?Fin a la tanda de penaltis?

De momento, no hay mejor manera que lanzar penaltis para decidir lo que en 120 minutos de competici¨®n deportiva no ha podido resolverse de otro modo, pero dentro de dos a?os podr¨ªa encontrarse un sustituto para las tandas, a las que casi todos vinculan con el azar. Depende de que Franz Beckenbauer culmine con ¨¦xito el encargo que hoy le ha formulado Joseph Blatter, presidente de la FIFA. El suizo, aparentemente disgustado por la ¡°tragedia¡± de las tandas de penaltis, le ha pedido al grupo que preside el alem¨¢n, encargado de recomendar cambios en las reglas del juego, que busque una alternativa. La soluci¨®n no es f¨¢cil, a la vista no solo del tiempo concedido, sino del tiempo que ha pasado desde que las eliminatorias se deciden desde los 11 metros: desde finales de los a?os setenta, los lanzamientos de penalti deciden t¨ªtulos. Treinta a?os de continuas ¡°tragedias¡±, aunque es la ¨²ltima, sufrida por el Bayern M¨²nich en su propio estadio, la que parece haber colmado el vaso de la paciencia de los que mandan en el f¨²tbol.

¡°Cuando el f¨²tbol se dirige a la tanda de penaltis pierde su esencia¡±, ha comentado Blatter en el Congreso anual de la FIFA en Budapest, Hungr¨ªa. "El f¨²tbol no puede ser un uno contra uno", ha aclarado despu¨¦s. Franz Beckenbauer podr¨¢ proponer una soluci¨®n para una situaci¨®n de la que puede sentirse tanto v¨ªctima como beneficiado. La fortuna no se distingue por su fidelidad, y en M¨²nich neg¨® al Bayern su quinta corona europea, cuando el club b¨¢varo hab¨ªa salido vencedor del Bernab¨¦u en semifinales porque ni Cristiano Ronaldo, ni Kak¨¢ ni Sergio Ramos acertaron a batir a Neuer desde los 11 metros. De la misma forma, donde hace cuatro a?os resbal¨® Terry, el s¨¢bado la pifi¨® Schweinsteiger y acert¨® Drogba, de modo que el Chelsea cambi¨® los lamentos por haber perdido la Liga de Campeones de la temporada 2007-2008 en la tanda de penaltis, la forma m¨¢s cruel de perder, por la sonrisa en M¨²nich. La fortuna le devolvi¨® algo que muchos consideraban que le deb¨ªa.

Cuando el f¨²tbol se dirige a la tanda de penaltis pierde su esencia¡± Joseph Blatter, presidente de la FIFA

Hay escaso debate respecto al car¨¢cter aleatorio de los lanzamientos de penaltis. Los jugadores llegan cansados despu¨¦s de 120 minutos de esfuerzo, y puede m¨¢s la capacidad de soportar la presi¨®n que la habilidad t¨¦cnica. Casillas coment¨® que el Real Madrid tuvo ¡°mala suerte¡± en la tanda del Bernab¨¦u, y Di Matteo, t¨¦cnico del Chelsea, ofreci¨® el otro lado de la moneda en M¨²nich: ¡°Tuvimos un poco m¨¢s de suerte que el Bayern¡±. Entre medias, poco queda para los m¨¦ritos de unos u otros. Tampoco parec¨ªa muy ajustado a la esencia del f¨²tbol decidir el ganador lanzando una moneda al aire, y as¨ª consigui¨® Italia pasar a la final de la Eurocopa de 1968, de la que sali¨® campeona. A partir de entonces, se implant¨® progresivamente la soluci¨®n hasta ahora vigente: cinco penaltis por equipo, y a partir del quinto, uno a uno, hasta que un equipo falle y el otro acierte.

Ahora Blatter propone estudiar ¡°alternativas¡±. Ya habl¨® de ¡°tragedia¡± cuando Italia se impuso a Francia en la final de la Copa del Mundo de 2006, aunque luego propuso resolver todos los empates, tambi¨¦n en fase de grupos, con una tanda de penaltis. Los penaltis han encumbrado a porteros como el argentino Goycoechea, protagonista insospechado en Italia 90, o el polaco Dudek, h¨¦roe en la final de la Liga de Campeones del Liverpool en la temporada 2004-2005, de la misma forma que han lastrado la trayectoria de jugadores de incuestionable talento por sus fallos en el momento decisivo. El pen¨²ltimo caso de una final de un campeonato internacional resuelta en los penaltis ocurri¨® en la ¨²ltima Copa de ?frica. Zambia se impuso a Costa de Marfil. Drogba anot¨® su penalti, aunque hab¨ªa fallado otro durante el partido. En 2006, mand¨® a las nubes el lanzamiento de la tanda en la final ante Egipto. ¡°Drogba est¨¢ de verdad maldito¡±, dijo tras el partido contra Zambia L¡¯Equipe, la "biblia" del deporte franc¨¦s. Pero no hay nadie maldito. Es solo el azar, en forma de tanda de penaltis, que unas veces da y otras veces quita, y que ahora podr¨ªa tener los d¨ªas contados.