Malparada
El librarnos de Estados Unidos no supone ninguna liberaci¨®n viendo el juego de nuestra selecci¨®n
En el encuentro de la controversia, Espa?a no sali¨® bien parada. Ni salvaguard¨® su prestigio, pues por mucho que intenten disipar dudas, siempre sobrevolar¨¢ sobre el partido la sombra de la falta de inter¨¦s en la victoria (l¨®gico por otra parte) ni, quiz¨¢s m¨¢s importante, tampoco dio s¨ªntomas de mejora en su juego, donde volvi¨® a mostrar todos los defectos apuntados en partidos anteriores. Esta quiz¨¢s es su mejor defensa ante posibles acusaciones ¨¦ticas. Espa?a fue la misma Espa?a que el d¨ªa de Rusia.
Dejando a un lado otro tipo de interpretaciones que pueden ser discutibles, Espa?a tiene problemas serios en su juego, agravados seguramente por la falta evidente de tensi¨®n que hubo durante casi todo el partido. No hay duda de que tenemos un juego interior demoledor, sobre todo cuando Ibaka aporta, por lo que ser¨ªa deseable que Scariolo le encontrase el h¨¢bitat ideal para aprovechar su poder¨ªo, cosa que, por ejemplo, se ech¨® en falta el d¨ªa de Rusia. Pero de igual forma que los alrededores de la canasta rival son nuestro mejor pozo petrol¨ªfero, los de la propia se est¨¢n convirtiendo en zona de excesiva producci¨®n para nuestros rivales. Lo hicieron los jugadores rusos, lo volvieron a repetir los brasile?os, y eso que Nen¨¦ Hilario no hizo acto de presencia. Falta contundencia e intimidaci¨®n m¨¢s all¨¢ de los tapones que coloca Ibaka y sobran despistes y malos ajustes. El problema defensivo interior puede ser extensible a todo el colectivo y se echa en falta una intensidad mayor de la que est¨¢ mostrando Espa?a, alejada de lo hecho en otros cursos.
Tampoco se solucionaron los problemas de arritmia. No hay forma de que las buenas prestaciones se mantengan en el tiempo, por lo que cualquier ventaja, por grande que sea, termina por ser enjugada. Hablaban los jugadores de concentraci¨®n como posible causa, y no les falta raz¨®n como se demostr¨® en un partido como el de ayer, que de concentraci¨®n no estuvo ni mucho menos sobrado.
Total, que perdimos. Cierto que era un partido muy dif¨ªcil de jugar, por mucho que se invoque a esp¨ªritus ol¨ªmpicos y dem¨¢s conceptos que a la hora de la verdad terminan por ser superados por la cruda y dura realidad de un partido marcado por las circunstancias. Sea como fuera, Espa?a ya conoce su camino. Personalmente, el librarnos de Estados Unidos no supone ninguna liberaci¨®n viendo el juego de nuestra selecci¨®n. Aunque tambi¨¦n, por la experiencia de otros a?os, conozco su talante competitivo y su capacidad para dar lo mejor en el momento justo. Pero eso no deja de ser un deseo. La realidad mostrada hasta ahora dice que mucho tendr¨¢ que mejorar para que esa so?ada final que ahora vuelve a ser posible se convierta en realidad. Jugando como hasta ahora, est¨¢ m¨¢s lejos que nunca.
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