La estilista de Espa?a
Eli Pinedo, extremo de la selecci¨®n que hoy (21.30) busca la final ante Montenegro, es de las pocas, en un equipo obligado a emigrar, que podr¨¢ seguir jugando el a?o que viene en Espa?a
¡°Es el juego del gato y el rat¨®n, tus mejores a?os, clandestinidad¡¡±. No habla de balonmano No hay tregua, una de las canciones favoritas de Barricada de Eli Pinedo, pero su comienzo bien podr¨ªa valer para describir el deporte que practica y la escasa visibilidad que ha tenido, como tantas otras, la extremo de la selecci¨®n que se juega hoy el pase a la final ante Montenegro (21.30), una de las pocas jugadoras de este equipo que el a?o que viene seguir¨¢ jugando en un equipo espa?ol, el Bera Bera, donde aterriz¨® la pasada temporada despu¨¦s de un a?o en Dinamarca, pa¨ªs con una de las ligas m¨¢s competitivas.
¡°La cosa est¨¢ muy malita y en nuestro deporte se nota much¨ªsimo. Entiendo perfectamente que mis compa?eras, si quieren tener una buena ficha, estabilidad, competir en Europa¡ tengan que salir. Yo ya lo prob¨¦, pero ahora el cuerpo me pide otra cosa, estar cerca de mi familia, de mi marido¡ Adem¨¢s, soy una privilegiada, estoy en un equipo, como el Bera Bera, que tiene los pagos al d¨ªa¡±, explica desde Londres Pinedo, amante de la peluquer¨ªa, la estilista de la selecci¨®n, seg¨²n sus compa?eras, la que les aconseja sobre este u otro peinado y que, confiesa entre risas, estar¨ªa encantada de rapar la cabeza a Marta Mangu¨¦, que ha prometido quitarse sus trenzas si logran el oro.
A sus 31 a?os y casi 130 internacionalidades, Pinedo ha vivido todos los ¨¦xitos de la mejor generaci¨®n del balonmano femenino. De algunos, aunque ella reste importancia, es m¨¢s que responsable. Los cuartos parecen ser su eliminatoria fetiche. Suyo fue el gol decisivo que puso a Espa?a en las semifinales del ¨²ltimo Mundial, ante Brasil, en Brasil, en la que el combinado de Jorge Due?as acab¨® colg¨¢ndose la medalla de bronce. Y sus siete goles ante Croacia, en los cuartos de Londres, contribuyeron a que este equipo -¡°m¨¢s que una selecci¨®n, somos un grupo¡±, insiste Pinedo, en lo que viene a ser una afirmaci¨®n coral-, vuelva a optar a una medalla.
Siempre hay que pensar en cada partido y no decir nunca que de aqu¨ª no podemos pasar"
A la extremo de Amurrio, vasca en el coraje, vasca en ese acento con el que pronuncia las erres como si le fuese la vida en ello, llegados a este punto le daba igual el rival de semifinales. Hab¨ªa ganas de revancha con Francia, por el empate en el ¨²ltimo suspiro en la fase de grupos que pudo acabar de dinamitar el mal inicio ante las coreanas, y por vengar a los chicos, que ayer se fueron a casa -¡°qu¨¦ pena, nos ha dejado mal cuerpo¡±, confesaba Pinedo ayer por la tarde-, pero enfrente, hoy, estar¨¢ Montenegro, a quien las guerreras ol¨ªmpicas ya vencieron en el Mundial de Brasil (23-19). ¡°Siempre hay que pensar en cada partido y no decir nunca que de aqu¨ª no podemos pasar, siempre hay que mirar hacia adelante¡±, aseguraba Pinedo tras vencer a Croacia.
En aquel partido ante las balc¨¢nicas de Montenegro de hace un a?o fue clave, otra vez, la aportaci¨®n de Silvia Navarro, que con 29 paradas puso el cerrojo a la porter¨ªa espa?ola. Navarro sigue con los pies en el suelo. ¡°Vamos a ir partido a partido, en realidad, las francesas son mucho m¨¢s t¨¢cticas, no es mal rival Montenegro¡±, concede la portera, que destaca los ¨²ltimos segundos ante Croacia como el mejor momento de los Juegos. Como todas, insiste en el grupo, en el que echan de menos a Carmen Mart¨ªn, lesionada ante Suecia, que se tuvo que volver de Londres, y a Cristina Fern¨¢ndez, la tercera portera, que se qued¨® fuera de la lista de Due?as al poder inscribir solo a 14 jugadoras.
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