Una derrota ¡°con honor¡±

El f¨²tbol es como la Bolsa: no sube o baja en funci¨®n de lo que ocurre, sino en funci¨®n de lo que se esperaba que ocurriera. De la misma forma que un valor burs¨¢til cae si la empresa declara menos beneficios de los esperados, aunque siga ganando much¨ªsimo, una derrota por penaltis puede ser recibida casi como un triunfo si lo que tem¨ªan la hinchada y la cr¨ªtica es que el equipo hiciera el rid¨ªculo. Eso es exactamente lo que ha pasado con Inglaterra en la Eurocopa. Eran tan bajas las expectativas que ser los primeros de su grupo y caer desde los 11 metros ante Italia ha sido recibido con sorprendente optimismo.

Es igual que Inglaterra fuera l¨ªder en la liguilla por el absurdo suicidio de Francia ante una Suecia ya eliminada. Poco importa que, salvo durante un cuarto de hora en la primera parte, Italia fuese muy superior. El milagro fue que los ingleses llegaran a los penaltis. ¡°La Inglaterra de Roy Hodgson nos ha devuelto la sonrisa¡±, escribe Shaun Custis en The Sun, un diario que suele hacer le?a del ¨¢rbol ca¨ªdo. Hace ocho a?os, Inglaterra cay¨® en los penaltis contra el anfitri¨®n, Portugal, en un partido dram¨¢tico y esplendoroso y la prensa se ensa?¨® con Sven-Goran Eriksson y sus jugadores. Ahora todo son parabienes para un equipo que ha demostrado lo mal que est¨¢ el f¨²tbol ingl¨¦s. O, mejor dicho, el f¨²tbol jugado por ingleses.

La clave est¨¢ en las baja expectativas: nadie esperaba nada esta vez. Pero tambi¨¦n en la sensaci¨®n de que se ha tocado suelo, que empieza a atisbarse una nueva generaci¨®n que puede tomar el relevo de lo que parec¨ªa que iba a ser una ¨¦poca dorada con Beckham, Terry, Ferdinand, Lampard, Gerrard y Rooney. Algunos ya retirados, otros cerca del final, solo Rooney y el incombustible Terry parecen en condiciones de llegar al Mundial de Brasil 2014.

¡°Cada vez que perdemos hacemos las cosas m¨¢s dif¨ªciles para el futuro¡±, se lament¨® ayer Hodgson. ¡°Nada de lo que hagas te puede preparar para ese momento. Nuestros jugadores no consiguieron tirar los penaltis como los hab¨ªamos ensayado y Pirlo marc¨® a lo Panenka. Los penaltis son siempre un partido dentro del partido¡±, explic¨®.

La derrota del domingo ha despertado paralelos con la sufrida ante Alemania en las semifinales del Mundial de 1990, el mejor de los ingleses desde el de 1966, ganado. ¡°Aunque nadie puede comparar en serio a esos dos equipos¡±, escribe Rob Smyth en The Guardian, ¡°comparten, aunque indirectamente, una cierta nobleza y honor en la derrota. Pese a sus muchas limitaciones, la Inglaterra de Hodgson ha mostrado cualidades que pueden sonar a paternalismo, pero que no lo es: disciplina, humildad y esfuerzo¡±. Eso es un cambio en un conjunto al que en el pasado se ha acusado de indisciplinado, arrogante y desganado.