El se?or de la gimnasia
El b¨²lgaro Jovtchev, ¨²nico gimnasta con seis Juegos, se despide a los 39 a?os.
Entre un pu?ado de adolescentes musculados sobresale un se?or con tantas canas que su pelo ha perdido completamente el color original y ahora cubre toda la gama de grises. Sube a las anillas, disloca los hombros, marca un par de posturas antinaturales, resopla, sufre, y casi acaba sentado en la colchoneta tras la salida. Luego se va. No hay m¨¢s pruebas para ¨¦l.
Es Jordan Jovtchev, una leyenda de la gimnasia, un hombre de 39 a?os que atesora cuatro medallas ol¨ªmpicas, el mismo que provocaba admiraci¨®n en Gervasio Deferr, el campe¨®n espa?ol, en Pek¨ªn 2008, por haber aguantado tanto tiempo en la ¨¦lite. Han pasado cuatro a?os de aquello y Jovtchev sigue aqu¨ª. Est¨¢ en Londres para competir en sus sextos Juegos, algo in¨¦dito en un gimnasta, llevar la bandera de Bulgaria en el desfile inaugural y despedirse.
¡°Estoy feliz y un poco nervioso, esperando que todo termine bien porque s¨¦ que es mi ¨²ltima competici¨®n. Ya no quiero esto¡±, reconoce. Parece cansado. Y a?ade: ¡°A veces, cuando llego a una gran competici¨®n pienso que deber¨ªa seguir, pero cuando todo acaba y vuelvo a casa¡ Tengo casi 40 a?os. Es el momento de bajarse. Solo quiero competir y divertirme¡±.
A veces me entreno durante un par de d¨ªas y luego tengo que descansar durante cuatro¡± Jordan Jovtchev
De cerca Jovtchev impresiona mucho menos que en la pista. Es bajito ¡ª1,60m, dice su ficha oficial¡ª, de ojos grises algo tristes y piernas finas. Parece imposible que esas mismas piernas le dieran bronces en Atenas 2004 y Sidney 2000 y dos Mundiales en suelo. Lo que no sorprende es que, a pesar de la edad, de las lesiones, haya elegido participar solo en la prueba de anillas, su otra especialidad, porque tiene el tren superior hiperdesarrollado.
Su explicaci¨®n es sencilla: ¡°Los hombros me molestan, pero decid¨ª competir en anillas porque es el ¨²nico aparato en el que tengo una oportunidad, y no digo de medalla, que es complicado. Hacer un buen ejercicio ser¨ªa suficiente¡±, reconoce el b¨²lgaro.
Su vida tiene poco que ver con la de un gimnasta de ¨¦lite. En lugar de eternas sesiones de entrenamiento diarias Jovtchev practica cuando le deja el cuerpo: ¡°A veces me entreno durante un par de d¨ªas y luego tengo que descansar durante cuatro. Siempre es diferente¡±. Fuera del gimnasio, tambi¨¦n. Se hizo cargo de la Federaci¨®n b¨²lgara. Ahora se centrar¨¢ solo en su trabajo de directivo.
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