La otra final de Zubizarreta
El director deportivo azulgrana repasa sus ¡®aventuras¡¯ en un trofeo que gan¨® con ambos equipos
Ya no se pone los guantes, pero hoy volver¨¢ a jugar una final de Copa. Quiz¨¢ otra aventura de las suyas. Ha celebrado un t¨ªtulo entre patadas de Maradona, otro en medio de un desaf¨ªo al presidente N¨²?ez, en uno le tumbaron con una pedrada e, incluso, disput¨® el duelo en dos actos porque la lluvia as¨ª lo exigi¨®. Ahora, Andoni Zubizarreta (Aretxabaleta, Guip¨²zcoa; 1961), portero con el Athletic de Clemente y el dream team de Cruyff, lo mira desde la barrera como director deportivo azulgrana y atiende expectante al partido de sus dos equipos ¡ª¡°pero tambi¨¦n siento m¨ªo el Valencia, el Alav¨¦s, el Aretxabaleta¡±, dice¡ª, que se baten de nuevo en la final.
Una Copa y muchas patadas. Con rencillas como la brutal entrada de Goikoetxea a Maradona y los idearios opuestos de Menotti y Clemente, la final de 1984 en el Bernab¨¦u acab¨® en una batalla campal. Maradona soltaba coces, Goiko replicaba y ambos equipos se animaron a pelear. Val¨ªa el gol de Endika, el triunfo del Athletic (1-0). ¡°Pero no disfrutamos bien de la alegr¨ªa del doblete [ganaron la Liga la semana anterior] por la tensi¨®n¡±, recuerda Zubizarreta.
No disfrutamos bien de la alegr¨ªa del doblete por la tensi¨®n¡± Andoni Zubizarreta, exjugador
Eran dos modelos antag¨®nicos de f¨²tbol. Mientras el Bar?a fichaba a El Pelusa y Schuster, el Athletic manten¨ªa su pol¨ªtica inflexible. ¡°Pero las diferencias presupuestarias¡±, intercede, ¡°no eran tan abismales como ahora¡±. Pasados los d¨ªas y expuestas unas sanciones que se aligeraron porque la mayor¨ªa se cumplieron en verano, el Athletic descendi¨® en gabarra. Una muesca copera de Zubi.
¡°Si hoy hemos perdido, ma?ana ganaremos¡±. Part¨ªa como favorito el Athletic ante el Atl¨¦tico en la final de 1985 porque ven¨ªa de ganar dos Ligas y en la ¨²ltima qued¨® tercero. ¡°Pero hubo un penalti confuso¡±, remarca Zubizarreta, ¡°donde la pelota toca el larguero¡±. Una pena m¨¢xima que pit¨® el colegiado y que Hugo S¨¢nchez no perdon¨®. Tampoco lo hizo en el segundo tiempo con otro remate tras un contragolpe. De nada sirvi¨® el empuje del Athletic, el tanto de Julio Salinas (2-1).
Aunque en el c¨¦sped apenas hubo conflicto, s¨ª se dio en el fondo sur, donde los hinchas del Athletic lanzaron objetos al campo. ¡°No lo recuerdo¡±, admite Zubi; ¡°pero s¨ª el c¨¢ntico de nuestra gente: ¡®Si hoy hemos perdido, ma?ana ganaremos¡¯; el equipo estaba en buena din¨¢mica¡±. Zubi se march¨® al Bar?a en 1986 y el Athletic no jug¨® otra final hasta 2009.
El trofeo del Mot¨ªn. Llegaba el Bar?a crispado a la final del 88 ante la Real, sobre todo porque acababa de perder en los cuartos de la UEFA ante el Leverkusen, con el equipo irritado porque Hacienda reclamaba pagos de los derechos de imagen y el club se lavaba las manos, con un enfado de la afici¨®n, que apenas present¨® 5.000 hinchas en el Bernab¨¦u. ¡°Un curso negro¡±, dice Zubi. Aunque Alexanco marc¨® gol (1-0) en un rechazo y rompi¨® el molde.
¡°Pero era un momento depresivo¡±, expone; ¡°a Roberto y a m¨ª nos hicieron el antidoping y nos quedamos en Madrid. Cuando llegamos al bar, donde hab¨ªa periodistas, nos ofrecieron un gran aplauso¡ Quiz¨¢ ese fue el mayor reconocimiento¡±. Dur¨® poco porque el equipo, d¨ªas m¨¢s tarde, se reuni¨® en una habitaci¨®n de hotel para reclamar la dimisi¨®n del presidente. El Mot¨ªn del Hesperia. Al final, se resolvieron de forma individual los problemas econ¨®micos y, ya en verano, lleg¨® Cruyff.
La semilla de Cruyff. Aunque logr¨® la Recopa del 89 frente al Sampdoria, el Bar?a del a?o siguiente no fue competitivo en la Liga y se daba por descontado el despido de Cruyff en caso de perder la final copera ante el Madrid. ¡°Tem¨ªamos el cambio¡±, aclara; ¡°pero a veces se nos olvida que la Copa nos ha dado muchos balones de ox¨ªgeno¡±. Como en ese a?o, tras la expulsi¨®n de Hierro y los goles de Amor y Salinas (2-0).
En la vuelta de honor, not¨¦ una pedrada en la cabeza. Cuando abr¨ª los ojos, vi a mi padre en el vestuario" Andoni Zubizarreta, exjugador
Pero la celebraci¨®n, de nuevo, fue accidentada. ¡°En la vuelta de honor, not¨¦ una pedrada en la cabeza. Cuando abr¨ª los ojos, vi a mi padre en el vestuario. En una final de Copa, acab¨¦ sumando puntos¡±. Para el Madrid, la clave fue el ¨¢rbitro. ¡°Seguro que va a pasar unas vacaciones muy felices en la Costa Brava¡±, solt¨® Schuster. Poco le import¨® al Bar?a, recobrada la fe en Cruyff y en un modelo que marcar¨ªa el futuro del club.
Dos actos para un partido. Cinco a?os m¨¢s tarde, Zubi volvi¨® a disputar una final de Copa con el Valencia. O dos en una, porque la lluvia inund¨® en un santiam¨¦n el campo y se pospuso tres d¨ªas el duelo ante el Depor. ¡°Nunca hab¨ªa visto llover tanto en un momento¡±, se?ala Zubi. Al minuto de la reanudaci¨®n, con el uno a uno, Alfredo aprovech¨® un despiste del Valencia y marc¨® la red definitiva (2-1). ¡°Cuando volv¨ª al vestuario estaba l¨²cido porque no me hab¨ªa cansado en 12 minutos. Y pens¨¦: ¡®?Qu¨¦ ha pasado? Fue raro¡±. Fue el triunfo del Depor, pero no el adi¨®s de Zubi a la Copa.
Desde el asiento. Zubizarreta ha disputado otras dos finales de Copa como director deportivo del Bar?a. La primera, el a?o pasado en Mestalla ante el Madrid. La de hoy, en el Calder¨®n contra el Athletic. ¡°Tiene parte emocional porque tengo un mill¨®n de vivencias con ese equipo. Y, como no sabes cu¨¢ndo volver¨¢ a pasar, disfrutemos mientras dure¡±. Pero la t¨¢ctica es para el t¨¦cnico. Y las paradas, para Pinto. ¡°Ahora lo que puedo hacer es dar una palmada, soltar una frase, ayudar a que el ambiente sea mejor¡ Y a partir de ah¨ª, que el juego contin¨²e¡±.
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