo con el centro de la defensa y proyect¨® su liderazgo como nunca antes. Como siempre hab¨ªa so?ado el central andaluz, enorme todo el curso. Tambi¨¦n es el campeonato de jugadores como Arbeloa, Xabi Alonso, Granero, Albiol, ?zil, Callej¨®n, Ad¨¢n y Varane, que nunca en su carrera hab¨ªan festejado un t¨ªtulo de Liga.
Con Ramos como central, el equipo se fortaleci¨® delante de un gran Casillas
El trofeo fue la obra compartida de un grupo de figuras principales entre las que destac¨® Cristiano. Sus 44 goles tras la visita a San Mam¨¦s han marcado un hito en la historia del deporte. Los n¨²meros se agigantan a la luz de su coraje para intervenir en partidos resolutorios. Partidos que parec¨ªan destinados al atasco y que el delantero portugu¨¦s contribuy¨® a resolver como nadie, como todo el superdotado que es.
Las apariciones de Cristiano han iluminado al Madrid. Falto de elaboraci¨®n, apoyado en su estructura defensiva, el equipo necesit¨® de los goles para justificar su programa estil¨ªstico, que no se basa en la transici¨®n pausada, sino en el v¨¦rtigo. Higua¨ªn, Benzema y Cristiano los brindaron por un tubo. Nunca antes en el campeonato tres jugadores del mismo conjunto hab¨ªan pasado de los 20 goles. Benzema hizo 20 (iguala su mejor registro goleador: en el Lyon en la temporada 2007-2008), Higua¨ªn 22 y Cristiano 44. En total, el equipo ha alcanzado los 115, superando con creces el r¨¦cord de La Quinta del Buitre,107 en la primavera de 1990.
En los ¨²ltimos dos a?os, Mourinho (el 16? t¨¦cnico que gana la Liga con el Madrid) se ha encargado de perfeccionar el trabajo defensivo alrededor del ¨¢rea de Casillas. De lo que pasaba en la otra porter¨ªa se ocup¨® mayormente Cristiano a fuerza de bombazos. Dentro del ¨¢rea y fuera de ella, definiendo o asistiendo, su aportaci¨®n goleadora fue decisiva a domicilio contra el M¨¢laga (3), Valencia (1), Sevilla (3), Betis (2), Villarreal (1), Osasuna (2), Atl¨¦tico (3), Barcelona (1) y Athletic (1). Ah¨ª estuvo el t¨ªtulo. Cuando peligraba fue cuando dio lo mejor de s¨ª mismo. Igual que el Madrid, que esta temporada ha ganado a domicilio a todos los equipos que han sido campeones de la Liga (excepto al Deportivo, que est¨¢ en Segunda).
El Madrid camin¨® por la cornisa entre la 27? jornada y la visita al Camp Nou en la 35?. Fueron los d¨ªas m¨¢s dif¨ªciles. De pronto, tras un gol de falta de Cazorla en el Bernab¨¦u que empat¨® el partido para el M¨¢laga (1-1), el ambiente del vestuario comenz¨® a cargarse de electricidad. Dicen que hasta entonces, con los 10 puntos de ventaja sobre el Bar?a, Mourinho se hab¨ªa conducido con cierta serenidad, cuando no con aplomo. Tras volver a perder dos puntos ante el Villarreal, a la jornada siguiente, estall¨®. Les dijo a los jugadores que lo que deb¨ªan hacer era denunciar los arbitrajes porque les estaban ¡°robando¡± el campeonato. La plantilla se opuso a ello, dando origen a un conflicto que dej¨® un sabor amargo entre los jefes y los subordinados.
Tras dos jornadas imponi¨¦ndose a la Real Sociedad y a Osasuna, el entrenador madridista dio una charla cargada de consignas inusuales el d¨ªa que el equipo recibi¨® al Valencia. Seg¨²n los presentes, Mourinho estaba tan obsesionado por controlar los detalles m¨¢s insospechados del arbitraje que les aconsej¨® que, si sent¨ªan contactos en el ¨¢rea, se dejaran caer al c¨¦sped. Les explic¨® que el ¨¢rbitro era tan consciente de que en las ¨²ltimas jornadas el Bar?a hab¨ªa sido beneficiado que se mostrar¨ªa sensible a las penas del Madrid.
La aportaci¨®n goleadora de Benzema e Higua¨ªn result¨® decisiva
El empate ante el Valencia fue la culminaci¨®n de una temporada marcada por el intercambio de pareceres entre Mourinho y los futbolistas. Las discusiones con jugadores, raras en el primer a?o del t¨¦cnico en el Madrid, se hicieron habituales en el segundo. Del intercambio surgieron discrepancias y acuerdos que fortalecieron al equipo. Por primera vez, no solo los futbolistas cedieron terreno. Tambi¨¦n el t¨¦cnico se vio obligado a resignarse. Incapaz de convencer a los jugadores de que le acompa?aran en las quejas contra los ¨¢rbitros, Mourinho opt¨® por cancelar sus apariciones p¨²blicas. A cambio, impuso su impronta futbol¨ªstica, quit¨® su apoyo a Carvalho, Higua¨ªn, Lass y Kak¨¢, reforz¨® la posici¨®n de Di Mar¨ªa, Khedira y Benzema, mantuvo en un lugar secundario a Granero y preserv¨® a Coentr?o del descr¨¦dito de haber participado en cinco derrotas a lo largo del curso. La alineaci¨®n de Coentr?o en el Camp Nou le redimi¨® en parte. Tras haberse convertido en el fichaje m¨¢s caro de la temporada (30 millones de euros) el lateral precisaba un buen d¨ªa. Mourinho le esper¨®.
Coentr?o y Callej¨®n fueron los ¨²nicos fichajes del ¨²ltimo verano presentes en la victoria en el cl¨¢sico. Su contribuci¨®n pas¨® inadvertida. Qued¨® oscurecida por el zarpazo de Cristiano en el 1-2. Fue el gol de la Liga en la tarde m¨¢s serena, y m¨¢s resolutiva, de Cristiano contra su gran rival. Hac¨ªa tiempo que el duelo no se disputaba en un clima de tanta deportividad. Ya en las duchas, en el vestuario visitante del Camp Nou, tras el partido, la voz resonante de un jugador hizo temblar las paredes.
¡ª?Vamos a hablar de los ¨¢rbitros ahora?
La carcajada entre los madridistas fue casi un¨¢nime. Con el f¨²tbol por bandera, el Madrid se sent¨ªa ya, con todo derecho, como un campe¨®n de campeones.
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