La foto que no fue
Avanzaba la tanda y empec¨¦ a sospechar que algo raro ocurr¨ªa. El mejor pateador, el mejor futbolista y el m¨¢ximo protagonista no era el primero de la lista
La segunda vez que vi The Shining (El Resplandor), de Stanley Kubrick, no tuvo el mismo efecto la famosa escena en la que la protagonista, Wendy, encuentra primero en una hoja sobre la m¨¢quina de escribir y luego en los cientos de p¨¢ginas de la novela que supuestamente escrib¨ªa su marido la misma frase repetida mani¨¢ticamente una y otra vez. El horror psicol¨®gico ya no era tal. No solo porque carec¨ªa de la sorpresa de la primera vez, sino tambi¨¦n porque, al tratarse de una versi¨®n doblada, traduc¨ªa la frase repetida en las hojas. La original, All work and no play makes Jack a dull boy, hab¨ªa sido cambiada por un refr¨¢n aut¨®ctono: ¡°M¨¢s vale p¨¢jaro en mano que ciento volando¡±. Lo cual disminu¨ªa el efecto de la versi¨®n original al eliminar la autorreferencia de Jack Torrance, el personaje del escritor, hom¨®nimo de Jack Nicholson, el protagonista.
Al no ver patear a Cristiano, solo pensaba en lo peligroso que puede resultar el ego
Ayer, a medida que se suced¨ªan los penaltis, pensaba en la estrategia de los portugueses. En las razones por las cuales, en contra de todos los manuales, el mejor pateador, el mejor futbolista y el m¨¢ximo protagonista no era el primero de la lista. A medida que la tanda avanzaba, empec¨¦ a sospechar, igual que Wendy, que algo raro ocurr¨ªa. Descartada una lesi¨®n, pens¨¦ en que ir¨ªa el segundo..., el tercero... Cuando Alves tom¨® carrera para patear el cuarto, descubr¨ª, no sin horror deportivo, que quiz¨¢ el mejor pateador no pateaba porque, atrapado dentro de s¨ª mismo, como Jack en el solitario hotel Overlook, pensaba guardar su tiro para un momento que estuviera a su altura. Para el final. Para la foto.
Tras el gol de Cesc en la definici¨®n, que dio el merecido pase a la final a Espa?a, solo pod¨ªa pensar en lo peligroso que puede resultar el ego, en la fragilidad que suelen tener los futuros imaginados y en aquella frase, fren¨¦ticamente mecanografiada por Jack en su novela en la versi¨®n doblada de la pel¨ªcula de Kubrick. No le vendr¨ªa mal a Cristiano repasar esa novela de Jack.
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