¡°Cuanto m¨¢s arriba llegas, peor te tratan¡±

Con los ojos brillantes de la fiebre, pero sonriente, Mireia Belmonte dio su versi¨®n sobre la pol¨¦mica surgida con el CN Sabadell y su no renovaci¨®n con el club en un acto publicitario en Madrid. Una multitud de periodistas se congreg¨® alrededor de la doble medallista ol¨ªmpica para despejar la gran inc¨®gnita de la controversia: ?Por qu¨¦ el club catal¨¢n no quiso renovar a la mejor nadadora espa?ola del momento?

La falta de acuerdo entre las partes radicaba en una subida de sueldo que Belmonte pidi¨® al club despu¨¦s de lograr dos platas, en los 200m mariposa y en los 800m libre, en las cinco pruebas en las que compiti¨® en Londres. Mireia quiso desmentir que pidi¨® al club ¡°una burrada de dinero¡± para renovar el acuerdo. ¡°El club me dijo estaba pasando por una mala situaci¨®n econ¨®mica como todo el pa¨ªs¡±, cuenta la nadadora; ¡°yo acept¨¦ cobrar lo mismo que el a?o pasado y quedaron cuatro o cinco cositas m¨¢s que son importantes para el rendimiento, pero no eran tampoco demasiado importantes en el aspecto econ¨®mico¡±. Pese a su mostrar su conformidad a seguir cobrando 2.200 euros al mes, el club dijo no. Y se lo comunic¨® por correo electr¨®nico, la misma v¨ªa de contacto utilizada en todo el proceso de negociaci¨®n, que empez¨® hace dos semanas con un encuentro entre el presidente del CN Sabadell, Miquel Torres, Mireia y Jos¨¦, su padre.

Ese encuentro afect¨® a la relaci¨®n entre Torres y los Belmonte y se hizo visible en una cena homenaje organizada por el club en honor a sus deportistas ol¨ªmpicos y paral¨ªmpicos. La nadadora lleg¨® tarde con sus padres porque su padre "sali¨® tarde de trabajar¡± y no se qued¨® a cenar porque ten¨ªa que ¡°madrugar al d¨ªa siguiente¡±. Ella quiso zanjar el asunto con rotundidad: ¡°Mi intenci¨®n no fue en ning¨²n momento hacerle un feo al club, no lo hice con ninguna maldad, de verdad¡±.

Sobre mi futuro a¨²n no s¨¦ nada, hay que pensar mucho cuando tomas una decisi¨®n de este tipo"

Belmonte asegura que est¨¢ perpleja. ¡°Antes ten¨ªa esperanza de seguir con el club. Es duro que despu¨¦s de cuatro a?os aqu¨ª te respondan con un mail de manera tan tajante y fr¨ªa¡±, confia. Lo dice tranquila, sin mostrarse ni indignada, ni preocupada. Quiz¨¢s es la fiebre y el catarro que la superan. Tampoco quiere hablar de futuro, no sabe ad¨®nde va a ir, no confirma ni desmiente los rumores que apuntan a contactos con clubes de Brasil y de Estados Unidos y tampoco aclara si va a seguir con Fred Vergnoux, su entrenador: ¡°Sobre mi futuro a¨²n no s¨¦ nada, hay que pensar mucho cuando tomas una decisi¨®n de este tipo, los pros y los contras y la repercusi¨®n que va a tener. A¨²n no he podido hacerlo porque f¨ªsicamente estoy agotada de la fiebre y necesito tranquilidad para decidir mi futuro¡±.

Pero el tema econ¨®mico vuelve a aparecer en sus respuestas cuando reflexiona sobre lo asombroso que resulta desde fuera que un club no quiera renovar a una medallista ol¨ªmpica que acepta cobrar lo mismo que cuando no ten¨ªa los metales. Entre resignada y perpleja contesta: ¡°Parece que cuanto m¨¢s arriba llegues en el deporte, peor te van a tratar. Cre¨ªa que me merec¨ªa una subida de sueldo por mis buenos resultados. Tampoco pensaba que ese incremento supon¨ªa que un gran esfuerzo, porque no ped¨ªa cantidades millonarias. Pero el club no lo ha aceptado¡±.

Tras la negativa del que hasta el momento era su club, Belmonte se encuentra sin ficha y sin equipo, por lo que no puede competir en el Mundial de nataci¨®n que se celebrar¨¢ en Barcelona el a?o que viene. Segura de s¨ª misma y respaldada por su palmar¨¦s, zanja la cuesti¨®n con un ¡°esperemos que todo se solucione y pueda encontrar la opci¨®n m¨¢s correcta¡±