Lorbek y Mickeal atropellan al Valencia

Al Valencia le pill¨® a contrapelo el acontecimiento, su primera aparici¨®n en unas semifinales de la Liga Endesa desde 2003. Al Barcelona Regal, desde que la pifi¨® en la Final a Cuatro de la Euroliga, se le observa absolutamente decidido a funcionar al m¨¢ximo de revoluciones, cuente o no con Navarro, todav¨ªa renqueante de su lesi¨®n, est¨¦ delante el Lucentum o el Valencia, pase lo que pase en la cancha. De manera que en el Palau se cruz¨® un portaviones con una chalupa, que a eso se redujo el equipo de Perasovic, muy perjudicado porque solo dos d¨ªas antes tuvo que batirse el cobre ante el corajudo Lagun Aro, mientras que el Barcelona ya hab¨ªa resuelto el domingo su compromiso ante el Lucentum.

El 0-6 con el que empez¨® el partido, el intimidador arranque de Faverani, el p¨ªvot brasile?o de 23 a?os, fueron un espejismo. Lorbek, tras el par¨¦ntesis de la Final a Cuatro, vuelve a ser Lorbek. Desequilibrante, certero, capaz de asumir el liderazgo en ataque en ausencia de Navarro, el p¨ªvot esloveno fue el primero en evidenciar la enorme desigualdad. Le sigui¨® Mickeal con un par de triples. Y a partir de ah¨ª, empez¨® un festival del Barcelona.

Perasovic se retorci¨® de estupor e impotencia en el banquillo. No ve¨ªa manera de frenar la sangr¨ªa. El Valencia era inferior en todo, en rebotes, en p¨¦rdidas de bal¨®n, en intensidad ¡ªganando de paliza fueron Ndong y V¨¢zquez los que tuvieron m¨¢s problemas de faltas¡ª, en ritmo de juego, en juego de equipo y asistencias, en todo.

La tremenda diferencia que pusieron Lorbek, Mickeal, Wallace y Ndong ya hab¨ªa hecho agujero antes del descanso (45-26). No levant¨® el pie el Barcelona. Y el Valencia tampoco encontr¨® forma humana de detener el aluvi¨®n. De Colo, uno de sus mejores hombres, no anot¨® su primera canasta hasta bien entrado el ¨²ltimo cuarto. Jugadores titulares como Caner-Medley o Claver apenas se dejaron ver y cuando lo hicieron fue para fallar bastante m¨¢s de lo que acertaron. La brecha lleg¨® a ser de 31 puntos (79-48). El Valencia fall¨® en casi todo, bajo m¨ªnimos sus porcentajes en triples (23%) y hasta en tiros libres (50%). Las semifinales se juegan al mejor de cinco partidos; el primero computa, en definitiva como un 1-0, aunque la forma en que se desarroll¨® el juego puede suponer un duro golpe para el equipo valenciano, algo m¨¢s que una derrota.