Si Magic Johnson fuera lituano...

Probablemente sea un indicio de lo que se avecina que, en los d¨ªas previos a los Juegos Ol¨ªmpicos, la pregunta m¨¢s popular sobre el equipo de baloncesto estadounidense no sea qu¨¦ equipo ol¨ªmpico de 2012 tiene m¨¢s opciones de vencerle, sino si el equipo ol¨ªmpico estadounidense de 1992 podr¨ªa vencerle.

Esto parece desde?oso hacia el resto del mundo; los Juegos Ol¨ªmpicos no son una competici¨®n al mejor de siete. Aun cuando aceptemos que los estadounidenses son mejores en baloncesto que el resto, lo ¨²nico que hace falta es una noche estadounidense mediocre combinada con una buena noche de un oponente y, voil¨¤, Estados Unidos se queda sin el oro.

En circunstancias normales, esto ser¨ªa un presagio bastante bueno para la cancha, donde la cancha es todo aquel que no lleve un extra?o dibujo de EEUU en forma de Pizza Hut sobre el pecho. Aun cuando la cancha podr¨ªa no tener tantas balas para su ob¨²s como le gustar¨ªa, lo bueno de las balas para obuses es que solo se necesita una.

Pero los Juegos Ol¨ªmpicos de este a?o son diferentes: este a?o, no est¨¢ Grecia, ni Turqu¨ªa, ni Italia. (Todos ellos, equipos que est¨¢n entre los siete primeros de la FIBA). El equipo argentino tiene una media de edad similar a la de un Senado griego. Australia tendr¨ªa m¨¢s o menos las mismas opciones de vencer a EEUU en un partido de baloncesto que yo de vencer a un guepardo en una carrera a pie. Y debatir la capacidad baloncest¨ªstica de Gran Breta?a, T¨²nez, Nigeria y China ser¨ªa casi un insulto para el baloncesto.

De modo que eso nos deja con Francia, Rusia, Brasil y Lituania. Y Espa?a, por supuesto.

La opini¨®n generalizada es que el ¨²nico equipo que todav¨ªa juega realmente al baloncesto y que tiene alguna opci¨®n contra los estadounidenses es el de Espa?a. Los expertos podr¨ªan estar en lo cierto: los hermanos Gasol podr¨ªan abrirse camino a trav¨¦s de la defensa interior estadounidense... si estuvi¨¦semos en 1998 y el baloncesto fuese un juego diferente del que es ahora mismo.

Porque, ver¨¢n, estamos en mitad de una transformaci¨®n radical del baloncesto. Nosotros los estadounidenses no estamos a la cabeza del mundo en muchas cosas aparte del gasto militar y las emisiones de carbono por persona, pero s¨ª que marcamos tendencia en el baloncesto. Y la tendencia va hacia equipos formados por cinco tipos que miden entre 200 y 210 cm, y cada uno puede jugar en cualquier posici¨®n.

Lo que estoy diciendo es esto: la cosa no pinta tan bien para la cancha. Los estadounidenses son tan buenos como de costumbre (o mejores), los dem¨¢s competidores son mayores, est¨¢n lesionados o son lentos, y los estadounidenses tienen una ventaja inherente en un juego adaptado al estilo estadounidense.

Eso no me va a impedir animar a cualquier equipo que juegue contra Estados Unidos. (?Quieren ustedes vivir en un mundo en el que Carmelo Anthony tiene, no una, sino dos medallas de oro? Yo no). No me va a impedir ambicionar una anomal¨ªa estad¨ªstica. Y desde luego, no me va a impedir esperar que la federaci¨®n de deportes lituana invente una m¨¢quina del tiempo, secuestre al Magic Johnson de 1992, le a?ada un -ius a su nombre e introduzca 20 a?os de baloncesto colectivo con los medios necesarios en su cerebro como si fuese a bordo del Nabucodonosor con Keanu Reeves.

Pero, salvo que ocurra uno de esos milagros, me temo que el torneo ol¨ªmpico de baloncesto de 2012 se parecer¨¢ un poco al torneo ol¨ªmpico de baloncesto de 1992: ser¨¢ bueno para los estadounidenses.

En cuanto a si los estadounidenses de hoy vencer¨ªan a los de 1992... mejor hablamos con los lituanos sobre esa m¨¢quina del tiempo.