La Roja se desti?e
Fracaso absoluto de la selecci¨®n de Milla, que queda eliminada tras perder con Honduras 0-1 y lastima el prestigio del f¨²tbol espa?ol El yudoca Sugoi Uriarte vive una amarga jornada a las puertas de una medalla La nataci¨®n se da el en¨¦simo batacazo y solo responden el resto de deportes de equipo
A Espa?a se le ha deste?ido la Roja en la cumbre ol¨ªmpica. El f¨²tbol nunca concili¨® bien con el olimpismo, pero, al abrigo de la marca futbolera que hoy distingue a este pa¨ªs, era el momento para devolver a este deporte a la cima que alcanz¨® en 1992. Sin embargo, en Glasgow primero y anoche en Newcastle, no solo se ha despe?ado por el camino, sino que lo ha hecho bordeando el rid¨ªculo ante dos adversarios de poco pedigr¨ª como Jap¨®n y Honduras. Un rotundo fracaso, con Luis Milla a la cabeza y los jugadores a la par. ¡°Tranquilos, pasaremos¡±, dijo el seleccionador tras el infame partido ante Jap¨®n. Pues resulta que su equipo est¨¢ eliminado y, como penitencia, ahora tendr¨¢ que jugar a¨²n un bolo con Marruecos para su sonrojo. Milla puede apelar al infortunio final ante los meritorios hondure?os, con remates a los postes y alguna err¨®nea decisi¨®n arbitral, pero bien har¨ªa en justificar como pueda su planificaci¨®n, que ya comenz¨® con una derrota con Senegal. Espa?a, por sus mayores y peque?os, se ha ganado con justicia un puesto en el pedestal del f¨²tbol. No es f¨¢cil llegar a la cima, por lo que no conviene desprestigiarse de esta manera, por mucho que el f¨²tbol piense que los Juegos no es su pasarela. La derrota con Honduras oblig¨®, sin remedio, a mirar por el retrovisor a 1982, cuando en el Mundial espa?ol los hondure?os tambi¨¦n frustraron a Espa?a. Aquellos s¨ª que eran tiempos en tinieblas. Estos, no. Milla tiene que explicarse, sobre ¨¦l ¡ªsin excusar a los futbolistas¡ª reca¨ªa el peso de la Roja, en la que el deporte espa?ol confiaba como una de las locomotoras en Londres 2012.
Ganaron el waterpolo, el balonmano y el baloncesto, el valor m¨¢s seguro
Con el fiasco may¨²sculo de la selecci¨®n de f¨²tbol y medallero en blanco tras dos d¨ªas de una competici¨®n, ca¨®tica en muchos aspectos organizativos, Espa?a solo encuentra consuelo en sus equipos de baloncesto, balonmano y waterpolo. Pero la senda de los deportes colectivos es larga y sinuosa, los podios se hacen esperar. No arrancan los solistas, que lloran y hacen llorar. Sugoi Uriarte, un yudoca vitoriano de 28 a?os, fue una regadera de l¨¢grimas tras perder dos opciones de medalla. Al rev¨¦s que el combativo Sugoi, en la piscina, una vez m¨¢s, Espa?a dio el cante, con un batall¨®n de nadadores eliminados a la primera: Marina Garc¨ªa, Concha Badillo, Duane da Rocha, Melania Costa, Juan Miguel Rando. Y, de nuevo, la gran decepci¨®n, Mireia Belmonte, 13? en su prueba preferida, los 400 libres. Solo Aschwin Wildeboer, llegado de otro planeta, pues se entrena en Dinamarca, pas¨® al menos la primera eliminatoria. Cay¨® luego.
El caso de Uriarte simboliza lo que suponen unos Juegos para aquellos deportistas que se entregan en silencio a la causa durante cuatro a?os, sin focos medi¨¢ticos y con muchas alambradas por delante. Este luchador alav¨¦s, criado sin padre y que ayer quer¨ªa homenajear a su madre fallecida el pasado a?o, se qued¨® a dos dedos del trono. Uriarte Sugoi no es un iluminado de esos que deparan por un d¨ªa los Juegos. Subcampe¨®n del mundo en 2009 y campe¨®n de Europa en 2010, en Londres avanz¨® hasta las semifinales con muchos golpes y rasgu?os. A un combate de la final cay¨® ante el h¨²ngaro Miklos Ungvari, al que ya hab¨ªa anudado m¨¢s de una vez. En la repesca, tres jueces le sentenciaron ante el coreano Cho. En el yudo, como en la gimnasia o el boxeo, por ejemplo, el destino a veces queda supeditado a la subjetividad arbitral. Sugoi, socorrido por algunos de sus hermanos, tambi¨¦n yudocas, y su novia, yudoca, por supuesto, se inund¨® entre sollozos. Tiene cuerda por delante y un futuro prometedor con sus dos carreras universitarias. En Londres supo competir. Lo contrario que la nataci¨®n.
No hay remedio para los nadadores espa?oles que, edici¨®n tras edici¨®n, acuden en pelot¨®n a la cita ol¨ªmpica y apenas tienen otra presencia que en el pase¨ªllo inaugural. De todos los fulminados, solo Melanie Costa mejor¨® su marca personal, un dato elocuente del estancamiento general, del acomodo en muchos casos. Unos Juegos son el mejor escenario posible para el estir¨®n personal. En Pek¨ªn, de 47 nadadores espa?oles, solo hubo cuatro finalistas y tres r¨¦cords nacionales. En Londres a¨²n pueden bajar el list¨®n. Ni siquiera Belmonte, la gran esperanza, para la que se hab¨ªa programado un ambicioso calendario, pudo estar a la altura. Llegado el d¨ªa clave se qued¨® a casi tres segundos de su mejor crono. La nataci¨®n espa?ola no da con la tecla y los tiempos son exigentes. La hucha se vac¨ªa y lo m¨ªnimo es ser pujante.
Al rescate de la jornada llegaron los deportes de equipo. De entrada, el waterpolo, con un c¨®modo triunfo ante Kazajist¨¢n (14-6) y luego el balonmano, este s¨ª ante un hueso, Serbia, a la que Espa?a super¨® en un magn¨ªfico tramo final (26-21). Y el valor m¨¢s seguro en principio, el baloncesto, tampoco se raj¨®. Con Pau Gasol e Ibaka a la cabeza, a la selecci¨®n de Sergio Scariolo le bastaron algunos arrebatos para derrotar a China (97-81). El torneo es extenuante y hay que regular el dep¨®sito. M¨¢xime tras la solvencia de Estados Unidos, ese mosaico de globetrotters que se pasean por los Juegos como veraneantes de elite, con chicles triturados entre los dientes, palmadas de unos a otros, choques de pechugas y dem¨¢s cat¨¢logo de muecas NBA. Francia le dur¨® un asalto (98-71). Kobe Bryant, con sus indisimulados bostezos en el banco, puso el titular a la faena de ali?o.
La nataci¨®n espa?ola no da con la tecla y los tiempos son exigentes
El estreno de la NBA ambulante puso de manifiesto que algo ocurre, o ha ocurrido, en las taquillas de estos Juegos. No es normal que en los recintos de la gimnasia, la nataci¨®n y el dream team se vea el esqueleto de los asientos vac¨ªos. Sostiene la organizaci¨®n que se trata de entradas en manos de patrocinadores, familias de atletas o medios de comunicaci¨®n. M¨¢s bien parece deberse al primer caso, firmas que dan carrete a vips que luego, a capricho, se arrepienten o cambian de planes. Y, al menos en el pabell¨®n de baloncesto, cabe descartar a la prensa, acuartelada de mala manera por el espanto de los celadores de un recinto al que se accede por la puerta de atr¨¢s, entre una telara?a de cables y una hilera de cubos de basura. Menos recelos hubo con la chica que se col¨® en la ceremonia inaugural y desfil¨® como en su casa con India.
Londres 2012 tiene fugas. La nataci¨®n y el f¨²tbol ol¨ªmpico espa?ol, tambi¨¦n.
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