¡°Los deportistas que se dopan son seres humanos¡±
David Millar es el ¨²nico corredor del Tour al que no solo no le importa hablar de dopaje sino que quiere hablar de dopaje. Acaba de traducirse al espa?ol su autobiograf¨ªa, 'Pedaleando en la oscuridad', un relato cuyo n¨²cleo central es el pecado, la ca¨ªda.
David Millar (Malta, 1977) est¨¢ verdaderamente preocupado por los efectos tristes que ha tenido el dopaje hist¨®ricamente sobre su deporte y sus deportistas, y muestra su inter¨¦s por evitar que siga perpetu¨¢ndose. Lo hace en una charla en Barcelona justo una semana antes de que empezara el Tour. Ah¨ª, en el Tour, volvi¨® el viernes a ganar una etapa nueve a?os despu¨¦s.
Pregunta. En espa?ol la palabra periodismo rima con cinismo, y sobre todo los periodistas solemos pensar que cuando un ciclista escribe un libro sobre su experiencia, sobre el dopaje, es o porque quiere ganar dinero o porque busca una redenci¨®n ante el p¨²blico, es decir, por motivos oscuros. ?Usted qu¨¦ buscaba?
Respuesta. Una de las razones por las que quer¨ªa hacerlo ahora, que sigo siendo ciclista profesional, era evitar eso: el clich¨¦ de retirarse y contarlo todo. Y pens¨¦: ¡°Si escribo el libro ahora, tengo que estar a la altura de lo que escriba, porque sigo en el pelot¨®n¡±. La otra raz¨®n era que me parec¨ªa que mi historia era buena. Pens¨¦ que era hora de que la gente entendiera el deporte un poco mejor, porque hay tanto cinismo que quer¨ªa escribir un libro que fuera optimista pero contando la verdad. Muchos de estos libros son c¨ªnicos y pesimistas, y yo quer¨ªa que, al terminar el m¨ªo, la gente supiera que hay y ha habido problemas, pero que hay una soluci¨®n y las cosas est¨¢n cambiando.
P. El ciclismo sigue exigiendo a todos que tengan ilusi¨®n, que sigan creyendo, ?no?
R. S¨ª, creo que s¨ª. Lo que tiene el ciclismo es que puedes sacar de ¨¦l lo que quieras. Nosotros no estamos en un equipo de f¨²tbol en el que todos se entrenan juntos. Cuando no estamos en una carrera, cada uno tiene su propio estilo a la hora de entrenarse y de montar en bicicleta. Cuando era m¨¢s joven, cuando ten¨ªa veintitantos a?os, el ciclismo para m¨ª se centraba exclusivamente en las carreras y no disfrutaba de montar en bici. Ahora, en cambio, s¨ª disfruto.
El dopaje casi acaba conmigo. Estuve muy cerca de la destrucci¨®n"
P. ?Cree que, para poder seguir disfrutando con libertad, todos los ciclistas que han tenido un lado oscuro deben salir a la luz o que, si no, seguir¨¢n siendo esclavos de su pasado?
R. Creo que en mi generaci¨®n hay muchos ciclistas que no tuvieron la opci¨®n de contar la verdad, de contarlo todo. Si no me hubiera detenido la polic¨ªa, nunca habr¨ªa dicho nada. Quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa se lo habr¨ªa contado a mi familia o a mis amigos, pero el precio de contarlo p¨²blicamente habr¨ªa sido demasiado alto. En muchos sentidos fue una liberaci¨®n que me detuvieran y que me dieran la oportunidad de contar la verdad. Espero que mi libro ayude a muchos de los ciclistas de mi generaci¨®n a explicarles a su familia y amigos por lo que han pasado sin tener que revelar su historia.
Es horrible lo que hace a los corredores. Afecta al cuerpo y tambi¨¦n a la mente
P. ?Qu¨¦ piensa de Armstrong?
R. Es un t¨ªo raro, es distinto de todos los dem¨¢s ciclistas, deportistas y del resto de las personas. Creo que es una pena que sea una historia interminable, porque, con dopaje o sin ¨¦l, es uno de los mejores ciclistas que ha habido. Y, por desgracia, forma parte de la generaci¨®n equivocada y del periodo equivocado de este deporte. Parece que nunca llega a cerrar del todo esa herida; eso es lo que tiene el tema de Armstrong.
P. ?Y qu¨¦ siente por ¨¦l: compasi¨®n, simpat¨ªa, desprecio¡?
R. No lo s¨¦. No llego a entenderle del todo, porque creo que ahora se esfuerza m¨¢s en los entrenamientos de triatl¨®n que cuando era ciclista profesional. As¨ª que es en plan: ¡°T¨ªo, d¨¦jalo ya¡±.
P. ?Y qu¨¦ cree que siente ¨¦l?
R. Creo que para ¨¦l debe de ser dif¨ªcil. Por muy fuerte que sea, tiene que resultar agotador. En ese sentido me da pena, porque creo que en alg¨²n momento la cosa tiene que llegar a su fin para que no se vuelva loco.
P. Finalmente, ir¨¢ a los Juegos Ol¨ªmpicos, pero hasta hace poco no quer¨ªa ir, y eso que es una victoria despu¨¦s de que el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Brit¨¢nico fuera al Tribunal de Arbitraje Deportivo. Es casi como una victoria del derecho a redenci¨®n de los deportistas.
R. S¨ª, es una victoria para el futuro del mundo del antidopaje. Todos los pa¨ªses tienen que tener las mismas normas, porque si un pa¨ªs tiene unas normas distintas, resulta muy complicado e injusto. Y creo que no se deben imponer inhabilitaciones de por vida si es la primera infracci¨®n. Todo el mundo deber¨ªa tener una segunda oportunidad.
Si no me hubiera detenido la polic¨ªa, no habr¨ªa dicho nada. Fue una liberaci¨®n
P. Su presencia en Londres es simb¨®lica en dos sentidos: personalmente, porque su ca¨ªda fue justo antes de Atenas y volver a unos Juegos es lo m¨¢ximo; y, por otro lado, tanto por la proclamaci¨®n del ciclismo limpio como por el hecho de que la segunda vida, se vive m¨¢s intensamente que la primera, ?no?
R. S¨ª, si alguien me hubiera dicho en 2000, cuando estaba en los Juegos de Sidney, lo que me iba a pasar en los pr¨®ximos 12 a?os, se me habr¨ªa ca¨ªdo el mundo encima. As¨ª que imaginarme que iba a ir a Londres 12 a?os m¨¢s tarde como un deportista que se ha dopado en el pasado y pasar por lo que he pasado los ¨²ltimos ocho a?os me habr¨ªa resultado muy chocante, pero creo que para m¨ª tiene m¨¢s importancia que para muchos otros participantes. Espero que env¨ªe un mensaje positivo, que se pueden cometer errores, volver y ser mejores personas. Es un ideal ol¨ªmpico, si alguna vez ha habido alguno.
P. Eso puede significar dos cosas: o que sigue haciendo lo de antes y miente o que el ciclismo ha cambiado y estando limpio se puede estar al primer nivel.
R. Creo que el deporte ha cambiado. La prueba m¨¢s fehaciente es que Ryder [Hesjedal] haya ganado el Giro. Somos muy amigos, est¨¢ en mi equipo, conf¨ªo en ¨¦l al 100% y s¨¦ que est¨¢ limpio. As¨ª que si un ciclista limpio puede ganar la carrera m¨¢s re?ida del mundo ¡ªque, para m¨ª, es el Giro¡ª es un indicador muy fiable del punto en el que se encuentra este deporte. Y espero que podamos creer que el ganador de este Tour est¨¢ limpio, que es algo que hasta hace bien poco casi nadie pensaba que fuera a pasar, porque el ciclismo estaba muy mal.
Muchos toman antidepresivos para animarse. Te vuelves un monstruo qu¨ªmico
P. Curiosamente, con Hesjedal y ahora Wiggins parece que la limpieza tiene que venir de los pa¨ªses anglosajones, ?no?
R. Como nos metimos en este deporte m¨¢s tarde, hay una actitud moderna y unas t¨¦cnicas modernas. Y estos atributos resultan muy ¨²tiles en el ciclismo moderno, que es limpio. Por desgracia creo que muchos de los pa¨ªses tradicionales del ciclismo tienen una cultura tan antigua, con una generaci¨®n tan antigua de entrenadores y de formas de entrenar, que todav¨ªa no se han adaptado al nuevo deporte.
P. ?C¨®mo fue para usted regresar al ciclismo en el Saunier Duval, un equipo con tantos conflictos?
R. Dif¨ªcil. Creo que lo que me salv¨® fue el hecho de que mis compa?eros fueran simp¨¢ticos, que fuera un buen equipo. Que se dopen no quiere decir que no sean simp¨¢ticos, as¨ª que es muy complicado. Me di cuenta de que no pod¨ªa cambiar nada, y eso me hizo pensar de una forma distinta. Pero, por suerte para m¨ª, conoc¨ª a Jonathan Vaughters casi al mismo tiempo, a finales de 2006, y eso me dio esperanza. Segu¨ªa corriendo con Saunier Duval, pero ten¨ªa la cabeza en otro sitio en el que pod¨ªa cambiar las cosas, porque pensaba: ¡°Aqu¨ª no puedo hacer nada, no puedo cambiar Saunier Duval, as¨ª que corre ah¨ª, haz tu trabajo, y con tu nuevo equipo intenta cambiar las cosas¡±.
P. ?Cree tambi¨¦n que en la diferencia cultural entre los pa¨ªses latinos y los anglosajones tiene algo que ver tambi¨¦n la religi¨®n, el catolicismo? ?Usted es cat¨®lico?
R. Soy protestante escoc¨¦s.
P. Siempre se dice que, con la confesi¨®n, los cat¨®licos cometen un pecado, se confiesan y quedan limpios. ?Nota esa actitud en los italianos, los espa?oles?
R. Es verdad, es algo que no se me hab¨ªa ocurrido, pero s¨ª que es m¨¢s f¨¢cil perdonarte a ti mismo. Y ya est¨¢. S¨ª, los anglosajones perdonamos menos en cierto sentido, como en el caso del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Brit¨¢nico.
P. En sus a?os negros hubo un m¨¦dico espa?ol al que no cita en su libro. En el caso Armstrong se habla de m¨¦dicos espa?oles. ?Espa?a es el para¨ªso?
R. No, no necesariamente. Creo que hace 10 a?os Italia y Espa?a eran los dos pa¨ªses en los que¡ Puede que los italianos lo empezaran con su ciencia del deporte e introduciendo la EPO, pero entre los espa?oles no est¨¢ tan extendido. Quiz¨¢ esos m¨¦dicos aparezcan en la lista, pero eran los m¨¦dicos del US Postal. As¨ª que creo que es una pena que Italia y Espa?a hayan adquirido una reputaci¨®n tan mala porque en realidad eran solo unos pocos m¨¦dicos los que lo estaban haciendo. Pero se podr¨ªa decir que eran los mejores.
P. Los menos escrupulosos, ?no?
R. S¨ª, ese ser¨ªa el adjetivo m¨¢s exacto. Eran unos t¨ªos muy raros para ser m¨¦dicos deportivos y hacer esas cosas. Se trataba de dinero, de poder, del ego¡ Ve¨ªan ganar a su ciclista y pensaban que ganaban ellos tambi¨¦n.
P. ?Por qu¨¦ es tan malo el dopaje?
R. Porque no quiero que lo que me pas¨® a m¨ª le pase a otro chico, porque creo que lo que siempre me ha sacado de mis casillas es el hecho de que empezara a doparme. No deber¨ªa haberlo hecho. Si hubiera tenido a las personas adecuadas a mi alrededor y la cultura deportiva hubiera sido distinta, habr¨ªa estado protegido frente al dopaje. Y casi acaba conmigo. Estuve muy cerca de la destrucci¨®n total y pas¨¦ mucho tiempo deprimido, hice que mi familia tuviera miedo¡ As¨ª que esa es la principal raz¨®n: que quiero asegurarme que otro chico como yo no pase por lo mismo.
Env¨ªo un mensaje positivo: puedes equivocarte, volver y ser mejor persona"
P. ?Un ciclista es libre para hacer lo que quiera con su cuerpo?
R. No. Jim¨¦nez, Pantani y Vandenbroucke hicieron lo que quisieron con su cuerpo y se les fue la cabeza. Esos profesores y fil¨®sofos que viven en su torre de marfil pueden decir lo que quieran, pero cuando lo has vivido y cuando has visto lo que les hace a los corredores, es horrible. No solo afecta al cuerpo, sino tambi¨¦n a la mente.
P. Justo lo de Jim¨¦nez y Pantani fue en diciembre de 2003, febrero de 2004¡ Su liberaci¨®n fue en junio. ?Qu¨¦ pens¨® cuando murieron?
R. S¨ª, vi lo que les hab¨ªa pasado, la espiral descendente en la que se hab¨ªa convertido su vida, y me di cuenta de que me estaba pasando lo mismo: no puedes dormir, tienes que tomar somn¨ªferos, sales m¨¢s de fiesta, intentas escapar, est¨¢s constantemente tratando de encontrar una v¨ªa de escape. As¨ª que yo decid¨ª dejar de doparme en 2003, despu¨¦s del Mundial, y luego me di cuenta de que hab¨ªa tomado la decisi¨®n correcta cuando me enter¨¦ de la muerte de Pantani y de Jim¨¦nez. Fue una ¨¦poca muy oscura del ciclismo, y la gente no llega a relacionarlo del todo.
P. Ellos acabaron con problemas de coca¨ªna. No s¨¦ si se utilizaban esas drogas sociales para salir del infierno de las otras o¡
R. No, eso es lo que pasa: si est¨¢s tomando EPO, cortisona o testosterona, no duermes mucho porque siempre est¨¢s activo, as¨ª que te tomas somn¨ªferos y te vuelves adicto a ellos. Luego muchos toman antidepresivos para estar animados para correr, y te vuelves un monstruo qu¨ªmico, y tu mente y tu cuerpo no est¨¢n dise?ados para eso. Es m¨¢s complicado de lo que la gente suele pensar.
P. Me acuerdo de que cuando gan¨® una etapa en Santander, en una de sus primeras Vueltas, al d¨ªa siguiente buscaba a Botero para que le firmara un aut¨®grafo en un maillot del Kelme para su hermana. Y luego le pill¨® de pleno la Operaci¨®n Puerto¡
R. S¨ª, era un tipo magn¨ªfico, pero es parad¨®jico en muchos sentidos. En muchas ocasiones nada es blanco o negro: hay gente buena que toma malas decisiones porque no est¨¢n en el entorno adecuado. Y hay que mostrar cierta empat¨ªa hacia ellos, no se les puede juzgar a la ligera.
Espa?a e Italia tienen mala fama por unos pocos m¨¦dicos sin escr¨²pulos
P. Pero hay un esp¨ªritu censor: el que ha pecado una vez ha pecado para siempre.
R. S¨ª, por eso el libro: porque quiero que la gente entienda que los deportistas que se dopan son seres humanos. As¨ª que porque hayan cometido un error, no se les puede encasillar en dicho error de por vida.
P. ?C¨®mo ve a los periodistas que escribimos sobre lo grande que ha sido David Millar en Sidney o en los Mundiales de contrarreloj y, despu¨¦s, cuando da positivo en dopaje, decimos: ¡°?Qu¨¦ mentiroso es David Millar!¡±?
R. Creo que hubo una ¨¦poca en la que los periodistas no quer¨ªan saber la verdad, no indagaban lo suficiente, y eso tambi¨¦n formaba parte del problema: que hab¨ªa cierta negaci¨®n en todos los niveles del deporte, desde la UCI hasta los propietarios de los equipos, los patrocinadores, los periodistas¡ Pero es dif¨ªcil encontrar el equilibrio adecuado, porque por experiencia s¨¦ que, a la hora de escribir, quieres h¨¦roes e historias y necesitas villanos. Eso es lo que a la gente le gusta leer. Y ser¨ªa est¨²pido pensar que cuando eres una persona p¨²blica y cometes un error, cuando te conceden un gran reconocimiento y alcanzas el ¨¦xito, no puedas disfrutarlo y te enfades cuando te convierten en un villano por haber cometido un error. Es el precio que hay que pagar.
P. ?C¨®mo ve este Tour?
R. Wiggins es el hombre del momento, sobre todo con su equipo. Pero todo el mundo parece haberse olvidado de Chris Froome¡ El a?o pasado en la Vuelta estuvo incre¨ªble. No creo que Froome vuelva a cometer el mismo error que el a?o pasado en la Vuelta. Pero con Sky nunca se sabe; conozco su mentalidad.
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