El Manchester City acaricia la Premier

Tildado de conservador irremediable porque entiende el f¨²tbol desde su campo y no desde el contrario, porque abotarga la medular con mediocentros y m¨²sculo antes que con talento, hay una apuesta que a Roberto Mancini, t¨¦cnico del Manchester City, le ha salido de rechupete, por m¨¢s que tambi¨¦n encontrara sus detractores: adelantar ocasionalmente a Tour¨¦ del eje a trescuartista. Un envite que en St. James Park (ahora Sports Direct Arena), estadio del Newcastle, le vali¨® media Premier.

Equipo remozado a base de un talonario tan generoso como extenso, sufragado por los millones del Abu Dhabi Group, encabezado por Sheik Mansour bin Zayed, no le faltan a los citizens pie para conjugar la pelota, con futbolistas como Silva y Nasri, que mezclan como pocos, con Johnson y Milner, que sacan centros a mamporro, y con T¨¦vez, Balotelli y Ag¨¹ero, que las cazan al vuelo para enchufar goles. Mancini, sin embargo, gusta dar cabida a medios que aporten equilibrio, que no rompan al equipo en las ofensivas. Eso es De Jong, Barry, el propio Milner y, m¨¢s que ning¨²n otro, Tour¨¦.

Para Tour¨¦ no es extra?o jugar de engarce, m¨¢s que nada porque fue ah¨ª donde se granje¨® un nombre a nivel internacional con el M¨®naco

Para Tour¨¦ no es extra?o jugar de engarce, m¨¢s que nada porque fue ah¨ª donde se granje¨® un nombre a nivel internacional, hasta el punto de que el Barcelona lo fich¨® desde el M¨®naco cuando actuaba de medio ofensivo. Pero en el Camp Nou la exigencia para los mediapuntas es inflexible, sobre todo porque no solo se pide que guarde la pelota, sino que tambi¨¦n la sepa tocar de primeras, que se mueva entrel¨ªneas y que tenga la vocaci¨®n de moverse por todo el frente para generar huecos y aprovechar los de sus compa?eros. En Inglaterra, sin embargo, es otra historia porque al enlace se le requiere sobre todo llegada, capacidad de resoluci¨®n en las segundas jugadas y apariciones fortuitas en el ¨¢rea rival para rematar. Nada mejor para Tour¨¦, de zancada poderosa y disparo sensacional. Eso hizo ante el Newcastle, cuando el equipo estaba atascado, cuando Mancini decidi¨® quitar a Nasri del campo para poner a De Jong y adelantar a Tour¨¦.

Primero, De Jong se la dio a Tour¨¦, que enlaz¨® con Ag¨¹ero y le tir¨® una pared al 42 citizen, que, desde la frontal del ¨¢rea, solt¨® un yayazo ¨Ccomo bautizaron a sus disparos en el Camp Nou- con el interior del pie que le gui?¨® el ojo al poste antes de entrar a gol. Era el minuto 70. Replicaron los urracas con algo de fiereza, acuciados por sus necesidades europeas, pero se atragantaron con un saque de esquina a favor. Repeli¨® el cuero la zaga del City y lo cogi¨® Ag¨¹ero, que se marc¨® un eslalon hasta las proximidades del v¨¦rtice del ¨¢rea, donde dio el pase a la llegada de De Jong, que se la cedi¨® a Clichy, ya en el lado opuesto. Centro al punto de penalti y remate con al zurda de Tour¨¦ a gol. Dos dianas capitales para acariciar la Premier de Yaya, futbolista que ya consigui¨® el tanto decisivo en la final de la Copa inglesa (FA Cup) del curso anterior y que cerr¨® un vac¨ªo de 35 a?os.

Se bate ahora en la pr¨®xima jornada el Manchester City contra el QPR en una situaci¨®n de privilegio, ya que depende de s¨ª mismo para festejar el laurel. As¨ª, a falta de la ¨²ltima cita, est¨¢ igualado a puntos (86) con el Manchester United, vencedor sin contratiempos ante el Swansea (2-0), pero con un golaverage superior (+8) al de los diablos rojos, que en la ¨²ltima jornada se batir¨¢ a domicilio con el Sunderland. Un t¨ªtulo en la mano, un trofeo que solo consigui¨® en 1937, dirigidos por el atrevido Wilf Wild ¨C al a?o siguiente fue el equipo m¨¢s goleador de la categor¨ªa, pero descendi¨®-, y en 1968, bajo el mandato de Joe Mercer. Ahora, le toca a Mancini.