De Villota pierde un ojo

En mayo de 1994, durante el Gran Premio de San Marino de F¨®rmula 1, la muerte de Ayrton Senna sacudi¨® al mundo del deporte y al automovilismo en particular. A la vez, aquel accidente en la curva de Tamburello provoc¨® una reacci¨®n de todos los organismos involucrados en el certamen, con un objetivo com¨²n: tratar de que el fallecimiento del brasile?o fuera el ¨²ltimo. Hasta hoy, esto se ha conseguido a base de aumentar las medidas de seguridad, tanto de los monoplazas como del material y tambi¨¦n, sobre todo, de los circuitos en los que se compite. En muchas ocasiones, estos adelantos se consiguen a partir de la prueba del ensayo-error, esto es, cuando una desgracia deja en evidencia un punto d¨¦bil, que a ra¨ªz del incidente se analiza para tratar de subsanarlo. Probablemente, el accidente que el martes sufri¨® Mar¨ªa de Villota, mientras realizaba unos ensayos aerodin¨¢micos en el Aer¨®dromo de Duxford, en el sudeste de Reino Unido, al volante del Marussia MR01, ser¨¢ el punto de partida de una nueva regulaci¨®n en las sesiones de entrenamiento que las escuder¨ªas realizan por su cuenta, lejos de la tutela de los trazados permanentes.

La piloto espa?ola, de 32 a?os, se estrell¨® contra la plataforma trasera del cami¨®n de la estructura a unos 65 kil¨®metros por hora, nada m¨¢s comenzar el entrenamiento, impactando frontalmente, a la altura del casco, contra la hoja met¨¢lica, extendida a 70 cent¨ªmetros del suelo. Se da la circunstancia de que el siniestro que Felipe Massa sufri¨® en los ensayos del Gran Premio de Hungr¨ªa de hace tres a?os, cuando un muelle de 800 gramos que hab¨ªa salido despedido del b¨®lido de Rubens Barrichello, golpe¨® su casco cuando ¨¦l circulaba a m¨¢s de 200 por hora, hizo que los fabricantes pensaran en dise?ar una protecci¨®n especial para las partes m¨¢s vulnerables de la carcasa, como, por ejemplo, la uni¨®n con la visera. Sin embargo, no hay garant¨ªa que valga ante un c¨²mulo de circunstancias tan desfavorables como las que coincidieron el martes en Duxford.

Despu¨¦s de ser trasladada al hospital de Addensbrooke, en Cambridge, con m¨²ltiples fracturas en la cara y el cr¨¢neo y con pron¨®stico grave, De Villota entr¨® al quir¨®fano por la tarde, de donde no sali¨® hasta la ma?ana de ayer. Marussia emiti¨® una nota a primera hora de la tarde en la que informaba de que la corredora hab¨ªa perdido el ojo derecho y que segu¨ªa en estado grave. ¡°La salud de Mar¨ªa y el apoyo a sus allegados son nuestras prioridades en estos momentos. Su familia se encuentra en el hospital y estamos haciendo todo lo posible para atenderles¡±, notificaba John Booth, el director del equipo. En el mismo comunicado, el ejecutivo adelantaba que un equipo de t¨¦cnicos se dedica a tratar de explicar qu¨¦ pudo ocurrir: ¡°En referencia al accidente, estamos llevando a cabo una investigaci¨®n exhaustiva de lo ocurrido, un proceso que no ha terminado¡±. Ser¨¢ entonces, con un relato mucho m¨¢s claro de las causas que provocaron el infortunio, cuando la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA), la Asociaci¨®n de Equipos (FOTA) o la de pilotos (GPDA), o todas ellas a la vez, deber¨ªan dar un paso adelante y proponer alguna soluci¨®n que dificulte que algo as¨ª pueda repetirse.