Terapia de choque

Dos derrotas y un empate en la primera semana de competici¨®n empujaron a Jos¨¦ Mourinho a convocar a la plantilla del Madrid el pasado lunes en Valdebebas. La sesi¨®n se pareci¨® mucho a una catarsis colectiva. Los jugadores y el entrenador se intercambiaron reproches. Hablaron poco de f¨²tbol. Hubo expresiones malsonantes.

A diferencia del consejo improvisado hace un a?o en Santander, cuando, tras empatar (0-0) contra el Racing, el m¨¢nager y su plantel discutieron en busca de soluciones y acabaron celebrando una barbacoa y fijando un c¨®digo de convivencia, Mourinho no cedi¨® esta vez en su posici¨®n. Envalentonado, el portugu¨¦s no solo no persigui¨® el consenso, sino que se manifest¨® dispuesto al enfrentamiento, sobre todo con los espa?oles.

Una vez que las dos partes dejaron claras sus posiciones, todos se pusieron a trabajar como buenos profesionales para recibir al Barcelona esta noche en la vuelta de la Supercopa espa?ola.

Las dos partes hablaron poco de t¨¢ctica y se dedicaron a censurar actitudes

Reunido el grupo en el entrenamiento, Mourinho tom¨® la palabra para acusar a los jugadores de exhibir falta de concentraci¨®n. Les calific¨® de indolentes y les consider¨® responsables de los malos resultados sufridos contra el Valencia y el Getafe. Tambi¨¦n les invit¨® a hacer autocr¨ªtica.

Dicen que el primero en replicarle fue Casillas, molesto por sus palabras en la conferencia de prensa en Getafe. ¡°Aqu¨ª, el primero que tiene que hacer autocr¨ªtica eres t¨² por lo que haces dentro y fuera del campo¡±, escucharon decir al portero. Casillas le reconoci¨® que estaban jugando muy mal, pero le pidi¨® que no volviera a criticar en p¨²blico al equipo ni a los futbolistas individualmente. ¡°Que sea la ¨²ltima vez¡±, le dijo.

¡°Est¨¢is endiosados¡±, les espet¨® Mourinho, seg¨²n un testigo. El luso habl¨® de la vanidad y la mediocridad que percibe en el grupo, falto de ambici¨®n tras la conquista de la pasada Liga. ¡°Mis compa?eros y yo hemos ganado muchos trofeos y hemos demostrado que siempre hemos querido m¨¢s¡±, respondi¨® Casillas a Mourinho, que se mostr¨® contrariado: ¡°Vais de amos, de jefes. No se os puede decir nada¡±.

¡°Est¨¢is endiosados¡±, les espet¨® Mourinho, seg¨²n un testigo.

Hablaron poco de t¨¢ctica y se dedicaron a censurar conductas. ¡°A Valera le ten¨ªa que marcar yo¡±, dijo Sergio Ramos, en referencia al 1-1 del Getafe a la salida de una falta. ¡°Fue un error m¨ªo¡±, admiti¨® el sevillano; ¡°hay momentos en los partidos en que cometes errores y yo tuve la desgracia de que el m¨ªo acab¨® en gol. Pero el jueves, en Barcelona, en el de Pedro, hubo errores defensivos y t¨² [por Mourinho], en vez de se?alar al compa?ero que hab¨ªa fallado, hiciste lo correcto y acusaste al juez de l¨ªnea. ?Por qu¨¦ a m¨ª me vendiste? ?Por qu¨¦ a unos les proteges y a otros siempre les acusas en p¨²blico?¡±.

Ramos se refiri¨® al ¡°compa?ero¡±, sin mencionarlo. Era Coentr?o, que, en vez de tirar el fuera de juego, persigui¨® a Pedro. El canario marc¨® el 1-1 y el Bar?a remont¨®. Para Mourinho fue el momento decisivo de la ida. ¡°No supimos aguantar m¨¢s tiempo con el 0-1¡±, dijo en el vestuario sin olvidarse, en p¨²blico, de afirmar que ¡°Coentr?o hizo un partido perfecto¡±.

Lejos de mostrarse conciliador, ayer, en su conferencia de prensa, Mourinho estuvo amenazador. Rechaz¨® asumir cualquier responsabilidad y no dud¨® en exponer a sus futbolistas al juicio de la afici¨®n diciendo abiertamente que sospecha del ¡°perfil psicol¨®gico¡± del equipo que dirige.

Esta noche se sabr¨¢ si la terapia de choque sirve de algo, aunque no sea m¨¢s que para ganar al Bar?a en el Bernab¨¦u por primera vez en cuatro a?os.