Isco gu¨ªa a Espa?a frente a Estonia

La selecci¨®n espa?ola Sub 21 se impuso (0-1) a Estonia con una abrumadora superioridad que no se reflej¨® en el marcador en el sexto encuentro de la fase de clasificaci¨®n para el Campeonato de Europa que tendr¨¢ lugar el pr¨®ximo a?o en Jerusal¨¦n. Una victoria que deja al equipo de Luis Milla a expensas de una derrota de Suiza para certificar el acceso al playoff previo a la cita continental.

El partido ¨²nicamente tuvo un nombre: Isco. No solo fue el m¨¢s destacado de Espa?a, sino que demostr¨® que est¨¢ para cotas m¨¢s altas, pese a que Vicente del Bosque a¨²n no le ha concedido la oportunidad de debutar con la selecci¨®n absoluta, aunque s¨ª le ha citado. La Rojita demostr¨® la raz¨®n por la que comanda su grupo con seis victorias en otros tantos partidos, pese a que en Tall¨ªn adoleci¨® de falta de gol. En los primeros compases del encuentro fue Isco el que impuso su ley, aportando pausa en los metros finales de una Espa?a sedienta de goles, cuya ansia por jugar a una velocidad de v¨¦rtigo fue su peor rival ante una Estonia bien plantada en retaguardia. En ataque, los estonios ¨²nicamente ofrecieron alg¨²n s¨ªntoma de peligro en los balones parados.

El conjunto de Luis Milla continu¨® hilvanando jugadas, trenzando triangulaciones, templando los nervios y macerando al rival. La abrumadora superioridad de la Sub-21 no obtuvo sus frutos ni en goles ni en oportunidades manifiestas. Unicamente un remate de Rodrigo a media vuelta hizo esforzarse a Meerits e inquiet¨® a un Le Coq Arena a medio poblar. Cuando el partido parec¨ªa discurrir por el sendero de la supremac¨ªa espa?ola sin premio, la calidad termin¨® por imponerse. En la banda derecha, Sarabia se desmarc¨® de su par y fue sorteando rivales hasta que pudo levantar la cabeza para otear a Isco, que solo tuvo que poner la bota para empujar la pelota a gol.

Aunque no renunci¨® al ataque tras el tiempo de descanso, Espa?a se mostr¨® m¨¢s madura, sabiendo contemporizar sus acciones ofensivas, jugando as¨ª con el orgullo del equipo rival que, yendo por debajo en el marcador, se ve¨ªa en la obligaci¨®n de salir de la cueva. Eso s¨ª, la calidad acab¨® imponi¨¦ndose, destapando al equipo de Milla infinitamente superior al conjunto estonio. El que no vari¨® un ¨¢pice su rendimiento fue Isco, que imparti¨® un aut¨¦ntico m¨¢ster sobre el c¨¦sped de c¨®mo debe jugar un mediapunta, ofreci¨¦ndose a sus compa?eros, aguantando el esf¨¦rico, descargando el juego a las bandas, colaborando en la faceta destructiva, lanzando a sus compa?eros de ataque y alcanzando las posiciones de ataque con peligro.

El malacitano fue el aut¨¦ntico sost¨¦n del entramado atacante ideado por Luis Milla. El carrusel de sustituciones espa?olas en busca de una mayor mordiente no obtuvo su recompensa, puesto que ni Tello ni Alvaro V¨¢zquez pudieron aportar pegada al insultante manejo del bal¨®n de La Rojita, que apenas concedi¨® opci¨®n a su rival de disputarle el esf¨¦rico. Finalmente, aunque no se pudiera acrecentar la cuenta, tampoco se pas¨® ning¨²n tipo de apuro en la porter¨ªa de un De Gea que pas¨® totalmente inadvertido.