Cassano se hace imprescindible

Antonio Cassano pas¨® una mala noche el 14 de abril. La noticia de la muerte de Piermario Morosini, jugador del Livorno, tras sufrir una crisis cardiaca en un partido de f¨²tbol, le hizo temer por la salud de su coraz¨®n. Operado en noviembre para corregirle la malformaci¨®n que le provoc¨® una isquemia cerebral, tard¨® cinco meses en volver a jugar un partido. Finalmente, una semana despu¨¦s de ponerse las botas para disputar un encuentro de la Liga con el Milan, la tragedia de Morosini le devolvi¨® a la realidad de su propia encrucijada. La idea inconcebible de sentirse, al mismo tiempo, en la plenitud de la vida y camino del hospital para enfrentarse a la muerte.

Han transcurrido dos meses desde el fallecimiento de Morosini y el mediapunta se ha convertido en un jugador tan importante para Italia como el propio Pirlo. Su gol a Irlanda le afianza en un equipo que no encuentra claridad en los ¨²ltimos metros si ¨¦l no interviene. ¡°No me esperaba jugar el Europeo¡±, dijo hace unos d¨ªas; ¡°es un regalo y ahora quiero ser protagonista¡±.

No me esperaba estar en el torneo. Es un regalo. Ahora quiero ser protagonista" Cassano, jugador de la selecci¨®n italiana

Aunque no crey¨® que Cesare Prandelli, el seleccionador, le convocara, lo cierto es que el t¨¦cnico no pudo prescindir de ¨¦l. Cuando asumi¨® el cargo, hace dos a?os, Prandelli concibi¨® un equipo cuyos puntas eran Cassano y Giuseppe Rossi. Sin referencias claras arriba, multiplicando pases y desplegando la movilidad permanente que le ofrec¨ªan los dos atacantes, Italia consigui¨® la clasificaci¨®n e hizo sus mejores partidos. Los problemas parec¨ªan lejanos para este conjunto en evoluci¨®n hasta que Rossi sufri¨® dos lesiones sucesivas de ligamentos cruzados y a Cassano le metieron en el quir¨®fano sin saber si podr¨ªa volver a jugar.

Aunque no crey¨® que Cesare Prandelli le convocara, el t¨¦cnico no pudo prescindir de ¨¦l

Cassano es un maleducado y un exc¨¦ntrico. Su sentido de la industria no es lombardo. Le condicionan las emociones. Pero no tiene dudas respecto a ciertos valores. Es sincero, leal a unos amigos y unos familiares sin los que no entiende la felicidad. Tambi¨¦n es muy intolerante respecto a c¨®mo se debe jugar. El f¨²tbol sigue siendo una pasi¨®n infantil para Cassano, que sigue todas las Ligas que puede. Lo mismo trasnocha para ver un Boca-V¨¦lez que procura ver todos los partidos del Ajax y el Feyenoord. Sobre el campeonato espa?ol no manifiesta dudas. Jug¨® en el Madrid, pero, para ¨¦l, su sensibilidad es m¨¢s importante que el escudo que le cubre el pecho. ¡°Cuando el Madrid gan¨® el campeonato, no me alegr¨¦¡±, dijo; ¡°a m¨ª me gusta mucho m¨¢s el Bar?a porque juega mejor. Messi es el jugador que m¨¢s admiro en el mundo. A veces me quedo hasta las cuatro de la ma?ana para ver sus partidos con su selecci¨®n¡±.

Asegura que la paternidad le ha serenado. Se siente maduro y no le gusta que le comparen con el extravagante Balotelli.

El mejor amigo de Cassano en el Madrid es Sergio Ramos. ¡°Porque es un terrone como yo¡±, explica en alusi¨®n a su condici¨®n de andaluz, que ¨¦l equipara a la de siciliano, napolitano, calabr¨¦s o pull¨¦s. Nacido en Bari hace 30 a?os, Cassano hace bandera de su origen meridional. En la selecci¨®n italiana, sus mejores amigos son Rossi, hijo de inmigrantes italianos en Estados Unidos, y su tocayo el napolitano Di Natale. Ahora en Cracovia, cerca de la concentraci¨®n, se han instalado algunos de sus familiares, incluyendo su novia, Carolina. Con ella, exjugadora de la selecci¨®n italiana de waterpolo, tuvo hace poco un hijo, Christopher, al que apoda Paciocchino. Ayer pas¨® el d¨ªa con ellos. Asegura que la paternidad le ha serenado. Se siente maduro y no le gusta que le comparen con el extravagante Balotelli.

Cassano no aguanta los 90 minutos y est¨¢ m¨¢s lento que en sus mejores tiempos. La inactividad ha transformado su modo de jugar. Ha pasado de ser un regateador que enfila la porter¨ªa cada vez que puede a acentuar su funci¨®n como administrador que brinda apoyo al delantero centro, a los centrocampistas y a los carrileros. Sus balances estad¨ªsticos de asistencias le delatan. Dio seis en 17 partidos con el Milan en la temporada pasada y complet¨® 10 en 16 partidos en la actual. ¡°Est¨¢ al 70% de sus condiciones f¨ªsicas, pero, si da todo lo que tiene, me basta¡±, asegura Prandelli; ¡°aporta much¨ªsimas cosas al juego. Tira a puerta, filtra pases de gol, brinda profundidad¡­ Si Antonio contin¨²a as¨ª, ser¨¢ perfecto para Italia¡±.