Un salto de dos metros

¡°?Perdona, Kevin!¡±, grita Rafael Nadal tras ganar con fortuna un punto. Es un entrenamiento en el que las casualidades no existen. Hoy, en Wimbledon, empiezan a volar las balas de los sacadores. El espa?ol, el segundo tenista que m¨¢s juegos gana al resto en todas las superficies (el 33% por el 35% del argentino Guillermo Coria) desde que se registran estos datos estad¨ªsticos (1991), busca un escudo. Esto no es su querida tierra, que frena los tiros de sus contrarios y le permite ganar ante sus saques m¨¢s que nadie (43%). Esto es hierba y ¨¦l solo es el 56? de la clasificaci¨®n (23%). Ah¨ª es donde se discute el t¨ªtulo. Ah¨ª es donde debe someterse a una transformaci¨®n radical. Ah¨ª es donde ese Kevin con el que ayer se disculpaba juega un papel clave: el sudafricano, de apellido Anderson, es el tercer jugador que m¨¢s puntos de servicio directo (379) lleva en 2012. Su golpe es el l¨¢tigo que entrena a la fiera para que abandone su retrasada guarida y d¨¦ un paso al frente.

¡°La primera vez que vi a Rafael jugar sobre la hierba yo estaba con Feliciano [L¨®pez] y ¨¦l la pisaba por primera vez. Fue en el Wimbledon j¨²nior de 2002¡±, recuerda Francis Roig, el t¨¦cnico que acompa?a todos los a?os, al comienzo de la temporada sobre c¨¦sped, a Nadal, que debutar¨¢ ma?ana contra el brasile?o Thomaz Belucci. ¡°Pelote¨¦ con ¨¦l y me sorprendi¨®. La hierba iguala su juego. De la misma manera que la derecha no le marca tanto como en la arcilla, el c¨¦sped le lleva a restar m¨¢s adelantado, a jugar m¨¢s recto y a buscar m¨¢s el punto. Aqu¨ª se ve obligado a jugar m¨¢s metido en la pista, en el resto dos metros, y con menos efectos que sobre la tierra¡±.

Esos dos metros tambi¨¦n se miden en segundos. Sobre la arcilla, Nadal se retrasa a esperar los saques confiando en que la fuerza de su brazo le ayudar¨¢ a revivir la pelota que ya cae y en que la iniciativa perdida ser¨¢ compensada por el tiempo extra que han tenido sus ojos para adivinar la direcci¨®n del servicio. Sobre la hierba, eso es imposible. No hay brazo que valga. La pelota es un bal¨ªn. Sale disparada. Se va a por ella, se la encima, o se pierde.

Hay que jugar con la superficie, no contra la superficie¡±, explica el n¨²mero dos mundial

¡°Hay que jugar con la superficie, no contra la superficie¡±, explica el n¨²mero dos mundial, que algo sabr¨¢ del asunto cuando ha disputado la final en sus ¨²ltimas cinco participaciones y alzado la copa en dos de ellas. ¡°?Juego m¨¢s adelantado? S¨ª. No se puede jugar atr¨¢s¡±, a?ade; ¡°aqu¨ª son muy importantes los dos primeros golpes del punto, el comienzo de la jugada. Aqu¨ª es imposible recuperarse. El resto y el saque te marcan mucho. Desde ah¨ª tienes que ayudarte, atacar. No puedes ponerte a defender porque no puedes ponerte a correr, especialmente la primera semana¡±.

En la primera semana, el serbio Novak Djokovic levanta hoy el tel¨®n del torneo ante Juan Carlos Ferrero (14.00, Canal+), el n¨²mero uno actual frente al que lo fuera en 2003. En esos siete d¨ªas de preparaci¨®n para las batallas finales, el suizo Roger Federer comienza ante Albert Ramos un camino plagado de zurdos sin her¨¢ldica, pero con veneno. En esas fechas, finalmente, no solo se lucha por el t¨ªtulo de Wimbledon, no solo comienza la gira de hierba m¨¢s importante de todos los tiempos porque tambi¨¦n incluye los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres, sino que hay otra cosa en juego.

Los tres mejores tenistas aspiran al n¨²mero uno. Djokovic mantendr¨¢ el trono si ninguno de sus contrarios gana el t¨ªtulo. Nadal lo har¨¢ suyo si vence y el serbio pierde en los cuartos. Federer igualar¨¢ el r¨¦cord del estadounidense Pete Sampras (286 semanas al frente de la clasificaci¨®n) si logra el trofeo. A la misma pregunta, como corresponde a los actores que comparten reparto, los tres responden invocando el mismo mensaje aunque sea con palabras distintas: ¡°Estoy preparado¡±. Hoy, en Wimbledon, comienza la batalla.