Como una prueba de bicicleta de monta?a

A los espr¨ªnters les queda un suspiro, un par de ?apas, de ali?o para unos, de lujo para otros, para cumplir su expediente. Les queda la etapa de Valladolid y el fin de fiesta en Madrid. En el resto, incluida La Lastrilla, sin puertos, pero tan escarpada que favorece a los poderosos del pelot¨®n, tienen m¨¢s que ver que hacer. Es el momento de los escaladores, que afrontan un fin de semana largo lleno de puertos y emboscadas que deben conducir a la elecci¨®n del ganador, en espera de la Bola del Mundo la ¨²ltima jornada.

Pasado el paso por la costa de Ferrol, esperan Le¨®n, Asturias y Cantabria con m¨¢s ganas de dictar sentencia que un tribunal militar. Hoy la etapa sit¨²a la meta en los Ancares, en Le¨®n, un puerto de 9,5 kil¨®metros con desniveles que oscilan entre el 8 y los casi 13% de pendiente. Pero antes de llegar al punto de destino, los ciclistas han de batirse en otros cuatro puertos, dos de tercera, uno de segunda y otro de primera, para pasar el consabido reconocimiento f¨ªsico de los grandes. Cena, masaje, tele, si llega el caso, tableta o m¨®vil, y a los Lagos de Covadonga, el domingo, un cl¨¢sico, con el Mirador de Fito de por medio, para emitir las primeras se?ales entre los candidatos al t¨ªtulo. Y por si la bici no se hubiera quedado satisfecha, el lunes acecha el Cuitunegru en Pajares (19,4 kil¨®metros) con pendientes entre el 6,9 y el 22%, despu¨¦s de degustar los aperitivos del Puerto de San Lorenzo (10 km, con el 8,5 y 12% de porcentaje) y el Alto de la Cobertoira (8 km, con desniveles entre el 8,6 y el 12%). Por si queda un hueco para un yogurt, el mi¨¦rcoles, tras la jornada de descanso, habr¨¢ otro final en alto en Fuente De, alto de segunda categor¨ªa e invitaci¨®n a la batalla de los segundos.

Parecen etapas m¨¢s de un fin de semana de mountain bike y muy proclives a las cualidades de Alberto Contador con puertos largos, una vez finalizadas las cuestas que parecen mimar a Purito Rodr¨ªguez. Es el tiempo de Contador y de Froome (salvo Fuente De o La Lastrilla). Pero el tiempo es cuesti¨®n de segundos.