Sin f¨²tbol en una noche inolvidable

La ilusi¨®n de la hinchada granota, por primera vez en Europa en 103 a?os, se aliment¨® cuando Gekas empalm¨® un centro de Juanlu a gol. Maquill¨® as¨ª una actuaci¨®n discreta del Levante ante el modest¨ªsimo Motherwell, un compendio de todas la carencias de la Liga escocesa: fr¨¢gil atr¨¢s, sin punta en el ataque. El Levante solo mejor¨® en el ¨²ltimo tramo, aupado por la zancada de M¨ªchel y por el cansancio de un Motherwell inofensivo. El p¨²blico, en todo caso, entendi¨® que era una ocasi¨®n ¨²nica: m¨¢s de un siglo esperando esto. Y lo celebr¨® con la alegr¨ªa correspondiente, olvid¨¢ndose de otras consideraciones.

Pero el Levante ha empezado atascado. Sin el nervio del curso anterior. Es un equipo chato, sin la presencia de un delantero que lo estire. Gekas, de 32 a?os, ha llegado justo de ox¨ªgeno a esta etapa de su dilatada carrera. No est¨¢ para grandes haza?as. Puede marcar porque conoce el ¨¢rea, aunque su escasa movilidad fuera de ella desluce a los dem¨¢s. Barkero, por ejemplo, ya no encuentra a qui¨¦n pasar.

El Levante ha tenido un ojo cl¨ªnico para los fichajes. Primero fue Caicedo, un colombiano despistado con una zurda de oro. Al plantarse ante el portero contrario, eleg¨ªa el palo a su antojo. Un¨ªa potencia y clase. Traspasado al Lokomotiv por 7,5 millones, lleg¨® Kon¨¦, un purasangre marfile?o con ganas de venganza: marc¨® 17 goles, ni uno m¨¢s, para no regresar al Sevilla, bendiciendo a las arcas granota con cinco millones en su marcha al Wigan. Los dos jugaron como si fueran tres: barriendo todo el frente de ataque. El resto solo ten¨ªa dos tareas, protegerlos y abastecerlos. Pues bien, el Levante apura ahora las 24 horas antes del cierre del mercado de fichajes para encontrar a un atacante que se les parezca. El elegido es Obafemi Martins, el nigeriano del Rubin Kazan.

Las arrancadas de Juanlu por el extremo izquierdo inyectaron cierta vitalidad en el arranque del segundo tiempo. Por fin un excelente pase raso en profundidad de Diop dej¨® a El Zhar ante Randolph, que repeli¨® el disparo. El extremo marroqu¨ª alz¨® los brazos al cielo poco despu¨¦s: reclamaba ayuda divina tras enviar un pelotazo a la grada en otro a mano a mano con el portero escoc¨¦s. La entrada de M¨ªchel le dio recorrido al ataque local. El chico de la cantera valencianista sabe correr y pasar. El Levante se anim¨® y el centro desde el extremo de Juanlu lo empalm¨® Gekas en el primer palo. Un gol para la historia granota, adornado por JIM con la sustituci¨®n de Ballesteros para que recogiera la merecida ovaci¨®n de la hinchada. Nadie como ¨¦l representa los valores del levantinismo. Un f¨²tbol prescindible en una noche inolvidable.