A la historia sin reconocimiento
Emery dice adi¨®s al inconformista p¨²blico de Mestalla tras cuatro a?os convulsos culminados ayer con el positivo por alcoholemia de Parejo
Unai Emery (Hondarribia, 1971) ha perdido la frescura con la que lleg¨® a Mestalla en verano de 2008. ¡°Hay entrenadores encantados con el 0-0. Yo lo estar¨ªa con el 5-5. La esencia del f¨²tbol es el juego, y el juego es un espect¨¢culo¡±, dec¨ªa entonces. Era un t¨¦cnico de 36 a?os que llegaba al banquillo del Valencia procedente del Almer¨ªa, donde hab¨ªa reivindicado el derecho de los modestos a jugar al ataque.
Hoy, cuatro a?os despu¨¦s, se despide del p¨²blico de Mestalla, ante el Villarreal, con la contradicci¨®n de haber cumplido con creces los objetivos y, sin embargo, no sentirse reconocido. Castigado por la indisciplina de sus jugadores (excluy¨® ayer a Parejo de la lista por la ¡°irresponsabilidad¡± de haber dado positivo en un control de alcoholemia en la madrugada del viernes) y por la exigencia de Mestalla, inconforme con ser tercero en la Liga y semifinalista en la Copa y la Liga Europa. Muy arrepentido, Parejo compareci¨® ante la prensa: ¡°Estoy muy mal. No es justificable, pero tengo problemas personales muy jodidos y por eso anoche pas¨® eso. No va a pasar m¨¢s. Perd¨®n a la afici¨®n y al equipo¡±.
Por parte del t¨¦cnico, no hubo lugar a sentimentalismos. ¡°No siento nada especial que se anteponga a la importancia de ser terceros¡±, dijo ayer Emery. ¡°Habr¨¢ t¨¦cnicos y jugadores que no est¨¦n la pr¨®xima temporada¡±. Ser¨¢ tercero si gana a un Villarreal en apuros por salvar la categor¨ªa y sin Senna, el faro en los ¨²ltimos meses, ni Marchena. Soldado, con unas molestias en el cuello, tambi¨¦n se perder¨¢ la despedida del t¨¦cnico.
El Valencia, a trav¨¦s de Juan S¨¢nchez, su exdirector deportivo, fich¨® a Emery por tratarse de un entrenador con ganas de aprender y adaptarse a unas circunstancias econ¨®micas muy adversas. Pese a todas convulsiones, Emery dio estabilidad deportiva. Y pasa a la historia por ser el primero en clasificar por tercer a?o consecutivo al equipo para la Champions. Y por haber rebasado la barrera de las 100 victorias junto a Jacinto Quincoces y Alfredo Di St¨¦fano.
Pero tambi¨¦n ha sido un objetivo f¨¢cil para los enemigos porque siempre ha ido a pecho descubierto. Valiente hasta confesar sus propios temores. ¡°El otro d¨ªa, ante el Leverkusen, Carcedo me dec¨ªa: ¡®Hay que hacer algo¡¯. S¨ª,¡ pero ?qu¨¦? En esos momentos tienes miedo¡±, confesaba meses antes de presentar un libro, Mentalidad ganadora, cuando llevaba varios meses sin apenas victorias.
Optimista radical, rebot¨® cada vez que lo vieron hundido. ¡°La suerte est¨¢ en el camino, creando las circunstancias¡±, dijo, inspir¨¢ndose en Los Siete Poderes, la obra de ?lex Rovira. ¡°Si hay un penalti en contra, pienso: ¡®Lo va a parar¡±. Trabajador imparable, se acostaba a las dos de la madrugada preparando entrenamientos. Humilde hasta decir basta, no sac¨® pecho cuando el p¨²blico le grit¨® ¡°burro, burro¡± por un cambio, ante el Leverkusen, que le dio la raz¨®n. Demasiado nervioso en la banda, el histrionismo fue un fil¨®n que las televisiones explotaron ante su disgusto, indignado por entender que esa no era la noticia.
El mismo p¨²blico que tach¨® a Quique Flores de ¡°barraquero¡± [defensivo] ha acusado a Emery de excesivamente ofensivo. Demasiado blando con las muestras de indisciplina de los Miguel, Banega y Fernandes. Demasiado cambiante en las alineaciones a pesar de que el mitificado Rafa Ben¨ªtez gan¨® dos Ligas y una Copa de la UEFA con la alternancia por bandera.
¡°Me horrorizan los alineadores¡±, explic¨® Emery. ¡°Me gusta el juego colectivo. Entreno para que todos est¨¦n preparados, los 25¡±. Como legado, Emery deja el crecimiento de algunos jugadores (Feghouli, Jordi Alba y Guaita), y cuatro temporadas de pasi¨®n, desgaste y poco reconocimiento.
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