Boniek: ¡°Antes, el mejor lo demostraba en el campo¡±
Boniek, el jugador m¨¢s laureado de la historia de Polonia, recuerda el tercer puesto de Espa?a 82 y su ¨¦poca en ¡®la Juve¡¯
Zbigniew Boniek (Bydgoszcz, 1956) se dedic¨® toda su carrera a sorprender. A propios y extra?os, compa?eros y rivales. Nadie sab¨ªa muy bien c¨®mo iba a responder en cada partido este jugador de potente arrancada, capaz de jugar de extremo, de diez o de nueve sin ser una cosa, ni la otra ni todo lo contrario. Y as¨ª, a base de sorprender, con la selecci¨®n y, sobre todo, con el Juventus, alcanz¨® en la d¨¦cada de los ochenta las cotas m¨¢s altas que nunca haya logrado un jugador polaco, al menos en lo que se refiere a t¨ªtulos. Pero eran otros tiempos. ¡°Antes ten¨ªas que ser el mejor en el campo para que, fuera, te consideraran el mejor futbolista. Hoy es suficiente con un poco de publicidad y m¨¢s relaciones p¨²blicas para ser, y sentirse, una estrella¡±, explica Boniek.
¡°El f¨²tbol ha cambiado, es un error querer compararlo con el del entonces¡±, insiste el exjugador. Aquel f¨²tbol al que se refiere es el que desplegaba la fabulosa generaci¨®n polaca de los setenta y ochenta, la del Mundial de Alemania 74, cuyo legado mantuvo vivo Boniek en Espa?a 82, donde tambi¨¦n logr¨® el tercer puesto, al igual que ocho a?os antes, sin que nadie se lo esperara. Si Gzregorz Lato fue el art¨ªfice de la primera heroicidad, Boniek se encarg¨® de catapultar a Polonia en Espa?a, sobre todo tras vencer 3-0 a B¨¦lgica en el Camp Nou, con tres goles suyos que sellaron el pase a las semifinales. ¡°No considero que fuese un goleador puro, pero s¨ª marqu¨¦ muchos tantos y de muchos estoy muy orgulloso, claro, pero probablemente los tres a B¨¦lgica en el Camp Nou son mi mejor tarjeta de visita¡±, considera Boniek, que marc¨® 20 goles en los 80 partidos internacionales que disput¨®. Aquel Campeonato del Mundo se trunc¨® en semifinales, ante la futura campeona, Italia, el ¨²nico encuentro que Boniek no disput¨®, al estar sancionado.
¡°?ramos buen¨ªsimos jugando, sobre todo al contragolpe. Siempre logr¨¢bamos sorprender a nuestros rivales¡±, comenta el exjugador y entrenador sobre aquel equipo.
¡°Siempre sorprend¨ªamos a los rivales¡±, dice sobre su generaci¨®n
La ca¨ªda del tel¨®n de acero dio un vuelco a la historia pol¨ªtica de Polonia y, por ende, de su f¨²tbol. Nunca m¨¢s volvi¨® a surgir una generaci¨®n de jugadores como la que creci¨® al auspicio de aquella burbuja. Un asunto, el de la pol¨ªtica al fin y al cabo, en el que no quiere hurgar demasiado Boniek. ¡°No es que haya pasado nada concreto, simplemente ha habido cambios culturales, pol¨ªticos, y los j¨®venes han crecido de forma distinta a nosotros¡±, concede cuando se le pregunta el por qu¨¦ de ese vac¨ªo generacional.
S¨ª hubo algo que diferenci¨® a Boniek de los Deyna, Lato, Tomaszewseki¡ y es que, aunque coet¨¢neos, el tener unos cinco a?os de media respecto a ellos le permiti¨® salir de Polonia siendo a¨²n joven, con 26 a?os, y poder triunfar en un gran equipo europeo como el Juventus, donde aterriz¨® en 1982. ¡°La verdad es que no recuerdo nada especial que me llamase demasiado la atenci¨®n al llegar a Italia, pero me qued¨¦ porque es un pa¨ªs maravilloso¡±.
En aquel Juventus coincidi¨® con Tardelli, Platini o Paolo Rossi, el delantero que con su soberbio Mundial impidi¨® a Polonia jugar la final. En Tur¨ªn vivi¨® Boniek algunos de sus mejores momentos como futbolista, pero tambi¨¦n los m¨¢s duros, como la final de la Copa de Europa perdida en Hamburgo ante el Standard de Lieja en 1983 o la tragedia de Heysel, en la que murieron 39 personas en los proleg¨®menos de la final de la Copa de Europa ante el Liverpool.
Pasado el tiempo, sin embargo, el recuerdo de lo logrado ¡ªun scudetto, una Copa de Italia, una Recopa y una Copa de Europa¡ª perdura en su memoria: ¡°Fue una locura jugar en aquel equipo, fuimos los mejores durante tres a?os, lo ganamos todo¡±, se congratula Boniek.
Si algo caracteriz¨® al sorprendente Boniek es que cuando m¨¢s destacaba era en los partidos que se jugaban de noche, normalmente, los de competiciones europeas. No en vano, en las cuatro finales que disput¨®, marc¨® tres de los cinco goles de su equipo y provoc¨® un penalti que supuso un cuarto. Sus soberbias actuaciones nocturnas hicieron que Gianni Agnelli le bautizara como Il Bello di Notte [El guapo de noche], durante una recepci¨®n con el pol¨ªtico estadounidense Henry Kissinger: ¡°Ten¨ªamos al mejor jugador del mundo. Pero cuando jug¨¢bamos de noche, cont¨¢bamos con los dos mejores. Zibi era imparable por la noche. ?Por qu¨¦? No lo s¨¦, pero era como si tuviera los genes de un depredador letal, de esos que salen de caza cuando anochece¡±, lleg¨® a decir de ¨¦l Il Avvocato Agnelli.
¡°Era muy especial jugar con Platini, desde el principio fuimos grandes amigos¡±
Casi con toda seguridad Boniek se sentar¨¢ hoy en Varsovia muy cerca de su gran amigo en la Juve, el actual presidente de la UEFA, Michel Platini: ¡°Era muy especial jugar con ¨¦l, desde el principio fuimos grandes amigos, nuestras mujeres trabaron pronto amistad. Somos personas muy distintas, pero nos une una profunda amistad¡±, recuerdan.
Juntos, contemplar¨¢n Boniek y Plantini el deb¨² de la selecci¨®n polaca (18.00, Tele5), una de las anfitrionas de una Eurocopa, que parte con un claro favorito para la leyenda polaca: ¡°Espa?a, sin duda. Nunca se cansan, siempre tienen el bal¨®n, una t¨¦cnica enorme y, sobre todo, una manera de jugar muy inteligente¡±, comenta sobre el combinado de Vicente del Bosque. Sobre Polonia, que trata de lograr su primera victoria en una Eurocopa ¡ªsolo ha jugado la de 2008, con un empate y dos derrotas¡ª Boniek destaca al portero del Arsenal Wojcieh Szczesny y el tabique sobre el que se sustenta el actual campe¨®n de la Bundesliga, el Borussia de Dortmund: el lateral Lukasz Pizczek; el medio Jakub Blaszczykowski y el delantero Robert Lewandowski. ¡°Para nosotros, superar la primera fase ser¨ªa ya un gran ¨¦xito. No somos un equipo muy fuerte, pero s¨ª lo suficiente para pasar de la fase de grupos¡±. Y poder convertirse, otra vez, en una de las sorpresas del torneo.
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