Cosas de Cassano y Balotelli
Italia doblega a Irlanda, que, sin embargo, la mantuvo al borde de la taquicardia durante la segunda mitad, cuando los ¡®azzurri¡¯ volvieron a apelar al esp¨ªritu conservador
Como si la raci¨®n de biscotto, durante la semana, le hubiera sentado mal, Italia sali¨® con dolor de tripas. La digesti¨®n no fue buena y hasta el minuto 90 no respir¨® tranquila con una clasificaci¨®n m¨¢s disputada de lo previsto. Su problema no fue el biscotto, en el que nunca crey¨®, sino su f¨²tbol, con algunas costuras por zurcir, y su personalidad, un tanto t¨ªmida, demasiado medrosa.
Le cost¨® unos 10 minutos evacuar el dulce, los que tuvo Irlanda para hacer un gui?o a su inestimable y colorida afici¨®n con un par de llegadas que en Italia, seguro, revivieron los mal¨¦ficos homenajes al 18 de junio, cuando La Azzurra perdi¨® con los irlandeses en el Mundial de Estados Unidos y cuando fue eliminada en el de Corea del Sur por el equipo anfitri¨®n. Mal d¨ªa para mirar al calendario. Malo, adem¨¢s, cuando el que yerra a los 30 segundos es Pirlo, la bandera y el m¨¢stil de Italia, y propicia una contra irlandesa de las que se atragantan en la nuez.
Italia sali¨® del escusado aliviada cuando Pirlo, aunque muy atr¨¢s, comenz¨® a manejar cortito el f¨²tbol, apoy¨¢ndose en Motta y contando con la agilidad de Di Natale para escapar de las fornidos irlandeses. Cassano se dedic¨® a moverlos por las bandas, fuera de sitio y lugar. Di Natale, por r¨¢pido, por listo, super¨® al portero irland¨¦s y en un gesto magnifico envi¨® el bal¨®n a la porter¨ªa vac¨ªa. St. Ledger lleg¨® a tiempo de evitar que cruzara la raya. Fue como una promocion de una pel¨ªcula ya anunciada. Irlanda se vio superada por una marabunta, bien es cierto que pac¨ªfica, de Italia y, para colmo, sufri¨® la inseguridad del portero, Given. Sus manos de cirujano no soportaron el impacto previsible de un disparo de Pirlo y lo envi¨® a c¨®rner en vez de abrazarlo. Casano lo aprovech¨® para rozar con su ¨²ltimo pelo el bal¨®n, que dio en un poste y bot¨® dentro, aunque sin alcanzar la red.
ITALIA, 2 - IRLANDA, 0
Italia: Buffon; Abate, Barzagli, Chiellini (Bonucci, m.57), Balzaretti;? Pirlo, Marchisio, Motta, De Rossi; Di Natale (Balotelli, m.75) y Cassano (Diamanti, m.63). No utilizados: De Sanctis, Sirigu, Ogbonna, Nocerino, Giovinco, Maggio, Montolivo, Borini y Giaccherini.
Irlanda: Given; O'Shea, Dunne, St. Ledger, Ward; McGeady (Long, m.65), Whelan, Andrews, Duff; Doyle (Walters, m.76) y Robbie Keane (Cox, m.86). No utilizados: Westwood, Forde, Odea, Kelly, Mcshane, Hunt, Gibson, Green y McClean.
Goles: 1-0, m.36: Cassano; 2-0, m.90: Balotelli.
Arbitro: Cuneyt Cakir (TUR). Amonest¨® a Balzaretti, Buffon, De Rossi, Andrews y O'Shea y expuls¨® por doble amonestaci¨®n a Andrews (m.89).
Estadio Miejski de Poznan, 38.000 espectadores.
No era una Italia grande, no era una Italia bella, pero era una Italia que ejerc¨ªa su autoridad de forma suficiente. Pero, en la segunda mitad, era una Italia aterrada por el frenes¨ª irl¨¢nd¨¦s, que, sin nada que perder, decidi¨® que hab¨ªa llegado su momento estelar. Italia se asust¨®. Las segundas partes se le atragantan. Parece extra?o que un simple empuj¨®n f¨ªsico de Irlanda, con la osad¨ªa que da la calma, le robara los galones del partido y le empujara a la defensa con pico y pala. Como si los genes que no se adivinan en el modernista Prandelli se apoderasen de Italia sibilinamente, La Azzurra dio dos pasos atr¨¢s e invit¨® a la tropa irlandesa a un acoso que fue elevando su autoestima.
Cada jugada a bal¨®n parado era un abracadabra del 18 de junio. Doyle y Duff se convirtieron en velocistas indomables y los grandullones irlandeses en gullivers a¨²n m¨¢s agigantados. Pero siempre queda un resquicio para el arte. El de Buffon, para repeler un misil de Andrews, y el de Balotelli, para cortar con tijera de sastre un centro desde la derecha que le permiti¨® poner su sello a la escueta carta de un partido m¨¢s emotivo que bello.
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