Benzema, en la alambrada
El delantero, atrapado por la red de toques de los espa?oles y por la incapacidad de su propio equipo, dice adi¨®s a otra fase final de una gran competici¨®n sin ser capaz de firmar un gol
Los primeros en marcarle los confines de su territorio fueron Xabi Alonso y Sergio Ramos, compa?eros suyos en el Madrid. Karim Benzema descubri¨® pronto que recibir¨ªa el bal¨®n a duras penas, en una circunscripci¨®n estrecha y ¨¢spera. Alonso comenz¨® por anticip¨¢rsele, Ramos le puso el cuerpo en la siguiente jugada y tal vez el franc¨¦s tuvo la sensaci¨®n de que la pradera del centro del campo se convertir¨ªa en el lugar m¨¢s estrecho de todos. Apenas un jard¨ªn de tierra revuelta. Sin los l¨ªmites de las rayas laterales, pero con la coordinaci¨®n y el conocimiento de colegas que le ven venir porque le estudian a diario durante la temporada. Ese fue el primer contacto de Benzema con un partido en el que no le acompa?¨® nadie para interpretar sus desmarques en el equipo de Francia. Librado a su suerte, cada pelota que le arrimaron le lleg¨® sucia porque los bleus no la tuvieron y, cuando se apropi¨® de ella, en ese 40% del tiempo de acci¨®n, no dispuso de un asistente capaz de lanzar al genio. M'Vila, Malouda y Cabaye nunca fueron sus socios y es dif¨ªcil que lo sean en el futuro.?
Cargaba sobre su espalda el 10. Le responsabilizaba la expectativa de todos sus compa?eros, convencidos, junto a la opini¨®n p¨²blica francesa, de que Benzema es el mejor futbolista del pa¨ªs. El heredero de Platini, Ginola y Zidane. Alguien que deb¨ªa cumplir arrastrando a su equipo hacia la victoria con goles. Hasta ayer, el delantero madridista no hab¨ªa marcado en la fase final de un gran torneo y suma tres y dos Eurocopas. En Polonia y Ucrania hab¨ªa sido el ¨²nico de los grandes goleadores de las selecciones que pasaron a los cuartos de final que no hab¨ªa inaugurado su casillero. Torres, Rooney, Cristiano, Balotelli, G¨®mez o Klose, todos hab¨ªan metido su gol. Todos menos ¨¦l. Y se qued¨® sin meterlo.
Al delantero no le marc¨® nadie en concreto, sino todo un equipo sincronizado
Benzema nunca lleg¨® a fracasar porque Espa?a le priv¨® de su lugar en el partido. No le marc¨® nadie en concreto. Le control¨® un equipo que ayer estuvo pendiente de estorbar a Francia con una sincronizaci¨®n y una capacidad de atenci¨®n dif¨ªcil de ver en el f¨²tbol mundial. Comenzando por Cesc y Silva, que barrieron todo el campo presionando primero a los centrales franceses y por ¨²ltimo colaborando m¨¢s atr¨¢s en la recuperaci¨®n del bal¨®n. Las l¨ªneas de Espa?a hac¨ªan dif¨ªcil distinguir d¨®nde comenzaba el ataque y d¨®nde la defensa. Espa?a juega y tanto el gol como la recuperaci¨®n se convierten en consecuencias de ese juego en el que todos parecen capaces de todo, lo mismo de cubrir como centrales que de definir como nueves. Que Cesc y Silva contribuyeran m¨¢s de una vez a ahogar a la estrella francesa revela el esp¨ªritu colectivo del conjunto de Del Bosque. En este contexto, los contragolpes de Francia se disolvieron r¨¢pidamente. En la primera parte, solo Cabaye, de falta directa, remat¨® a puerta.
Blanc le retras¨® a la posici¨®n de ¡®nueve y medio¡¯, pero sigui¨® agot¨¢ndose en vano
A Benzema le pusieron su m¨²sica durante el calentamiento. Rockafeller Skank, de Fatboy Slim, anim¨® con sonidos funkys el estadio de Donbass. Pero no hab¨ªa salida para el atacante, atrapado por la incapacidad de su propio equipo. Al verse inm¨®vil y sin bal¨®n, cay¨® a las bandas en busca de pastos frescos. Ah¨ª le entregaron la pelota sus compa?eros en tres contragolpes sucesivos, a la derecha y a la izquierda. La primera vez le tom¨® Arbeloa con las ayudas de Alonso y Piqu¨¦. La segunda le contuvo Alba con el auxilio de Busquets y Ramos. La sinton¨ªa defensiva era perfecta. Benzema solo atin¨® a driblar a dos oponentes una vez antes de sufrir una falta. En otra ocasi¨®n, al verse tapado, procur¨® jugar con Cabaye. Ninguna soluci¨®n aclar¨® el panorama para Francia como la falta que le hizo Ramos y que provoc¨® el lanzamiento de Cabaye y la parada de Casillas.
Viendo que su punta no ol¨ªa una buena pelota, Blanc le retras¨® a la posici¨®n del nueve y medio y puso a Olivier Giroud en punta. Fue un esquema improvisado e insuficiente. El futbolista franc¨¦s de referencia sigui¨® agot¨¢ndose en b¨²squeda de una buena pelota, ahogado su equipo y angostados sus espacios en el medio campo por la interminable red de toques espa?oles. Toques o alambradas, con el bal¨®n o sin ¨¦l. Ah¨ª se enganch¨® Benzema.
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