Rafael Nadal est¨¢ listo

Eduardo Schwank abre los brazos en cruz, tenista crucificado, cuando a los 37 minutos gana su primer juego (4-1). Los clavos que le martirizan son los golpes de Rafael Nadal, que le cierra una y otra vez la puerta a un rival con m¨¢s tenis que r¨¢nking (192), de los pocos que en las primeras rondas llega a la pista para competir, sin dimitir de antemano. Schwank prueba primero con los golpetazos. Intenta luego romper el ritmo con dejadas. Dispara un par de derechas cortadas, un golpe de squash sobre tierra. Nada de eso le sirve contra el n¨²mero dos mundial (6-1, 6-3 y 6-4), el hexacampe¨®n de Roland Garros, que se planta en los octavos sin haber cedido un set, tras perder menos juegos que nunca (17) y habiendo devorado a sus tres primeros rivales. Ah¨ª, ya en la segunda semana del segundo grande del a?o, le aguarda el vencedor del Juan M¨®naco-Milos Raonic.

¡°Abuela, Nadal es bueno, pero nada como tus empanadillas¡±, aletea el cartel¨®n de un aficionado argentino mientras la brisa atempera los rigores del verano parisino. Las piernas de Schwank, en cualquier caso, no son las de Nadal. El Gordo, como le apodan sus amigos, consume sus energ¨ªas en carreras pundonorosas pero in¨²tiles, porque Nadal siempre tiene otro tiro, un ¨²ltimo mu?ecazo m¨¢gico que le deja con servilleta pero sin plato. En el partido hay tambi¨¦n una lecci¨®n para el futuro. Nadal, que se adormece de tan pl¨¢cido que es el partido, est¨¢ para lo fino y para lo grueso. Cuatro bolas de break tiene Schwank. Cuatro levanta Nadal con el coraz¨®n fr¨ªo. En los tres partidos que van de torneo, el mallorqu¨ªn solo ha cedido el saque en una ocasi¨®n. Su cabeza y sus piernas est¨¢n listas para enfrentase a las dificultades.

En Nadal hay ahora mismo reflejos del curso de 2008, el m¨¢s brillante de su carrera deportiva en Par¨ªs, donde conquist¨® el t¨ªtulo sin ceder un set, de paliza en paliza. En 2012, en cualquier caso, queda a¨²n mucho que correr, faltan las verdaderas peleas. En la segunda semana, las mejores raquetas pelean por Roland Garros a pecho descubierto.