Andy Roddick, adi¨®s entre l¨¢grimas

La despedida de Andy Roddick tuvo tres cap¨ªtulos: primero anunci¨® que su carrera acabar¨ªa cuando perdiera en el Abierto de Estados Unidos; luego, salt¨® a la pista y se puso a bailar sobre el cemento mientras la lluvia interrump¨ªa su encuentro de octavos contra Juan Mart¨ªn del Potro; finalmente, el mi¨¦rcoles, tras la reanudaci¨®n, cogi¨® la puerta de salida empujado a golpetazos por el argentino (derrota por 7-6, 6-7, 2-6 y 4-6). Se va un ex n¨²mero uno, ganador de un grande y uno de los sacadores m¨¢s espectaculares de la historia, el mismo que en su ¨²ltimo servicio en activo sac¨® conteniendo a duras penas las l¨¢grimas, despidi¨¦ndose con dolor y amor de su oficio.

Fui un tenista consistente que puso muchas cosas sobre la mesa cada d¨ªa"

¡°Todo fue muy emotivo¡±, reconoci¨® luego el tenista, de 30 a?os y vencedor de 32 trofeos; ¡°pero no fueron las emociones ego¨ªstas a las que estamos acostumbrados, sino algo extremadamente inocente, distinto, que disfrut¨¦¡±, describi¨®, extasiado con c¨®mo hab¨ªa vivido su ¨²ltimo servicio como profesional. ¡°Fui un tenista consistente que puso muchas cosas sobre la mesa cada d¨ªa. Estoy orgulloso de eso¡±, a?adi¨® el tambi¨¦n campe¨®n de la Copa Davis, al que los a?os de carrera hab¨ªan castigado el cuerpo y especialmente el hombro derecho, la bisagra de su saque y su derecha, las claves de su juego.

La marcha de Roddick deja hu¨¦rfano al tenis estadounidense. Mardy Fish, su compa?ero generacional, se retir¨® sin disputar los octavos del Abierto por ¡°razones de salud¡± relacionadas con las arritmias que sufre en el coraz¨®n. John Isner, el n¨²mero diez, que encabezar¨¢ a su pa¨ªs en las semifinales de la Copa Davis contra Espa?a, a¨²n no se ha asomado a una final grande. Ryan Harrison, el mejor proyecto de la cantera, compite bien pero gana poco. Ese es el vac¨ªo que deja Roddick: el de su saque y su referencia.