Liu, de drama en drama

Liu Xiang protagoniz¨® uno de los momentos m¨¢s dram¨¢ticos de los Juegos de Pek¨ªn 2008. La estrella del atletismo chino se rompi¨® delante de los miles de compatriotas que le jaleaban para sumar a su t¨ªtulo mundial la gloria ol¨ªmpica reservada a los mejores. Han pasado cuatro a?os, pero la suerte de Liu no parece haber cambiado. El mejor atleta chino se ha lesionado tras chocar con la primera valla y no podr¨¢ luchar por el t¨ªtulo.

El drama de Liu se produjo en la ¨²ltima carrera de los 110m vallas de esta ma?ana nublada de Londres. Para entonces sus grandes rivales, el cubano Dayron Robles, campe¨®n ol¨ªmpico, el americano Jason Richardson, campe¨®n mundial, y su compatriota Aries Merrit, ambos por debajo de los 13s este a?o, se hab¨ªan clasificado c¨®modamente tras vencer en sus series. Liu fue presentado por el animador del estadio como la estrella que es. Se acomod¨® en los tacos, respir¨® hondo. Su sue?o dur¨® solo unos metros, los que tard¨® en encontrarse con la primera valla, que super¨® a duras penas para acabar en el suelo, derrotado antes de tiempo.

En los Mundiales de Daegu un manotazo de Robles le apart¨® del oro

Liu vio desde la pista c¨®mo ganaba el ingl¨¦s Turner, y c¨®mo entraba cuarto, fuera de las semifinales aunque con su mejor carrera de la temporada (13,76s), el espa?ol Jackson Qui?¨®nez, que fue octavo en Pek¨ªn. Despu¨¦s de unos minutos en los que el vallista chino pareci¨® abducido, en los que permaneci¨® mirando al tendido como intentado entender qu¨¦ demonios le hab¨ªa pasado, Liu logr¨® levantarse y recorri¨® los 110m de su prueba a la pata coja, incapaz de apoyar la pierna herida, empujado por los gritos de aliento y los aplausos que llegaban desde las tribunas, otra vez abarrotadas desde la ma?ana. Se detuvo un instante en la ¨²ltima valla, se apoy¨® en ella, pens¨® unos segundos y sali¨® del Estadio apoyado en Qui?¨®nez y Turner hasta que un voluntario acerc¨® una silla de ruedas.

A estas alturas de su carrera, Liu, que tiene 29 a?os y fue campe¨®n ol¨ªmpico en Atenas 2004, debe de estar m¨¢s acostumbrado a estos momentos malos que a la felicidad de la victoria. Y no solo por ese tend¨®n de Aquiles que ha marcado sus ¨²ltimos a?os de entrenamientos y que le convert¨ªan en una inc¨®gnita en Londres. En los Mundiales de Daegu el a?o pasado, la nube que parece perseguir al vallista tom¨® la forma de un manotazo, el que le propin¨® Robles cuando ambos luchaban, valla con valla, por el t¨ªtulo. El cubano fue descalificado por esa acci¨®n temeraria, pero el oro se fue a Estados Unidos.

La lesi¨®n de Liu priva al atletismo ol¨ªmpico de uno de sus grandes duelos, uno que vive del pasado, cuando el chino y Robles se robaban el r¨¦cord del mundo y los t¨ªtulos a cada paso. Ese tiempo parece pasado y ahora todas las miradas est¨¢n centradas en los vallistas estadounidenses. Ellos pueden recibir la gloria que una y otra vez se le ha negado al gran Liu.