Nadal ense?a las garras

En las semifinales del Masters de Roma, la victoria de un fantasma. Todo esto tiene el alicantino David Ferrer a su favor frente a Rafael Nadal. Siete bolas de break en el primer juego del mallorqu¨ªn al saque, que dur¨® m¨¢s de 15 minutos (no convirti¨® ninguna). Una rotura de ventaja en la primera manga (3-1). Minibreak a su favor en la muerte s¨²bita (2-0 y 3-1). Sin embargo, la leyenda del n¨²mero tres puede por 7-6 y 6-0 con el n¨²mero seis. Es Ferrer contra su memoria, Ferrer contra el fantasma de tant¨ªsimas derrotas previas (4-14). Nadal, un can¨ªbal, no solo enjuga esas desventajas con tiros, sino tambi¨¦n con recuerdos. A cada situaci¨®n favorable, por la memoria del alicantino se pasean escenas de pesadilla que le atenazan el brazo. Superior con el marcador en igualdad, Ferrer sufri¨® un ataque de v¨¦rtigo cada vez que se puso por delante, lo que permiti¨® a Nadal llegar a la 70? final de su carrera (48-21), que disputar¨¢ contra Novak Djokovic, que en la otra semifinal sobre la arena romana se impuso a Federer por 6-2 y 7-6 (4) ¡ªen categor¨ªa femenina, el duelo ser¨¢ entre Sharapova y Na Li¡ª.

El mallorqu¨ªn juega hoy (16.00, Canal +, Canal + HD y TVE-1), pero tambi¨¦n compite pensando en el ma?ana. El duelo por el t¨ªtulo marcar¨¢ su presente y puede decidir mucho de su futuro. En caso de victoria, Nadal lograr¨ªa su sexto t¨ªtulo en Roma, romper¨ªa el empate que tiene con Federer al frente de la clasificaci¨®n de t¨ªtulos Masters 1000 (20) y le arrebatar¨ªa el n¨²mero dos al suizo. Eso no es cualquier cosa. Con Roland Garros a la vuelta de la esquina (comienza el 27 de mayo), ocupar esa posici¨®n de privilegio permitir¨ªa al mallorqu¨ªn evitar a Djokovic hasta una hipot¨¦tica final en Par¨ªs. Un dato relevante teniendo en cuenta que ha perdido siete de los ¨²ltimos ocho enfrentamientos contra el serbio, al que derrib¨® en la final de Montecarlo. ¡°He tenido una temporada de tierra pr¨¢cticamente perfecta¡±, coment¨® el espa?ol tras ganar a Ferrer. ¡°He ganado dos torneos (Montecarlo y Barcelona), estoy en la final de Roma¡­ para m¨ª, lo de Madrid no fue tierra (perdi¨® en octavos con Verdasco)¡±.

Antes, as¨ª transcurre el duelo contra el alicantino. A Nadal, que gestion¨® con maestr¨ªa los puntos clave, le falta chispa en las piernas. Hu¨¦rfano de la movilidad que le ha dado fama, su rev¨¦s ofrece una diana a Ferrer, que le acula sobre ese golpe, desplaz¨¢ndole tiro a tiro para luego cerrar las jugadas con un derechazo cruzado. El alicantino desenfunda siempre antes. Se levantan remolinos de arcilla, y silban sus balas entre las nubes de arena. Rojos marchan sus calcetines, hirviente la sangre, porque ese es un tenista que tira con plomo. Graduado con nota en tierra batida, el n¨²mero seis huye del patr¨®n habitual de la superficie ante el mejor jugador de la historia en ese tipo de pistas. Juega r¨¢pido. Termina pronto los puntos. Nunca deja que Nadal se acomode en su alto ritmo, y solo la incre¨ªble capacidad competitiva de su contrario le impide hacer suya la primera manga.

Perder el parcial inaugural es demasiado para el alicantino. Sufre un cortocircuito. Agotado por el esfuerzo, hundido por la falta de premio tras un parcial que dur¨® m¨¢s que muchos partidos (1h 26m), se ahoga en un Himalaya estad¨ªstico. Nadal no pierde una semifinal sobre arcilla desde 2003 (Umag, contra Carlos Moy¨¤) y jugar¨¢ su s¨¦ptima final en Roma, donde el a?o pasado se inclin¨® ante Djokovic. Independientemente del resultado, algo ha quedado claro. Roland Garros arranca el 27 de mayo y el mallorqu¨ªn est¨¢ preparado.