El debate del ¡®caso Pistorius¡¯
El sudafricano, primer doble amputado de piernas que participa en unos Juegos, reabre la discusi¨®n sobre las ventajas y las desventajas de sus pr¨®tesis de carbono
Sepultado bajo el tinte hom¨¦rico que la combinaci¨®n del adjetivo ol¨ªmpico y el sustantivo virtud confiere a todo aquello que toca y lo hace sagrado, intocable, los cient¨ªficos intentan sacar a la luz el debate fr¨ªo y desapasionado sobre las piernas prot¨¦sicas de Oscar Pistorius, el primer doble amputado que participa en una prueba de atletismo en unos Juegos y que ayer se qued¨® fuera de la final de los 400 metros, tras haber superado antes la primera ronda.
Nadie pone en duda el esp¨ªritu de superaci¨®n incre¨ªble del sudafricano, que naci¨® sin tibias; nadie deja de reconocer que si una persona encarna como nadie los valores ejemplares del deporte para la humanidad, la lucha, el compromiso, el inconformismo y todo eso, ese es Pistorius, quien, tras ganar todas las medallas posibles en las competiciones paral¨ªmpicas, no par¨® hasta lograr competir contra deportistas enteros, sin defectos.
La ligereza de las cuchillas (20% menos de peso) le da mayor velocidad de zancada
Nadie desde?a todas las grandes palabras que acompa?an a su peripecia deportiva como tampoco nadie es ajeno a la inmensa maquinaria de relaciones p¨²blicas que acompa?a al atleta de Pretoria magnificando sus acciones, cargando de significado sus gestos, ni tampoco nadie esconde la maquinaria econ¨®mica que envuelve al sudafricano rubio, de 26 a?os, todo un personaje en su pa¨ªs, un protagonista de las revistas del coraz¨®n que hablan de su tigre blanco; de su novia, una supermodelo rusa¡
Las preguntas que se hace la comunidad cient¨ªfica, gente para la que la vida es siempre una duda, son: ?las pr¨®tesis de carbono, esas cuchillas curvadas llamadas guepardo que permiten que a Pistorius se le llame sin que sea un insulto blade runner, le dan una ventaja injusta sobre los dem¨¢s?, ?ser¨ªa justo hablar de dopaje tecnol¨®gico? Las preguntas siguen aleteando y a ello no es ajeno el que dos tribunales de especialistas, el convocado por la federaci¨®n internacional (IAAF) para retirarle la licencia y el que utiliz¨® el Arbitral del Deporte (TAS) para devolv¨¦rsela, emitieran sentencias contradictorias sobre el caso. Todos los cient¨ªficos (ortopedistas, biomec¨¢nicos, prot¨¦sicos, fisi¨®logos...) que han saltado al ruedo del debate est¨¢n, sin embargo, de acuerdo en un punto de partida: el de que la extremada ligereza de las cuchillas (pesan un 20% menos que unas piernas de carne y hueso) permite a Pistorius una mayor velocidad de zancada, casi cuatro por segundo, que a todos los dem¨¢s velocistas, que se quedan en tres.
Sus seguidores replican que no le permiten aplicar en cada pisada la misma fuerza
Esta ventaja no es tan n¨ªtida de entrada o incluso no es ventaja, claman los pistoriustas, pues las pr¨®tesis no le permiten aplicar en cada pisada la misma fuerza que un atleta normal (unas dos veces y media su peso en una d¨¦cima de segundo, m¨¢s o menos, que es lo que dura el contacto de su pie con el suelo) y, por lo tanto, la velocidad se resiente.
A esto los que dudan responden que, como tiene m¨¢s velocidad de giro de piernas, Pistorius puede alargar durante m¨¢s tiempo, m¨¢s all¨¢ de la d¨¦cima de segundo, su pisada en el suelo, con lo que puede aplicar m¨¢s fuerza, la madre de la velocidad. Y recuerdan que un dato permite afirmar que Pistorius goza de ventaja, el de que con menos gasto energ¨¦tico consigue m¨¢s rendimiento: si sus tiempos en los 100 y los 200 metros son similares a los de una sprinter de primer nivel, como es Allyson Felix, sus tiempos en los 400 (45,07s es su mejor marca; ayer hizo 46,54 en la semifinal ol¨ªmpica) son 4,5 segundos inferiores a los mejores de la representaci¨®n norteamericana.
Los rivales de Pistorius dudan mucho menos. Los que perd¨ªan ante ¨¦l en las pruebas paral¨ªmpicas, la mayor¨ªa con una sola amputaci¨®n, siempre denunciaron la ventaja de la velocidad de sus cuchillas ligeras, pues la suya de girar las piernas estaba limitada por su extremidad humana, m¨¢s lenta siempre que la prot¨¦sica.
Los rivales enteros, representados por Kirani James, el favorito para la final de los 400 metros de hoy, tambi¨¦n lo tienen claro: ¡°Respeto enormemente lo que ha hecho. Hace falta mucha valent¨ªa, mucha confianza, para pisar donde pisa¡±. Luego, le preguntaron si le dejar¨ªa correr contra ¨¦l si sus tiempos fueran similares (James corre un segundo m¨¢s r¨¢pido). ¡°Eso es otra historia¡±, respondi¨® el adolescente de Granada.
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