¡°Es una satisfacci¨®n tener el bal¨®n en el otro campo¡±

Espa?a se cita con la historia. Asoma la nariz en la tercera semifinal consecutiva, la segunda en la era Del Bosque, y aparece Cristiano Ronaldo liderando a la selecci¨®n portuguesa, un martillo. De vuelta a Ucrania, Espa?a ha heredado la infraestructura de su ¨²ltimo rival, Francia. Ocupa La Roja desde ayer la ciudad deportiva del Shakhtar, el equipo local, propiedad del magnate Rinat Akhmetov, que primero puso al equipo de los mineros en el mapa futbol¨ªstico europeo con sus millones y que ha tra¨ªdo a Donetsk, pagando la construcci¨®n, m¨¢s de 300 millones de euros, del estadio que albergar¨¢ la primera semifinal de este campeonato a caballo entre Polonia y Ucrania. El mundo espera a La Roja, criticada por muchos, elogiada por otros tantos, en medio de cierta pol¨¦mica generada por su f¨²tbol de control. Para algunos una aburrida amalgama de pases; para otros, un referente en la historia de este juego, un revolucionario desde la idea.

¡°El f¨²tbol es tan grande porque no a todos nos tiene que gustar lo mismo¡±, terci¨® ayer Iniesta. El juego que maravill¨®, ahora genera suspicacias incluso entre los seguidores espa?oles. ¡°Mucho amor, le falta sexo¡±, ha dicho estos d¨ªas Bixente Lizarazu, el exinternacional franc¨¦s. ¡°Este estilo nos ha llevado al ¨¦xito, a los t¨ªtulos, y es nuestra manera de hacer...¡±, subray¨® Iniesta. ¡°Es una satisfacci¨®n tener la pelota en el otro campo. Pero eso no va a ocurrir siempre. Portugal tiene argumentos para hacerlo diferente¡±, anunci¨® Vicente del Bosque. A eso aspira el t¨¦cnico Paulo Bento: ¡°El partido tendr¨¢ momentos en que nosotros dominemos. Queremos tener la pelota, coraje para atacarlos y paciencia para no desestabilizarnos cuando ellos tengan la posesi¨®n. Nuestro objetivo no es pasarnos el partido defendiendo y vamos a crearles unos problemas inmensos¡±.

No se puede parar a Cristiano durante los 90 minutos¡± Arbeloa

Conf¨ªa Bento en que el duelo llegue a penaltis, como vaticin¨® varias veces en su rueda de prensa, y desconf¨ªa Espa?a de la ruleta decisiva, por lo que al final del entrenamiento de ayer practicaron los lanzamientos desde los 11 metros. Pero Del Bosque sabe que se miden a un rival que funciona como un reloj: ¡°Paulo Bento ha dado con la tecla. Si hacen algo nuevo nos amoldaremos¡±. ¡°Van a intentar cerrar los espacios interiores y que no tengamos fluidez¡±, avis¨® Iniesta al hablar de Portugal, que busca el premio que se le escap¨® a la generaci¨®n de Figo en 2000 y, sobre todo, en la final de Lisboa contra Grecia, en 2004, ya con CR en la alineaci¨®n. ¡°Estamos a punto de disputar la cuarta semifinal de nuestra historia en este campeonato y quiz¨¢ la segunda final europea de nuestra historia. Mayor motivaci¨®n que ese no existe¡±, convino Bento. ¡°Motivos para sentir la presi¨®n tenemos todos¡±, record¨® Del Bosque.

Desde que termin¨® el partido contra Francia, los espa?oles se esfuerzan por rehuir la obsesi¨®n por Cristiano Ronaldo, pero no es f¨¢cil. ¡°Cristiano exige m¨¢s, mental y f¨ªsicamente. Y sabes que durante los 90 minutos habr¨¢ acciones que en la que no le vas a poder parar¡±, dijo ayer Arbeloa. Del Bosque, por su parte, se acord¨® del lluvioso d¨ªa en Ciudad del Cabo en el que Espa?a alcanz¨® los cuartos de final del Mundial apartando del camino a los ib¨¦ricos. ¡°Entonces no fue el Cristiano de siempre porque hubo muchas ayudas¡±, dijo, pero tampoco ignor¨® el ¨²ltimo precedente, un amistoso en Lisboa en 2010, cuando los lusos se los zamparon (4-0): ¡°Ah¨ª se mostraron muy superiores¡±.

En una de esas extra?as decisiones de la UEFA, Portugal comparece con dos d¨ªas m¨¢s de descanso que Espa?a. ¡°Es lo que hay y es secundario, pueden las ganas de estar en la final¡±, se?al¨® Iniesta. Pero Bento no escap¨® al victimismo imperante en algunos medios portugueses, que insin¨²an conspiraciones arbitrales a favor de Espa?a. ¡°Han ocurrido algunos episodios en partidos anteriores, con dos selecciones, entre ellas la espa?ola y la alemana, que hacen que quien est¨¢ fuera del f¨²tbol pueda pensar que hay condicionamientos para satisfacer algunos deseos¡±, dijo en referencia a Michel Platini, presidente de la UEFA, quien asegur¨® que le gustar¨ªa ver en la final a Espa?a y Alemania.