La f¨®rmula Mou se atasca
El Madrid golea menos porque sus rivales neutralizan su contraataque y tambi¨¦n encaja m¨¢s tantos - El t¨¦cnico se queja de la falta de implicaci¨®n de sus jugadores
Jos¨¦ Mourinho no reconoce a su equipo en t¨¦rminos de implicaci¨®n y concentraci¨®n, y las estad¨ªsticas tampoco reflejan al demoledor conjunto de la temporada pasada. La derrota en Sevilla (1-0) le deja con solo cuatro puntos de doce posibles y a ocho del Barcelona. Inesperadamente, tan lejos, tan pronto.
Este Real Madrid gripado marca menos goles que aquel, 1,3 por partido frente a los 3,2 por encuentro que le llevaron hasta el espectacular r¨¦cord de los 121 tantos en la ¨²ltima Liga, y recibe m¨¢s (sale a un gol por cita). Ha perdido el campe¨®n esa pegada que le convert¨ªa en un equipo intratable, capaz de resolver los partidos a la media hora de juego con tres o cuatro latigazos, principalmente de Cristiano Ronaldo, que a estas alturas del curso pasado llevaba cuatro goles, el doble que en esta (dos). Solo dos de sus futbolistas han logrado perforar la porter¨ªa contraria, el propio Cristiano e Higua¨ªn (tres). No hay rastros goleadores en el campeonato liguero de Benzema, el tercer delantero, ni de ninguno de sus centrocampistas acostumbrados a pisar ¨¢rea: Di Mar¨ªa, Kak¨¢ y ?zil. Su volumen de remates es similar al del a?o pasado (19 por partido), pero su acierto es muy inferior.
Para proclamarse campe¨®n, el equipo sum¨® 3,2 tantos por duelo. Este a?o promedia 1,3
Sin esa brutal capacidad goleadora le ha aflorado al Madrid la falta de f¨²tbol para descerrajar defensas que no le conceden espacios. Sus ataques para solucionar los partidos que se le han escapado han sido m¨¢s fruto de cargas a la desesperada que de un plan fluido de ataque. En todos Mourinho llen¨® el campo de delanteros, pero fall¨® la creaci¨®n. Solo Modric durante 15 minutos en el S¨¢nchez Pizju¨¢n rompi¨® esa tendencia. Dise?ado para matar al contragolpe, en esta Liga solo ha tenido dos ocasiones de hacerlo al ponerse por delante en el marcador: ante el Valencia (finalmente empate 1-1) y ante el Getafe (derrota 2-1). En estos dos encuentros aflor¨® un mal que Mourinho ya ha denunciado: ¡°Nos cuesta hacer el segundo gol¡±. Sin ese segundo tanto que desenchufaba a los rivales, el Madrid ha dejado la sensaci¨®n de ser un equipo al alcance de sus contrarios. Un s¨ªntoma que tambi¨¦n ha desvelado su entrenador: ¡°Los adversarios han sentido que ten¨ªan delante un equipo al que se pod¨ªa ganar¡±. Los rivales parecen haberle tomado la medida a esa f¨®rmula de dejar descolgados a los cuatro de arriba y no le han concedido muchas contras ni con el marcador a favor ni con el marcador en contra.
Ha recibido tres tantos a bal¨®n parado, los mismos que en todo el curso pasado
Ha encajado Casillas cuatro goles, tres de ellos a bal¨®n parado, los mismos que en toda la campa?a pasada en esa suerte. Esgrime Mourinho que no ha tenido excesivo tiempo para entrenar y que esa falta de trabajo de campo debe suplirse con actitud y concentraci¨®n. Por eso le han irritado sobremanera esos tres tantos de laboratorio. El del Valencia lo calific¨® de ¡°rid¨ªculo¡±, el de Getafe le llev¨® a decir que necesitaba ¡°saber qu¨¦ jugadores tienen la cabeza para competir¡± y el del Sevilla que fue ¡°la imagen del equipo¡±.
No ha conseguido meter Mourinho en la cabeza de sus jugadores en estos cuatro partidos de Liga esa tensi¨®n competitiva que alumbr¨® a ese equipo campe¨®n de la temporada anterior, s¨®lido atr¨¢s y letal a la contra. Desde el principio de curso viene denunciado p¨²blicamente la falta de intensidad y cuestionando la implicaci¨®n de sus futbolistas en su proyecto. De momento, esa v¨ªa no le ha servido para enderezar a un grupo que, por sus propias denuncias, parece que se la ha ido de las manos sobre el c¨¦sped. Su f¨®rmula est¨¢ atascada en lo futbol¨ªstico y en lo emocional.
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