Una boya para el oro

Al equipo femenino de waterpolo no le sacar¨¢n de la piscina del Water Polo Arena hasta que se clausuren los Juegos Ol¨ªmpicos. Hay que aprovechar los momentos, sobre todo los que se presentan de forma inesperada, no para las protagonistas, sino para los apostadores, y las jugadoras de Miki Oca ser¨¢n protagonistas hasta el ¨²ltimo d¨ªa en Londres. Jugar¨¢n el jueves la final contra Estados Unidos despu¨¦s de derrotar a Hungr¨ªa (9-10). Ni si quiera el vocer¨ªo de la hinchada h¨²ngara desconcentr¨® a la festiva Espa?a, divertida y talentosa, de juego incontenible, arengada desde la salida por su boya, la grandilocuente Maica Garc¨ªa.

El ritual se habr¨¢ cumplido desde el inicio hasta el final del torneo. Maica re¨²ne a sus compa?eras y pregunta: ¡°Equipo, ?Qui¨¦nes somos?¡±. ¡°?Espa?a!¡± responden a coro. Y repregunta la boya: ¡°?Qu¨¦ somos?¡± ¡°Guerreras¡± se oye en el equipo. ¡°?Y qu¨¦ queremos hacer?¡±, termina. ¡°Ganar, ganar y ganar¡±, concluye el grupo. Alrededor de Maica Garc¨ªa se ha organizado un equipo optimista, jovial por la presencia de las campeonas mundiales junior 2011 y experto por la representaci¨®n de las que alcanzaron la plata en M¨¢laga 2008. El nexo es Maica Garc¨ªa, sacrificada como boya para el bien com¨²n del equipo, muy vers¨¢til.

¡°Yo soy boya a la fuerza¡±, explica Maica. ¡°Me hubiera gustado m¨¢s ser una jugadora exterior, poder lanzar, participar del juego, en lugar de recibir patadas, tener siempre a la rival encima, pegando. No hay un puesto m¨¢s desagradecido¡±. Y abunda: ¡°No quer¨ªa para nada, pero me obligaron y me obligu¨¦ por mi f¨ªsico. ?Vale!, me dije, soy grande. Ya lo cojo yo¡±. Y ha crecido (1,88m y 90kg) y aprendido tanto que pasa por ser una de las mejores boyas del mundo. Ayer se bati¨® como nunca con la ¡°patas¡±, como llama Maica a la h¨²ngara Bujka y en la final le aguarda la m¨¢s temida, la norteamericana: ¡°No hay quien la mueva¡±.

A Maica le toca siempre el trabajo m¨¢s desagradecido, en los partidos y en los entrenamientos, porque precisa de una preparaci¨®n especial. ¡°Hago m¨¢s pesas, sobre todo para pectorales y piernas, y practico la t¨¦cnica, especialmente los reversos. No mucho m¨¢s que mis compa?eras de equipo. Lo que pasa es que cada vez me motivo m¨¢s¡±. Y enfatiza: ¡°Todo empieza por la defensa, la prefiero a un gol, de manera que me aplic¨® en lo m¨ªo¡±. No solo saca exclusiones sino que facilita que se rematen las superioridades y los lanzamientos¡±, ayer sobre todo de Pe?a, Tarrago, y Espar, sutil y terminal en el tiro: cuatro goles.

No son finalistas ni est¨¢n invictas por casualidad sino que les avala su vitalidad ¡ªsu media de edad es de 22,6 a?os¡ª, descaro y tambi¨¦n la faena. ¡°Oca ha trabajado mucho al equipo, evolucion¨® m¨¢s que sus rivales, y su repertorio es in¨¦dito e interesante¡±, reflexiona el seleccionador masculino Rafa Aguilar. El juego coral tiene tambi¨¦n sus picos, sobre todo en jugadoras como la goleadora Espar y la portero Ester, ¡°la pajarito¡±, como la conocen sus amigas, por su capacidad para tapar la meta con su movilidad. No hay equipo con mejor puesta a punto, m¨¢s determinaci¨®n e ilusi¨®n que el de Espa?a.

No es una cuesti¨®n de inercia sino de fe en el equipo. Las jugadoras sienten que est¨¢n ante la ocasi¨®n de su vida en su primera participaci¨®n ol¨ªmpica y no pararan hasta la final. Maica Garc¨ªa se hizo boya a la fuerza para que Espa?a fuera medalla de oro y ha llegado su momento en Londres. Vali¨® la pena tanto sacrificio, tanto esfuerzo en el gimnasio, trabajar tanto el cuerpo, ser tan tenaz y altruista en un equipo ambicioso por naturaleza