El peso del campe¨®n
La presencia de Cavendish limita t¨¢cticamente al Sky, el ¨²nico equipo que no lanza corredores en fuga en ninguna de las carreras en las que participa
Si para distinguir entre meros ch¨®feres y verdaderos directores de equipo, que dir¨ªa Jos¨¦ Luis Arrieta, valiera con valorar la respuesta a una sola pregunta, algunos de los m¨¢s afamados cerebros t¨¢cticos de este Tour no aprobar¨ªan el examen.
La pregunta es: ?Por qu¨¦ el Sky nunca manda a ning¨²n corredor en fuga, ning¨²n cabeza de puente, movimiento t¨¢ctico tan usado por todos los equipos y casi imprescindible en etapas como la de ayer, tanto para atacar como para defenderse?
La respuesta: por Mark Cavendish, porque el sprinter y campe¨®n del mundo exige tener siempre un coche del equipo a su lado cuando se descuelga (lo que es inevitable en etapas como la de ayer, en la que ya pas¨® a m¨¢s de seis minutos de los mejores en la cima del primer puerto, La Madeleine), y dado que cada equipo tiene un m¨¢ximo de dos veh¨ªculos, y que uno tiene que estar obligatoriamente con el l¨ªder del equipo, eso, m¨¢s que otra cosa, frena cualquier deseo de ataque lejano de Froome, o el lanzamiento de otros como Hagen o Knees como cabezas de puente por lo que pudiera pasar: no habr¨ªa coche que pudiera acompa?arles para cubrir sus necesidades mec¨¢nicas o de avituallamiento. As¨ª, al segundo director, el hombre al volante del segundo Jaguar del Sky, m¨¢s que mero conductor se le podr¨ªa llamar taxista, pues tiene que estar pegado a Cavendish a cola, para lo que quiera usarlo en las monta?as, y al mismo tiempo debe avanzar a socorrer a otros descolgados intermedios una vez terminada su faena. Y despu¨¦s, por la noche, en las sesiones colectivas de terapia, entre todos buscan calmar las frustraciones de quienes ven limitada su presencia en el equipo.
Pero el matiz del segundo coche sorprendi¨® ayer en la salida a unos cuantos directores, que pensaban que la mayor r¨¦mora que supone Cavendish es la de perder dos brazos y dos piernas a la hora de trabajar (bueno, cuatro, pues el campe¨®n del mundo exige que siempre est¨¦ a su lado tambi¨¦n su secretario, Eisel), con lo que para etapones como la traves¨ªa alpina todo el trabajo se queda para los cuatro que todo saben hacer.
¡°A un campe¨®n del mundo no se le puede dejar tirado¡±, argumentan en el Sky
¡°No entra en nuestras t¨¢cticas el uso de cabezas de puente, nos gusta tener siempre al m¨¢ximo de corredores arropando a Wiggins¡±, responde, de entrada, Dario Cioni, exciclista, uno de los miembros del impresionante cuadro t¨¦cnico del Sky. Pero cuando se le recuerda que en el Giro, en el que no estaba Wiggins, en el que el Sky no ten¨ªa ninguna obligaci¨®n de controlar la carrera pues Ur¨¢n y Henao iban, como todos, a rueda del Liquigas, recula un poco Cioni. ¡°Bueno¡±, admite con una sonrisa. ¡°A un campe¨®n del mundo no se le puede dejar tirado¡±. Y podr¨ªa haber a?adido: Y teniendo a Froome, ?para qu¨¦ nos hacen falta cabezas de puente?
¡°Pues no hab¨ªa ca¨ªdo¡±, dicen tanto Bingen Fern¨¢ndez, director del Garmin, como Roberto Amadio, estratega del Liquigas, pese a que en detalles como ese puede estar la clave del ¨¦xito o del fracaso de los ataques espl¨¦ndidos de su Nibali. ¡°Pero bueno es saberlo¡±, a?ade Bingen, uno que cada d¨ªa mejora en su oficio. ¡°Es lo bueno del ciclismo, es lo bueno del Tour. Cada d¨ªa se aprenden cosas nuevas¡±.
Roberto Damiani, el director del Lampre de Scarponi, que en la und¨¦cima etapa perdi¨® por fuera de control a su sprinter, Petacchi, cree de entrada que la historia del coche es una disculpa para justificar que Wiggins no sabe andar solo, pero despu¨¦s reflexiona y recuerda. ¡°La verdad es que cuando dirig¨ªa el Lotto con Evans y McEwen, s¨ª que ten¨ªa que tener un coche siempre con el sprinter australiano. Ya se sabe que en un equipo belga, el sprinter tiene siempre mucho poder¡ Si no tenemos esa limitaci¨®n, habitualmente nos ponemos de acuerdo con otros equipos para no tener todos el coche atr¨¢s. Pero, claro, yo nunca dejar¨ªa a Cavendish agarrarse a mi coche en un puerto. No quiero decir que lo haga con el suyo, ?eh?¡±.
Quien s¨ª que sabe de entrada la respuesta es Arrieta, quien tras un par de a?os con el segundo coche del Movistar controla todo lo que ocurre en la tumultuosa cola de los pelotones. ¡°Pero saberlo no me ayuda mucho¡±, dice. ¡°Bastante tengo con lograr que los m¨ªos cojan la fuga por la ma?ana, con convencerlos de que pueden aunque no est¨¦n ya aqu¨ª Iv¨¢n y Erviti, los que tienen m¨¢s olfato e instinto para esa tarea. Y Valverde nunca se ha visto en estas¡¡±. En ello s¨ª que hubo cierto ¨¦xito: Valverde y Kiryienka cogieron la fuga. Y aunque el murciano cedi¨®, el bielorruso lleg¨® casi hasta el final. Y aunque Rui Costa tuvo el d¨ªa malo, Cobo estuvo con los mejores. Y el equipo avanza en la clasificaci¨®n¡
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