Beitia es feliz

Ajena a la depresi¨®n generalizada que vive el atletismo espa?ol, aparece sonriente su capitana. Ruth Beitia est¨¢ con la autoestima por las nubes tras haber ganado su primer t¨ªtulo europeo de salto de altura al aire libre, el importante, hace poco m¨¢s de un mes, en Helsinki, y rebasado luego, por primera vez en las dos ¨²ltimas temporadas, los 2,00 metros en Santander, ¡°en la terruca¡±. Con tres saltos limpios se planta en la final del s¨¢bado. F¨¢cil. ¡°Estoy delgada, r¨¢pida, feliz¡±, resume el estado emocional en el que ha llegado a la cita m¨¢s importante del a?o, de los ¨²ltimos cuatro a?os, tal vez su ¨²ltima gran competici¨®n, pues ya tiene 33. ¡°Tengo una madurez f¨ªsica y psicol¨®gica incre¨ªble y estoy tranquila¡±, matiza.?

La carrera de Beitia, que va por sus terceros Juegos, vivi¨® un punto de inflexi¨®n en 2011, cuando se qued¨® en unos m¨ªseros 1,95 metros (al menos, para una saltadora que ronda cada a?o los 2,00 y tiene como mejor marca los 2,02, el r¨¦cord de Espa?a) y vio desde la grada la final de los Mundiales de Daegu. ¡°Aprend¨ª mucho. Vi¨¦ndola, decid¨ª que deb¨ªa empezar otra vez de cero¡±, recuerda.

Volver al punto de partida significaba recuperar el entrenamiento completo que hab¨ªa reducido para cuidar esa espalda que tanto le duele a veces: la t¨¦cnica, los multisaltos, las pesas. ¡°Pero lo m¨¢s importante es que hemos afrontado el ¨²ltimo a?o de forma relajada, disfrutando, y las cosas nos est¨¢n saliendo mejor¡±, razona.

Voy a vivir esta final como si fuera la ¨²ltima

La saltadora habla en plural de ella y su entrenador, Ram¨®n Torralbo, que est¨¢ en la grada y le indica los detalles que debe mejorar. Como la carrera. Pero la ma?ana parece acompa?ar al estado de ¨¢nimo de Beitia. Hace sol y el p¨²blico vuelve a abarrotar el estadio desde primera hora. Resulta muy tranquila. No solo para la espa?ola, sino tambi¨¦n para la mayor¨ªa de las favoritas. Solo se monta un peque?o l¨ªo porque 14 saltadoras han superado el list¨®n a 1,93 metros y quieren pasar a la final todas aunque solo haya 12 plazas. Hablan con los jueces y, al cabo, se lo juegan las que han fallado alg¨²n intento, pero ¨²nicamente se queda fuera, de entre las m¨¢s conocidas, la alemana Friedrich, bronce en unos Mundiales. El resto avanza.

¡°He podido echar un vistazo a mis rivales y va a estar durita la final¡±, dice Beitia. Y eso que el estadio promete para el s¨¢bado, a las 20.00, una de las peleas por el t¨ªtulo m¨¢s abiertas de los ¨²ltimos tiempos por las ausencias de la croata Vlasic y la italiana Di Martino. Sin ellas, aqu¨ª est¨¢n las rusas Chicherova y Shkolina y la estadounidense Lowe, las ¨²nicas tres mujeres por encima de los 2,00 metros este a?o, y la belga Hellebaut, que fue campeona en Pek¨ªn con unos espectaculares 2,05.

Y est¨¢, claro, Beitia, que entonces tan solo pudo ser s¨¦ptima al no ser capaz de rebasar el list¨®n a 1,96 metros, pero que ahora se ve distinta, m¨¢s madura, m¨¢s tranquila. ¡°Voy a vivir esta final como si fuera la ¨²ltima¡±, se despide, feliz.