M¨¢s resignaci¨®n que orgullo
Despu¨¦s de muchas decepciones, del adi¨®s de Capello y de la baja de Lampard, el equipo ingl¨¦s acude con la confianza mellada
Ser¨ªa una deliciosa iron¨ªa que Inglaterra ganase la Eurocopa este verano. Aut¨¦nticamente deliciosa. ?Por qu¨¦? Porque ser¨ªa la primera vez en la historia que la selecci¨®n inglesa empieza un torneo sin que el grueso de la poblaci¨®n se haya convencido de que s¨ª, esta vez s¨ª toca ganar. Es m¨¢s: ser¨ªa muy dif¨ªcil hoy, por no decir imposible, encontrar a un ingl¨¦s ¨Ca uno¨C que albergue la m¨¢s m¨ªnima expectativa de que su selecci¨®n triunfe. Antes de comenzar las anteriores competiciones siempre hab¨ªa un sector humilde, realista y racional que explicaba detalladamente la inevitabilidad de otro fracaso ingl¨¦s, pero a estos o no se les hac¨ªa mucho caso o se los tildaba de aguafiestas. Ahora todos son aguafiestas; nadie se atreve a sugerir que Inglaterra podr¨ªa ganar. Ni los tabloides m¨¢s hist¨¦ricos, m¨¢s sensacionalistas, m¨¢s patrioteros se lo creen esta vez. Y menos tras las baja de ¨²ltima hora de Lampard.
El propio The Sun, de Rupert Murdoch, ha adoptado un tono inusitadamente sobrio. Como todos los seleccionadores ingleses, Roy Hodgson ser¨¢ juzgado por los resultados, escribi¨® un columnista del tabloide de tabloides. ¡°Pero, a diferencia de los de antes, no estaremos demasiado sorprendidos si no lo consigue¡±.
?El fichaje del anterior seleccionador, Fabio Capello, gener¨® una enorme ilusi¨®n. La idea era que el italiano trasladar¨ªa su impresionante curr¨ªculo ¨Csiete campeonatos de Liga en Italia y Espa?a, una Copa de Europa¨C a la selecci¨®n de Inglaterra. El hecho de que no ten¨ªa ninguna experiencia en el f¨²tbol ingl¨¦s y que ni siquiera hablaba el idioma era irrelevante. Todo lo que tocaba Capello se convert¨ªa en oro. Adem¨¢s, era un tipo duro, y lo que necesitaban los talentosos pero excesivamente consentidos jugadores ingleses era un sargento que los pusiera firmes. Bonita teor¨ªa, pero no funcion¨®. Capello nunca le meti¨® mucho inter¨¦s a su tarea ¨Cno se molest¨® en aprender el ingl¨¦s, fue a pocos estadios a ver partidos de la Premier¨C y tuvo un desastroso Mundial 2010. Dej¨® el cargo ¨Cdemasiado tarde¨C en febrero de este a?o. Nadie lament¨® su salida.
El capit¨¢n, Steven Gerrard, caduc¨® como la posible gran figura que nunca lleg¨® a ser, y John Terry est¨¢ medio loco
Demostrando una vez m¨¢s que cada acci¨®n genera una reacci¨®n, los sabios de la Football Association decidieron remplazar a Capello con un hombre que es, en pr¨¢cticamente todos los sentidos, la ant¨ªtesis del italiano. Roy Hodgson no ha ganado nada, a no ser que se cuente un par de torneos en sus comienzos como entrenador en Suecia y Dinamarca. El gran logro de su vida fue llevar a Suiza a octavos de final en el Mundial de 1994.
El m¨¢s reciente de sus muchos fracasos tuvo ¨Chay que reconcerlo¨C su m¨¦rito hist¨®rico: es el entrenador del Liverpool que menos tiempo (seis meses) ha durado desde su fundaci¨®n en 1892. Otras diferencias con Capello: es un se?or simp¨¢tico y cort¨¦s que no solo domina el ingl¨¦s a la perfecci¨®n (caso que no siempre se da en jugadores o entrenadores nacidos en las islas) sino que es curiosamente culto. Preguntado una vez con qu¨¦ personajes m¨¢s le gustar¨ªa compartir una cena, respondi¨® que con los novelistas estadounidenses Philiph Roth y John Updike.
En la rueda de prensa del mes pasado en la que anunci¨® los nombres de su primera plantilla, los periodistas tuvieron la grata oportunidad de comunicarse con un seleccionador que entend¨ªa sus preguntas a la primera, que respond¨ªa en frases gramaticalmente correctas y que, encima, era capaz (inconcebible noci¨®n en tiempos de Capello) de hacer bromas, de re¨ªrse de s¨ª mismo al buen estilo ingl¨¦s.
?En un momento dado se le pregunt¨® c¨®mo ve¨ªa las opciones de su equipo en la Eurocopa dado que cinco de sus mejores jugadores, quiz¨¢ seis, estar¨ªan ausentes por lesi¨®n y el mejor de todos, Wayne Rooney, no podr¨ªa jugar los dos primeros partidos por suspensi¨®n. ¡°Bueno¡±, respondi¨® Hodgson, provocando carcajadas c¨®mplices en su audiencia, ¡°la verdad es que hab¨ªa estado bastante animado hasta que usted hizo menci¨®n de todo eso¡±.
Si se hubiese nombrado a Redknapp lo m¨¢s probable es que una vez m¨¢s se hubiera desatado una explosi¨®n de irracional optimismo entre las multitudes futboleras
La verdad tambi¨¦n es que la decisi¨®n de nombrar a Hodgson como seleccionador caus¨® bastante estupor. Todo el mundo supon¨ªa que el elegido ser¨ªa Harry Redknapp, el entrenador del Tottenham, hombre muy querido por los jugadores y por la afici¨®n, ante todo por sus dotes como motivador. Pero quiz¨¢ haya habido algo de sabidur¨ªa en la elecci¨®n de Hodgson. Si se hubiese nombrado a Redknapp lo m¨¢s probable es que una vez m¨¢s se hubiera desatado una explosi¨®n de irracional optimismo entre las multitudes futboleras, cuando lo que los tiempos exigen es calma y resignaci¨®n. Una mirada a la lista de seleccionados explica por qu¨¦.
Con la excepci¨®n de Rooney, cuya aparici¨®n en el equipo podr¨ªa llegar demasiado tarde para que Inglaterra se clasifique para los cuartos de final de la Eurocopa, solo hay dos jugadores que ser¨ªan capaces de cumplir un papel respetable en el once inicial de una selecci¨®n seria y viable como la espa?ola, la alemana o la holandesa: Ashley Cole, el lateral izquierdo del Chelsea, y Joe Hart, el portero del flamante campe¨®n ingl¨¦s, el Manchester City. En cuanto a los dem¨¢s, no hay ni uno que suscitar¨ªa el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s en los ojeadores del Real Madrid, el Milan o cualquier otro gran club del f¨²tbol europeo.
?El capit¨¢n, Steven Gerrard, caduc¨® como la posible gran figura que nunca lleg¨® a ser hace un par de a?os, tras su an¨¦mica actuaci¨®n en el Mundial de Sud¨¢frica. La temporada que acaba de concluir con el Liverpool ha sido nefasta. De los otros dos viejos rockeros elegidos al principio por Hodgson, John Terry est¨¢ medio loco (v¨¦ase su tarjeta roja contra el Barcelona en semifinales de la Champions) y el centrocampista Frank Lampard se cay¨® a ¨²ltima hora de la lista por una lesi¨®n muscular. Su puesto fue ocupado por Henderson, del Liverpool.
De los probables en la alineaci¨®n inicial, Glen Johnson, del Liverpool, es un lateral derecho con cierta vocaci¨®n ofensiva pero en defensa es la proverbial gallina sin cabeza. Joleon Lescott, del Manchester City, es uno de esos centrales estereot¨ªpicos ingleses que sacan pecho en momentos de crisis, que van bien de cabeza y saben lanzar sus cuerpos con esp¨ªritu kamikaze ante los disparos del rival, pero que se les ve confusos a la hora de recibir el bal¨®n al pie. M¨¢s o menos lo mismo se podr¨ªa decir de los supuestos centrocampistas Gareth Barry y James Milner, ambos del Manchester City, ninguno de los dos con un puesto asegurado en el once del club campe¨®n.
Despu¨¦s, para deleite solo de aficionados del Arsenal, est¨¢ Theo Walcott, la gran promesa que no dejar¨¢ ¨Cen el mejor de los casos¨C de quedarse en promesa
Despu¨¦s, para deleite solo de aficionados del Arsenal, est¨¢ Theo Walcott, la gran promesa que no dejar¨¢ ¨Cen el mejor de los casos¨C de quedarse en promesa. Lo ¨²nico que hace Walcott con cierto grado de fiabilidad es correr muy r¨¢pido. A veces, por la ley de la probabilidad, hace un pase acertado o, incluso, mete un gol. Pero es dif¨ªcil evitar la sensaci¨®n de que hubiera tenido m¨¢s ¨¦xito como velocista en los Juegos Ol¨ªmpicos que como futbolista en la Eurocopa.
Lo mejor que hay en el centro del campo ingl¨¦s es Scott Parker, del Tottenham. Tiene garra, capacidad de liderazgo y cierto manejo del bal¨®n, pero no deja de ser una versi¨®n pobre de Iker Muniain. Y encima es posible que no est¨¦ recuperado a tiempo de una lesi¨®n para poder jugar.
?En cuanto a los jugadores m¨¢s ofensivos que Hodgson ha seleccionado lo m¨¢s llamativo es c¨®mo delatan, salvo en el caso de Rooney, la dependencia que tiene la Premier de los jugadores extranjeros. Ashley Young y Danny Welbeck comienzan un partido de cada dos en el Manchester United; Alex Oxlade-Chamberlain, del Arsenal, suele aparecer en los ¨²ltimos 10 minutos de los encuentros de Liga, normalmente sustituyendo a Walcott. Para ser justos con Oxlade-Chamberlain, la mayor parte de la afici¨®n del Arsenal no entiende por qu¨¦ su entrenador, Ars¨¨ne Wenger, no lo pone siempre desde el comienzo en vez de a Walcott. De todos los jugadores que Hodgson ha elegido este joven explosivo y habilidoso, de 18 a?os, quiz¨¢ sea el que m¨¢s posibilidades tenga de labrarse un nombre importante en el f¨²tbol europeo. ?Qui¨¦n sabe? Igual acaba siendo la estrella de la Eurocopa; igual Inglaterra gana la competici¨®n. Si Grecia lo logr¨® hace ocho a?os, todo es posible. Pero ser¨ªa la sorpresa m¨¢s grande del a?o. Y, eso s¨ª, una grandiosa, espl¨¦ndida, deliciosa iron¨ªa.
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