Walcott despide a Ibrahimovic

La inglesa y la sueca acreditaron que son dos selecciones improvisadas, en transici¨®n, y hasta cierto punto imprevisibles, capaces de protagonizar un partido disparatado. Vivi¨® Suecia del poder¨ªo de su central Mellberg en las jugadas a bal¨®n parado y resolvi¨® Walcott para Inglaterra. La velocidad y determinaci¨®n del jugador del Arsenal fueron decisivas para la suerte del partido, resuelto con un gesto t¨¦cnico sensacional de Welbeck, sin duda el mejor detalle de la noche.

Pasado el ejercicio de supervivencia contra Francia, y a la espera de Rooney, Inglaterra asom¨® un poco la cabeza contra Suecia. Hodgson apost¨® por Carroll, el tallo del Liverpool, como acompa?ante de Welbeck y a cambio sent¨® al joven Oxlade-Chamberlain. Tambi¨¦n cambi¨® Ibrahimovic de compa?ero de ataque, despu¨¦s de discutir con Rosenberg. A Ibracadabra parece que le gusta m¨¢s Elmander. Lo que m¨¢s le conviene a Ibrahimovic, si embargo, no es siempre lo mejor para Suecia.

La figura del Milan se alej¨® del ¨¢rea para jugar de falso 10, como si fuera el mejor centrocampista, y su equipo perdi¨® llegada y pegada de salida. Nada que ver con la actividad de Carroll, que despu¨¦s de ofrecerse de forma reiterada cabece¨® de forma magistral un centro medido desde la derecha de Gerrard. Aun cuando no aperec¨ªa Asley Young, abierto en la banda izquierda, Inglaterra ten¨ªa un mejor sentido de equipo que Suecia, obligada a llevar la iniciativa despu¨¦s del encajar el gol.

Los ingleses tomaron el bal¨®n nada m¨¢s empezar el partido y ofrecieron un cuarto de hora de f¨²tbol interesante, sorprendente en una selecci¨®n que habitualmente ha vivido del ritmo y el car¨¢cter. Tocaban y no se precipitaban los futbolistas de Hodgson, interesados en la posesi¨®n y en la paciencia m¨¢s que en llegar a la porter¨ªa en l¨ªnea recta, como era su norma.

El gol, en cualquier caso, tuvo el sello inconfundible de la Premier por la calidad de la comba del capit¨¢n y el cabezazo del ariete.

La jugada fue la mejor noticia del partido hasta el descanso, al menos para Inglaterra, cada vez m¨¢s replegada, menos continua y asociativa en su juego, m¨¢s espectadora de Ibrahimovic. Jugador sobresaliente, Ibra jugaba con una especial desgana, puede que convencido de que su selecci¨®n no ten¨ªa recorrido en el torneo desde su ca¨ªda inicial contra Ucrania. Los suecos, sin embargo, se rehabilitaron en la reanudaci¨®n despu¨¦s de una jugada afortunada protagonizada por el d¨²o del d¨ªa: Carroll-Ibra. A Carroll le dio por tomarse la revancha por su cuenta despu¨¦s de una falta no pitada por el ¨¢rbitro y concedi¨® un libre directo para Ibrahimovic. El sueco tir¨® a la barrera, recogi¨® el rechace con un disparo de tijeras y el bal¨®n fue a parar a pies de Mellberg, que hizo bingo con Johnson, especialmente desacertado en la defensa de la jugada por habilitar al defensa sueco en lugar de tirar el fuera de juego como indicaban los centrales.

La estrategia redimi¨® a Suecia porque acto seguido nuevamente Mellberg cabece¨® a la red una falta lateral de Larsson. Volvi¨® a fallar la zaga de Inglaterra e Ibrahimovic se mof¨® hasta del portero Hart. La r¨¦plica de los muchachos de Hodgson no pod¨ªa llegar de otra manera que no fuera a bal¨®n parado. Walcott enganch¨® un buen tiro despu¨¦s de un rechace a la salida de un c¨®rner y dej¨® el empate a dos. Ante la falta de control, el partido qued¨® abierto a cualquier sorpresa. Y apareci¨® Welbeck para taconear de espaldas a la porter¨ªa un centro de Walcott, el jugador del partido por la capacidad de respuesta que le dio a su equipo, hasta entonces demasiado apagado. Walcott funcion¨® de nuevo como revulsivo porque cambi¨® el ritmo y la velocidad de un equipo excesivamente parado. La actuaci¨®n del extremo le vali¨® a Inglaterra para certificar la eliminaci¨®n del equipo de Ibrahimovic tras muchos goles y poco f¨²tbol, nada extra?o en dos equipos que hacen camino al andar.