La vida en el alambre

¡°David Ferrer es mi tipo de jugador¡±, escribe un tal Jimmy Jimbo Connors tras ver c¨®mo el espa?ol llega a tercera ronda al ganar 6-2, 6-3 y 7-6 al holand¨¦s Sijsling. ¡°Hace que su contrario se gane cada punto y saca el m¨¢ximo de su juego. J¨®venes, presten atenci¨®n¡±.

Presten atenci¨®n jovencitos, viene a decir el ex n¨²mero uno estadounidense, capaz de llegar a semifinales del Abierto de EEUU con 39 a?os, porque este es un tenista al que su estatura (1,75m) no le ha impedido ser el n¨²mero cinco mundial. Presten atenci¨®n y apunten, porque este espa?ol, limitado por esa falta de cent¨ªmetros a la hora de afrontar el saque, ya ha ganado cinco t¨ªtulos en 2012 y adem¨¢s los ha repartido sobre tres superficies distintas (tierra, hierba, cemento). Tomen nota, est¨²dienlo, viene a decir Connors, que se sinti¨® identificado en ese esp¨ªritu de lucha cuando observ¨® una estad¨ªstica: pese a que es el peor de los diez mejores en los tie-breaks (solo se impone en el 51%, frente al 65% del suizo Roger Federer), Ferrer fue capaz de conquistar este viernes 14-12 el tie-break m¨¢s largo que ha disputado desde que est¨¢ en esa elite, para lo que necesit¨® cinco puntos de partido y debi¨® superar tres de set en contra. Fueron 26 puntos tremendos.

¡°Lo que pasa es que parece que nunca nadie le da importancia, pero lo que est¨¢ haciendo Ferrer ¨²ltimamente es un espect¨¢culo. Los jugadores, desde dentro, le damos valor¡±, le dijo a Efe Tommy Robredo, uno que busca la tercera ronda ante el argentino Mayer; uno que sabe cu¨¢nto cuesta llegar a lo m¨¢s alto y mantenerse, porque fue el n¨²mero cuatro, descendi¨® al 471 y ahora lucha por volver a estar entre los 100 mejores tenistas del planeta; y uno que no pudo ver c¨®mo el serbio Novak Djokovic navegaba apaciblemente la ma?ana, tan relajado con su rapid¨ªsima victoria por 6-2, 6-1 y 6-2 ante el brasile?o Dutra.

En Nueva York, Ferrer ve c¨®mo se le va despejando el horizonte. Lleg¨® bajo los efectos de su mala experiencia en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres, donde desaprovech¨® junto con Feliciano L¨®pez cuatro puntos de partido que les aseguraban una medalla, y se recluy¨® en su habitaci¨®n con una migra?a que le impidi¨® acudir a la reuni¨®n obligatoria de jugadores. Al poco, debut¨® ante el temible sudafricano Anderson, al que dobleg¨® con mucha m¨¢s facilidad de la prevista. Su siguiente paso fue acudir a ver el musical de Spiderman, hasta donde le acompa?¨® ?lex Corretja, el seleccionador espa?ol de tenis, quien le record¨® que ¨¦l s¨ª que es capaz de recuperaciones imposibles, y adem¨¢s sin superpoderes. Con ese refuerzo an¨ªmico, Ferrer gan¨® antes Sisling un tie-break largu¨ªsimo, y se plant¨® en la tercera ronda, donde competir¨¢ contra el australiano Lleyton Hewitt, que venci¨® a Muller, por un puesto en los octavos de final. Sea quien sea su contrario, ese cruce le asegura emociones fuertes. Para Ferrer, de nuevo, la vida en el alambre.