Un duelo familiar
Cristiano se encontrar¨¢ con cuatro compa?eros del Madrid tratando de detenerle: Arbeloa, Ramos, Xabi Alonso y Casillas
Cristiano Ronaldo librar¨¢ el mi¨¦rcoles un duelo familiar. Cada vez que inicie una maniobra para meterle un gol a Espa?a se encontrar¨¢ por el camino con cuatro jugadores con los que convive diariamente en el Madrid. Cuatro futbolistas con marcadas funciones defensivas que llevan tiempo examin¨¢ndole con detenimiento: Arbeloa en su banda, Xabi m¨¢s al medio y Ramos frente a la porter¨ªa que defender¨¢ Casillas. Cuatro amigos que, cuando hablan del portugu¨¦s, se refieren a ¨¦l como El Ansias.
Ning¨²n jugador provoca igual mezcla de admiraci¨®n e irritaci¨®n entre sus compa?eros madridistas. La presencia de Cristiano en el vestuario es tan expansiva que resulta imposible ignorarle. La relaci¨®n que mantiene con el entrenador, Jos¨¦ Mourinho, no ayuda a que sus colegas espa?oles le consideren como uno m¨¢s. El goleador es el ¨²nico futbolista de la plantilla al que el entrenador libera de obligaciones defensivas con las que carga a todos los dem¨¢s. Que compartan el mismo agente, Jorge Mendes, no parece un hecho circunstancial a ojos de sus compa?eros. Mourinho se lo dijo una vez a Cristiano, en una ocasi¨®n en que le critic¨® ante el resto del equipo. Para justificar su severidad, Mourinho aleg¨® un afecto bien fundado: ¡°?T¨² eres hermano de mi hermano!¡±.
Su car¨¢cter singular, unido a su condici¨®n de figura mundial, ha contribuido a aislar a Cristiano del resto. En Portugal se rodea de Pepe, Coentr?o y Bruno Alves. Fuera del c¨ªrculo de amigos manifiesta escasa disposici¨®n al trato. Es el capit¨¢n y el ejercicio del poder le induce a guardar las distancias con el resto. Preside un grupo muy joven en que apenas existen las discrepancias. Su liderazgo consiste en ejemplarizar exhibi¨¦ndose tal y como es, obsesivo para cuidar su organismo, entrenarse y competir. Pasa las horas en la concentraci¨®n de Opalenica haciendo gimnasia, viendo pel¨ªculas, jugando al tenis de mesa y al futbol¨ªn, que los portugueses conocen como matraquinho. Su aislamiento se acent¨²a por la pol¨ªtica de reclusi¨®n que practica la federaci¨®n portuguesa, la m¨¢s herm¨¦tica de Europa. Los entrenamientos en el acuartelamiento de Opalenica son cerrados y los futbolistas permanecen invisibles al p¨²blico, con la excepci¨®n de las cadenas que tienen el visto bueno de Jorge Mendes, empresario omnipresente del f¨²tbol portugu¨¦s.
Arbeloa es un marcador meticuloso que ha estudiado a CR desde hace a?os
As¨ª como Benzema se top¨® el s¨¢bado con su compa?ero Ramos, en un mano a mano del que sali¨® airoso el sevillano, el mi¨¦rcoles le tocar¨¢ el turno a Cristiano. Por su posici¨®n de inicio, el atacante partir¨¢ desde la zona que protege Arbeloa. Ah¨ª se reanudar¨¢ una fricci¨®n antigua. Arbeloa y Cristiano comenzaron a enfrentarse desde que ambos coincidieron en Inglaterra. El espa?ol es uno de los compa?eros m¨¢s cr¨ªticos del individualismo del portugu¨¦s. Aunque ambos comparten la dedicaci¨®n a cuidar el estado f¨ªsico, la velocidad y la proximidad a la raya, difieren en su modo de entender el f¨²tbol. En los tensos d¨ªas que siguieron a la derrota por 0-2 ante el Barcelona en la semifinal de Champions de 2011, durante un entrenamiento, un golpe y un reproche acab¨® exaltando las sensibilidades de estos dos abnegados profesionales. No se sabe qui¨¦n solt¨® el primer sopapo. Los compa?eros dicen que tardaron un minuto largo en separarlos y cuando lo hicieron ya hab¨ªan intercambiado unos cuantos golpetazos.
Tras el desencuentro, Arbeloa y Cristiano volvieron a jugar juntos el 7 de mayo, contra el Sevilla en Liga, en el Bernab¨¦u. Ese d¨ªa Cristiano meti¨® cuatro goles. El primero lo fue a celebrar a su derecha, hacia la grada lateral de Castellana. Por ah¨ª andaba Arbeloa que, al verle, se le abalanz¨® y le dio un abrazo fraternal. Como hac¨ªan los hermanos Dalton, ninguno le dio importancia a la pelea.
El domingo pasado, Piqu¨¦ advirti¨® que los jugadores del Madrid ya estaban instruy¨¦ndoles para poder ponerle freno a Cristiano Ronaldo. Pero Custodio, internacional portugu¨¦s que debut¨® en el Sporting de Lisboa con Cristiano, dijo ayer que no cree que la experiencia ayude mucho a Casillas, Ramos, Xabi y Arbeloa a la hora de frenar a su conocido oponente. ¡°Sinceramente¡±, observ¨® el centrocampista, ¡°creo que lo que sepan sus compa?eros del Madrid de Cristiano no les facilitar¨¢ las cosas. Da igual que t¨² sepas lo que va a hacerte. Te lo hace igual. Esa es la fuerza de Cristiano¡±.
El mi¨¦rcoles por la noche Cristiano ver¨¢ caras familiares. Principalmente, ver¨¢ la cara de Arbeloa, uno de los jugadores m¨¢s observadores de la plantilla del Madrid. Un marcador meticuloso que lleva estudiado a Cristiano desde hace a?os.
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