Las l¨¢grimas de Michael
Schumacher no solo es un piloto inquebrantable, sino tambi¨¦n una persona siempre dispuesta a ayudar a los dem¨¢s
En los muchos a?os que pas¨¦ en la f¨®rmula 1 hab¨ªa visto llorar varias veces a Michael Schumacher. Lo hizo mostrando su emoci¨®n al conseguir t¨ªtulos o victorias importantes, pero tambi¨¦n cuando no encontraba otra forma de demostrar su frustraci¨®n si se sent¨ªa tratado injustamente. Sin embargo, escucharle por la radio llorando mientras hablaba con su equipo para celebrar su 156? podio hizo que mis ojos se nublaran tambi¨¦n un poco pensando en lo que deb¨ªa de estar sintiendo a sus 43 a?os.
Esta semana tuve la oportunidad de hacerle una entrevista para TV3 y volv¨ª a descubrir al gran Schumacher. No solo al piloto inquebrantable, luchador y competitivo que siempre fue, sino tambi¨¦n a la persona que pasa muchas veces inadvertida, pero que siempre est¨¢ dispuesta a ayudar a los dem¨¢s. Michael lleva gastados m¨¢s de 50 millones de euros en apoyar a los m¨¢s desfavorecidos. Don¨® 10 millones cuando se produjo el tsunami que afect¨® a las costas de Malasia. Es embajador de la Unesco. Est¨¢ implicado en muchas ONG de forma discreta, exigiendo siempre pasar inadvertido.
Recordamos juntos la an¨¦cdota de un volante que le modifiqu¨¦ en 1994, cuando gan¨® su primer t¨ªtulo mundial con Benetton. Ten¨ªamos un acuerdo con Momo, pero el volante nuevo le produc¨ªa ampollas en los dedos. As¨ª que lo rectifiqu¨¦. Coloc¨¢bamos el nuevo al principio y despu¨¦s lo sustitu¨ªamos hasta que al final de la carrera lo volv¨ªamos a cambiar. Me explic¨® por qu¨¦ nos exig¨ªa que le pusi¨¦ramos un reloj Cassio en el volante: ¡°Quer¨ªa asegurarme de que ten¨ªa tiempo de ir a hacer pip¨ª antes de cada carrera¡±. Nos re¨ªmos juntos. Demostr¨® que ¨¦l es amigo de sus amigos.
Subir al podio debi¨® de suponerle un sentimiento ¨ªntimo de autosatisfacci¨®n: sentir que todo el esfuerzo ha obtenido su fruto
Subir al podio, despu¨¦s de los sinsabores que ha vivido en el equipo Mercedes desde su regreso en 2010 y de las cr¨ªticas que ha recibido por parte de la prensa e incluso de algunos pilotos, debi¨® de suponerle un sentimiento ¨ªntimo de autosatisfacci¨®n: sentir que todo el esfuerzo ha obtenido su fruto. Es cierto que el podio lleg¨® de forma casi casual. Pero Michael estaba all¨ª, al igual que Fernando Alonso; segu¨ªa luchando para remontar una carrera dif¨ªcil, sin dar tregua, sin rendirse nunca. Y ese es uno de los grandes m¨¦ritos que siempre ha adornado la carrera del siete veces campe¨®n. Su regreso no fue f¨¢cil porque solo se logr¨® gracias al consenso de Mercedes, Ross Brawn y su esposa, Corina. Los tres le hicieron ver que era una buena oportunidad. Y decidi¨® volver. Pero los problemas se acumularon en el primer a?o con un coche que no hab¨ªa sido dise?ado para ¨¦l.
Esta temporada, con la llegada de Aldo Costa, Bob Bell y Geof Willis, el Mercedes mejor¨® de forma sustancial. Pero Michael tuvo que abandonar en cinco de las primeras siete carreras. Un drama que no le afect¨®. Logr¨® la pole en Montecarlo y caus¨® estupor en el paddock. Ahora vuelve al podio y tiene motivos para pensar que su regreso est¨¢ justificado. Que val¨ªa la pena intentarlo de nuevo.
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