La impotencia de Osasuna empata con el conformismo del Mallorca

En un partido ¨¢spero como la lija, el empate se visti¨® de castigo en el Reyno de Navarra. Osasuna, que quiso y no pudo, pag¨® su falta de colmillo; y el Mallorca, que pudo y no quiso, lament¨® al final su apuesta timorata. Entre la impotencia y el conformismo, el combate fue nulo.

Sin margen para la floritura, ambos tienen claro que su fortuna depende del grado de entrega que pongan en cada envite y con ese empe?o saltaron al campo. Los de Mendilibar, colistas, lanzados a inaugurar su casillero. Los de Caparr¨®s, en las alturas de la tabla, agarrados a su f¨²tbol correoso y competitivo.

Exigidos por la circunstancia, los rojillos se metieron r¨¢pido en faena entregados a la zancada de Marc Bertr¨¢n. Pero la defensa balear era un front¨®n sin fisuras y Osasuna no parec¨ªa, ni mucho menos, un prodigio de punter¨ªa. Era una tarde tensa, de mand¨ªbulas apretadas y piernas firmes. Un esforzado ejercicio f¨ªsico con la pelota como excusa para el choque. Un pulso equilibrado con m¨¢s intenciones que destrezas.

En un instante, la tirantez devino en violencia. Pasada la media hora, Oier colg¨® un bal¨®n al ¨¢rea balear buscando a Joseba Llorente. Mientras ca¨ªa el bal¨®n, el delantero protagonizaba un baile crispado con Nunes, su pareja de marca, para ganar la posici¨®n. Nada fuera del guion hasta que un cortocircuito rompi¨® las buenas maneras. Con la sa?a de quien guarda cuentas pendientes, Llorente lanz¨® el codo hacia el rostro de su marcador que, casi de forma simult¨¢nea, solt¨® el pu?o como respuesta. El ¨¢rbitro les mand¨® a la ducha y el retoque de piezas espabil¨® el partido.

Mendilibar estuvo fino. Recurri¨® a Lamah y Kike Sola y entre ambos encontraron el gol para Osasuna. La rosca intencionada del extemo la remat¨® el canterano con un cabezazo de manual. El Mallorca, remol¨®n hasta entonces, reaccion¨® y encontr¨® el empate en el primer arre¨®n. Con tanta facilidad que acab¨® por arrepentirse de no haber buscado m¨¢s.