Cirug¨ªa en el ¡®calcio¡¯
El adi¨®s de Inzaghi, Del Piero, Nesta y Gattuso, que rondan los 40 a?os, sella una ¨¦poca en Italia
A sus casi 38 a?os, Del Piero tuvo que fingir que se estaba atando las botas para esconder las l¨¢grimas, sobrecogido por una ovaci¨®n de m¨¢s de media hora en el campo de la Juve. Gattuso no tuvo miedo, llor¨® como un ni?o. ?l, que siempre hab¨ªa ido de duro, mostr¨® que hasta tiene algo de blando. A Nesta ni se le humedecieron los ojos. No va con su forma tan imperial de estar en el campo. Inzaghi, a su lado, miraba embobado en los videomarcadores de San Siro sus 126 goles con la camiseta del Milan. Se van todos. Del Piero, Gattuso con 34 a?os, Inzaghi con 39 y Nesta con 36. Es el fin de una era en el calcio, que se queda hu¨¦rfano de sus cuatro hombres gu¨ªas. Y de los valores que han transmitido en los ¨²ltimos 15 o 20 a?os.
Gattuso: ¡°Los chicos de ahora ganan un past¨®n y se creen unos campeones¡±
Por un lado Del Piero, deportividad y elegancia ¡ªsolo le han expulsado dos veces en toda su carrera¡ª; por otro, Nesta, seriedad y profesionalidad. E Inzaghi, la pasi¨®n. Como le escribi¨® Carlo Ancelotti, su ext¨¦cnico en un sms el pasado domingo: ¡°Nunca he conocido a un futbolista con tanta pasi¨®n por el f¨²tbol¡±. Superpippo, ese del que Jorge Valdano dijo que no regatear¨ªa ni a una silla, se lo ense?¨® orgulloso a sus padres. Y por ¨²ltimo Gattuso, la entrega y el sacrificio. El centrocampista, todo pulmones, se acord¨® de sus maestros en el discurso de despedida. ¡°El respeto en un vestuario lo he aprendido de Costacurta y Maldini. Antes, el vestuario era un espacio que se gestionaba mejor. Cuando yo era un chaval hasta me daba miedo bajar al campo de entrenamiento. Los chavales de ahora ganan un past¨®n en cuanto llegan y se creen unos campeones. Hasta El Shaarawy, que es un buen chico, a veces te contesta mal cuando le dices algo¡±, reflexion¨®.
¡°Es el fin de una ¨¦poca en el calcio. Se van cuatro hombres que, como se dice en Italia, fanno spogliatoio [hacen grupo]. En el f¨²tbol de hoy se ha subvertido el orden de las cosas. Por eso se marcha Gattuso, no porque no le apetezca seguir jugando sino porque no soporta m¨¢s determinadas cosas. Una vez eran los veteranos los que le gritaban a ¨¦l si llegaba tarde o con las botas sin limpiar. Ahora si grita Gattuso, los j¨®venes lo mandan a tomar por¡¡±, comenta Gianni Mura, prestigioso periodista de La Repubblica.
El adi¨®s de estos cuatros jugadores tambi¨¦n da paso a una cirug¨ªa del f¨²tbol italiano de la que parece haberse contagiado el seleccionador, Cesare Prandelli. En su Italia hay espacio para los j¨®venes. Y en la primera lista de 32 para la Eurocopa, est¨¢n tambi¨¦n dos chiquillos. Verratti, clase del 1992, centrocampista del Pescara que el a?o que viene jugar¨¢ en Primera, y Destro, de 1991, delantero del Siena. Verratti y Destro no hab¨ªan ni nacido, por ejemplo, cuando Del Piero debut¨® en la Juve e Inzaghi en la Serie A.
Ser¨ªa bonito que no colgaran las botas nunca, pero la vida no es esa¡±, dice Sacchi
¡°Los cuatros dejan un hueco tan grande porque han hecho disfrutar y emocionar al p¨²blico. Ser¨ªa bonito que jugadores como ellos no colgaran las botas nunca, pero la vida no es esa. A su edad tambi¨¦n es justo que empiecen a descansar¡±, apunta Arrigo Sacchi. Fue ¨¦l quien hizo debutar a Del Piero con la azzurra y quien convoc¨® por primera vez a Nesta. Fue Cesare Maldini, sin embargo, quien vio crecer al central en la sub 21 junto a Pippo Inzaghi. ¡°Del Piero era tan bueno que se ahorr¨® el tr¨¢mite de pasar por la selecci¨®n inferior¡±, bromea el pap¨¢ de Paolo Maldini. ¡°Es ley de vida y ley de futbolista: no se puede jugar para siempre. Nuestro campeonato ser¨¢ m¨¢s pobre, pierde a cuatro personas que han sido un ejemplo sobre c¨®mo hay que comportarse dentro y fuera del campo¡±, a?ade Cesare Maldini.
Fuera del campo apenas se o¨ªa hablar de Gattuso e Inzaghi, un tipo que lleva 20 a?os comiendo lo mismo: pasta in bianco y bresaola [un embutido]. Ni siquiera en las cenas de su cumplea?os le han visto tomarse una copa de vino. Gattuso es hijo de una familia humilde del sur de Italia y siempre ha dicho que no se merece el dinero que gana. ¡°En un mes gano m¨¢s que mi padre durante toda la vida¡±, declar¨® en una entrevista con este peri¨®dico. A veces su garra le ha llevado a hacer gestos muy feos, como agarrar del cuello al segundo entrenador del Tottenham, Joe Jordan. ¡°Es un luchador. Si fuera uruguayo se hablar¨ªa de garra charr¨²a¡±, dice Mura. Y a?ade: ¡°Nesta para m¨ª es la discreci¨®n, el s¨ªmbolo de la elegancia. Te daba la sensaci¨®n de que ni se iba a manchar los pantalones cuando se tiraba al suelo a hacer un tackle¡±.
Ya no hay m¨¢s Nesta. Ni Del Piero (que ayer se despidi¨® en la final de Copa). Ni Gattuso. Ni Inzaghi. El calcio pierde a cuatro pretorianos.
El N¨¢poles conquista la Copa de Italia
El N¨¢poles rompi¨® anoche un maleficio en el Ol¨ªmpico de Roma. Desde 1990 no alzaba el cuadro napolitano ning¨²n cetro, hasta ayer, cuando los goles de Cavani y Hamsik frente al Juventus (0-2) enturbiaron el adi¨®s de Del Piero como futbolista de la Vecchia Signora y le concedieron el triunfo en la Copa de Italia. No palpaba el ¨¦xito el N¨¢poles desde hac¨ªa veintid¨®s a?os, desde que Zola liquidase al Bari en la Supercopa italiana y Maradona guiase a los napolitanos a la cumbre con los scudetti de 1987 y 1990.
El N¨¢poles salt¨® al coliseo romano con decisi¨®n, empe?ado en aguar la fiesta a Del Piero. Pese a que cedi¨® la iniciativa a la Juve, se encontr¨® con un penalti a la hora de juego. Storari derrib¨® a Lavezzi, un pu?al, y Cavani ejecut¨® a la red. Un tanto que dio alas al equipo celeste, que redonde¨® su victoria con un segundo tanto de Hamsik. De ah¨ª al final, poco f¨²tbol y alguna que otra gresca, como la que protagoniz¨® el juventino Quagliarella y que le cost¨® la expulsi¨®n.
Del Piero firm¨® una buena actuaci¨®n. No consigui¨® marcar el 10, que dejaba el club de toda su vida con un regusto agridulce por la derrota pese a la sentida ovaci¨®n de la grada. Se iba un mito, pero el f¨²tbol italiano recuperaba otra p¨¢gina gloriosa. La del N¨¢poles.
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