Un vendaval llamado Bayern

Poderoso desde el inicio, lector extraordinario de los tiempos que exigen los envites europeos, el Bayern dobleg¨® al Valencia (2-1) en el estreno del equipo espa?ol en la presente edici¨®n de la Liga de Campeones. Dominador de principio a fin, el equipo alem¨¢n sell¨® su triunfo desde su segunda l¨ªnea, gracias a dos zarpazos de Schweinsteiger y Kroos, este ¨²ltimo fabuloso. Acorralado, sometido a un despliegue fren¨¦tico que solo tuvo un respiro en el segundo periodo, la resistencia valencianista fue insuficiente y no hubo forma de hallar recompensa en M¨²nich.

El Bayern salt¨® al c¨¦sped como un torbellino, deseoso de corresponder a los bramidos de su afici¨®n desde el silbido inicial. Pegado a la cal izquierda, Rib¨¦ry busc¨® las cosquillas a Pereira constantemente y en una de sus internadas sirvi¨® un centro raso que recorri¨® la mitad del ¨¢rea y encontr¨® receptor en las botas de Kroos, cuyo disparo fue a parar directamente a la grada. Muy inteligente entre l¨ªneas, fino al primer toque, el internacional alem¨¢n supuso un peligro constante para el Valencia, cercado en el primer acto por los alemanes, derribados en la final del curso pasado en su propio hogar por el Chelsea.

Alentado por su grada, el Bayern apenas pis¨® el freno. Apoyado en el buen hacer de Schweinsteiger y Javi Mart¨ªnez, dos colosos en el centro del campo, las punzadas de Rib¨¦ry y Robben desde las bandas y los movimientos de Kroos, el equipo alem¨¢n percut¨ªa sin cesar, pero no encontraba el camino a la red. Hasta que el franc¨¦s le ilumin¨® con una de sus arrancadas, en esta ocasi¨®n por el centro, al contagolpe, y envi¨® la pelota en primera instancia para que el holand¨¦s asistiese a Schweinsteiger despu¨¦s. El pulm¨®n alem¨¢n no perdon¨®. Dispar¨® seco y el bal¨®n bes¨® la red tras tocar en un zaguero.

Asfixiado, parapetado en su ¨¢rea, no perdi¨® la compostura el Valencia, que estir¨® sus l¨ªneas e hizo un amago de desperezarse en los compases iniciales del segundo periodo que qued¨® en eso, en una simple intentona. El Bayern baj¨® un pist¨®n el ritmo, pero segu¨ªa dictando el tempo del choque. Reclam¨® adem¨¢s un derribo en el ¨¢rea de Kroos, que forz¨® la ca¨ªda y se llev¨® solo la reprimenda arbitral. Intent¨® redimirse acto seguido con un soberbio zurdazo que repeli¨® Alves, muy est¨¦tico en el vuelo.

Se adue?¨® el Valencia poco a poco de la pelota, aunque sin excesiva profundidad. Fue Feghouli, en una acci¨®n aislada en la que le rob¨® la cartera a un zaguero, quien intimid¨® a su contrincante. Sin embargo, se top¨® con la extensa silueta de Neuer, h¨¢bil para tapar el hueco y desviar a tiempo. Mene¨® entonces su banquillo Heynckes, que relev¨® a Javi Mart¨ªnez e introdujo a Luiz Gustavo en busca de mayor frescura. Se enfang¨® el duelo y, entre pierna y pierna, entradas a ras de c¨¦sped y disputas permanentes, emergi¨® Kroos. Ahora s¨ª, conect¨® un derechazo letal, inalcanzable para Alves. El Valencia, contest¨®n, no inclin¨® la rodilla y recort¨® distancias gracias a un testarazo de Valdez, buen conocedor de la Bundesliga tras su etapa en el Werder Bremen. Acert¨® tambi¨¦n Alves, que detuvo un penalti a Mandzukic. La insurgencia, sin embargo, fue tard¨ªa. El Allianz comenz¨® el curso europeo con una sonrisa.