El Madrid agota al Baskonia
El conjunto blanco hace valer su rapidez y un juego m¨¢s maduro (76-69) para superar la eliminatoria
Cinco ag¨®nicos partidos despu¨¦s, el Real Madrid discutir¨¢ la hegemon¨ªa del Barcelona en la final de la Liga Endesa. Como en sus otras dos victorias, termin¨® por imponer su mayor frescura f¨ªsica y profundidad de banquillo. Lo primero se plasm¨® en el ritmo que impusieron los dos Sergios, que terminaron por agotar a Prigioni, el cerebro del Caja Laboral. Lo segundo provocaba que mientras el Madrid no sufr¨ªa con la rotaci¨®n, los vitorianos notaban en exceso cuando sus hombres clave como Prigioni o Teletovic deb¨ªan visitar el banquillo. Metidos en este tipo de faenas tan exigentes f¨ªsica y mentalmente, estas cuestiones terminan por ser determinantes.
REAL MADRID, 76 CAJA LABORARL, 69
Real Madrid: Llull (7), Singler (2), Su¨¢rez, Velickovic (15) y Tomic; Pocius (8), Reyes (12), Rodr¨ªguez (9), Mirotic (10), Begic (2) y Carroll (11).
Caja Laboral: Prigioni (8), Nemanja Bjelica (2), Nocioni (9), Teletovic (14) y Lampe (10); Ribas (2), Milkp Bjelica (6), San Emeterio (4), Heurtel (2) y Oleson (12).
?rbitros: Juan Carlos Arteaga, Daniel Hierrezuelo y Antonio Conde. Sin eliminados.
Palacio de Deportes: 13.109 espectadores. La final, contra el Barcelona, comenzar¨¢ el mi¨¦rcoles con formato 2-2-1 y ventaja de campo para el Bar?a.
El ¨²ltimo y definitivo cuarto de la serie evidenci¨® estas claves, pues mientras el Madrid manten¨ªa su pujanza, el Caja Laboral termin¨® deshilachado. Fue consecuencia de una minuciosa labor de desgaste, empezando por la exhaustiva persecuci¨®n de Prigioni y terminando por la labor de zapador de Felipe Reyes, que ha completado una semifinal estelar. Entre medias, otra buena actuaci¨®n del recuperado Velickovic, Mirotic haciendo de Mirotic y en general unas prestaciones tanto individuales como grupales destacables. El Caja Laboral, por su parte, lleg¨® donde pudo y le dejaron, y demostr¨® genio y figura, aunque esta vez no fuese suficiente, echando en falta una mejor condici¨®n de gente como Nocioni o San Emeterio.
El quinto encuentro reprodujo din¨¢micas vistas anteriormente y el Caja Laboral fue el primero que se puso el mono de trabajo. Ayud¨® la introducci¨®n de un nuevo elemento al debate. Sin margen para ning¨²n tipo de reserva, Ivanovic no dud¨® en poner en cancha a un disminuido Nocioni, pr¨¢cticamente in¨¦dito en la serie, y su equipo lo agradeci¨® en primera instancia. Entre el argentino y un Teletovic esta vez con la mu?eca afinada como se le presupone aprovecharon muy bien las ventajas f¨ªsicas que de vez en cuando se produc¨ªan por los cambios de hombre en la defensa del Real Madrid, y dejaron claro que la decepci¨®n de tener que volver a Madrid era agua pasada (12-22, minuto 9). Pero si algo ha demostrado esta serie es que cuando comienzan las rotaciones y salen las segundas unidades, lo acusan m¨¢s los vitorianos que los madridistas. Sobre todo ante la versi¨®n que hemos visto ¨²ltimamente de Sergio Rodr¨ªguez. Del control se pas¨® a la aceleraci¨®n, y ah¨ª el Madrid resulta muy superior, incluso cuando tiene a alguno de sus elementos m¨¢s explosivos como Carroll algo pasados de revoluciones.
Cuando comienzan las rotaciones y salen las segundas unidades, lo acusan m¨¢s los vitorianos que los madridistas
Los madridistas recuperaron terreno antes del descanso (37-37) pero volvieron a perder un poco el oremus en la salida del tercer cuarto. Dominando el rebote y con Lampe abriendo el campo de ataque con un par de triples, los vitorianos llevaron la iniciativa hasta que Velickovic demostr¨® que esta serie debe llevar su nombre asociado. Con los primeros signos de agotamiento asomando, el Caja Laboral manten¨ªa el tipo a la espera de que la presi¨®n ambiental se volviese en contra de los locales. Pero el Madrid ha madurado mucho esta temporada. No solo por lo que vimos en el cuarto partido, sino porque maneja cada vez mejor los tiempos de los partidos. Sabedor del tal¨®n de Aquiles vitoriano, sigui¨® jugando a todo trapo, m¨¢s si cabe cuando a falta de siete minutos Pablo Laso decidi¨® jugarse un todo o nada con su pareja de bases en pista. Le volvi¨® a salir bien, pues a pesar de que con el ¨²ltimo aliento de Prigioni el Caja Laboral empat¨® de nuevo el encuentro (59-59, a falta de seis minutos) dos triples de Sergio Rodr¨ªguez y Carroll dieron inicio a la fiesta.
El Caja Laboral lleg¨® donde pudo y le dejaron demostrando su genio y figura
Como todav¨ªa no es equipo de dos velocidades, cuando el partido le ped¨ªa calma al Madrid por su ventaja (67-59) no la hubo, y permitieron un atisbo de rebeli¨®n baskonista. Pero los de Ivanovic ya no ten¨ªan la suficiente energ¨ªa y claridad mental para aprovecharlo. La hab¨ªan dilapidado en cinco maratones.
De forma pl¨¢cida el partido muri¨® y el Madrid vuelve a una final de la Liga Endesa. Justo premio para un equipo en constante crecimiento. Le espera el Bar?a. Palabras mayores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.