El cap¨ªtulo que faltaba

Al toque de corneta de las rondas finales acuden el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic, citados en semifinales tras vencer 6-1, 6-2 y 6-2 a Mikhail Youzhny y 6-4, 6-1 y 6-4 al alem¨¢n Florian Mayer, respectivamente. Grita el ruso pidiendo los consejos del estadounidense Andre Agassi, que le observa ri¨¦ndose desde el palco de honor de la catedral del tenis. Se mete el dedo en los ojos Nole, buscando el sitio en el que deben estar sus lentillas. Son los cuartos de Wimbledon y ni esas dos extra?as circunstancias evitan el cruce entre los dos divos. Federer y Djokovic se medir¨¢n en las semifinales del templo del c¨¦sped con m¨¢s que el t¨ªtulo en juego. Si el suizo, que ha perdido seis de sus ¨²ltimos siete duelos con el serbio, pero nunca se ha enfrentado a este sobre hierba, gana el encuentro y luego se alza con el t¨ªtulo, recuperar¨¢ el n¨²mero uno mundial e igualar¨¢ el r¨¦cord de semanas en el trono del estadounidense Pete Pistol Sampras (286).

¡°Esto es muy importante¡±, resumi¨® Federer, que no tuvo que pedir la ayuda del fisioterapeuta para su maltrecha espalda, que tanto le martiriz¨® en el encuentro previo. ¡°No he estado en esta ronda desde hace dos a?os [en ambas ocasiones perdi¨® en cuartos], s¨¦ que me enfrento al campe¨®n y al n¨²mero uno, pero tambi¨¦n s¨¦ que es posible ganar. S¨¦ que las cosas se van a poner dif¨ªciles en la pr¨®xima ronda, que debo prepararme, pero tambi¨¦n s¨¦ que estoy jugando muy bien¡±, continu¨® el suizo, tan acertado como para que no le alteraran los gritos, las carcajadas y las estruendosas quejas contra s¨ª mismo de su rival cosaco. ¡°Creo que ya he jugado unos 100 partidos sobre hierba, as¨ª que s¨¦ c¨®mo funciona¡±, ironiz¨® Federer antes de marcharse a conocer a los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, que vieron en directo su partido desde el palco de honor de la central de Wimbledon.

¡°La hierba¡±, reconoci¨® Djokovic sobre su oponente, que es seis veces campe¨®n en la catedral del c¨¦sped, ¡°es la superficie que mejor se adapta al juego de Federer. Explota muy bien la pista con su rev¨¦s cortado. Es muy inteligente. No tengo nada que perder y creo que he mejorado mucho en esta pista, como demuestra mi t¨ªtulo del a?o pasado¡±, a?adi¨®. ¡°Lucho por defender mi trofeo¡±, avis¨® tras pasar m¨¢s de un aprieto en la primera manga con Mayer, un jugador indescifrable, de extra?¨ªsimos golpes, que se vio rebasado por la consistencia y la regularidad del n¨²mero uno del planeta.

Si el suizo gana el encuentro y luego se alza con el t¨ªtulo, recuperar¨¢ el n¨²mero uno mundial e igualar¨¢ el r¨¦cord de semanas en el trono de Pete Sampras (286)

En Londres, algunos de los grandes nombres del juego se acercaron a ver el tenis. Ah¨ª estaba Rod Laver, el australiano que domin¨® el mundo con su rev¨¦s a una mano y su nariz ganchuda. Ah¨ª estaba Agassi, el estadounidense que de resto en resto cambi¨® el concepto del juego en la d¨¦cada final del siglo XX. Ah¨ª estaba su esposa, la alemana Steffi Graf, una de las campeonas m¨¢s exitosas que jam¨¢s all¨¢ existido. Y all¨ª, sonriente, andaba Manuel Santana, el primer campe¨®n espa?ol de Wimbledon, que hizo suyo all¨¢ por 1966. Tantas figuras juntas no pueden ser casualidad. Llega un partido tremendo, de lo que hacen escuela, y nadie, ni las m¨¢s grandes figuras, quiere perd¨¦rselo. Enfrentados en todas las superficies, a Federer y Djokovic solo les falta batirse en la hierba de Wimbledon.