Las siete vidas de Zubikarai
El portero de la Real, que juega hoy el cl¨¢sico vasco, ha superado una noria de adversidades
Poco se imaginaba E?aut Zubikarai (Ondarroa, Bizkaia; 1984) que aquella lesi¨®n de hombro que sufri¨® cuando era juvenil, que le mand¨® al quir¨®fano aunque parec¨ªa un accidente sin importancia, le iba a perseguir toda su vida deportiva. El hombro es una pieza fr¨¢gil en los porteros. En su caso, fue el izquierdo el que le persigui¨®, tenaz y soberbio, hasta el punto de hacerle pensar en dejar el f¨²tbol. M¨¢s a¨²n cuando, ya en la Real B (entonces, Sanse), volvi¨® a sufrir el mismo accidente y volvi¨® a visitar el mismo quir¨®fano. Un a?o en blanco cuando apenas su carrera despegaba. Su enorme corpach¨®n, que transmite una fortaleza inusitada (se cuentan varias andanzas en Zubieta sobre el poder de sus brazos), ten¨ªa, como Aquiles, un punto flaco: en vez del tal¨®n, el hombro, que, una vez recuperado de su segunda operaci¨®n, volvi¨® a da?arse en los entrenamientos aunque no requiriese bistur¨ª.
La lesi¨®n de hombro que sufri¨® siendo juvenil se le reprodujo tres veces
La vida le dec¨ªa a E?aut que su andadura deportiva no iba a ser f¨¢cil. La personal, tampoco. Su padre fue condenado a 30 a?os en la c¨¢rcel de Fontcalent tras ser detenido y juzgado por su colaboraci¨®n con el comando Eibar, que asesino a dos guardias civiles en Gernika. Su madre tambi¨¦n fue detenida, pero finalmente no encarcelada. Una circunstancia que marca una vida, sobre todo si se tienen cinco a?os cuando todo ocurre en el seno familiar. E?aut, sin embargo, sigui¨® en la Real y fue el portero titular en el final de la Liga que devolvi¨® al club a la Primera Divisi¨®n. Los compromisos de Claudio Bravo con la selecci¨®n de Chile en la fase clasificatoria para el Mundial le facilitaron el acceso a la porter¨ªa a la que parec¨ªa destinado cuando la Real, agobiada econ¨®micamente, pretend¨ªa vender a Bravo (se habl¨® incluso del inter¨¦s del Barcelona) y Riesgo, su suplente, que acab¨® march¨¢ndose.
Sin embargo, Zubikarai es casi un debutante en la Primera Divisi¨®n a su 28 a?os. Solo ha disputado un partido de la Liga y otro de la Copa del Rey. En el torneo del KO tuvo la desgracia de disputar el encuentro de vuelta contra el Mallorca, la pasada temporada, cuando el equipo balear volte¨® un 2-0 en contra, en Son Moix, con tres goles en siete minutos. Para hundir a cualquiera. En la Liga jug¨® contra el Betis en la pasada campa?a.
Ahora resulta que otro punto d¨¦bil de los porteros ha dejado a Claudio Bravo, su muro de choque, en la estacada para quiz¨¢s dos o tres meses: la mu?eca. ¡°Si est¨¢ en la Real, es que vale¡±, dijo Arconada de E?aut. ¡°Es muy bueno en el uno contra uno. Y muy ¨¢gil¡±, recitan en Zubieta.
A los cinco a?os se encontr¨® con su padre en la c¨¢rcel y su madre detenida
Lo cierto es que tiene ante s¨ª el reto m¨¢s importante de su carrera: ya no suplir a Bravo, sino hacerlo en un cl¨¢sico contra el Athletic con muy poquita experiencia a su espalda. ¡°No estoy para relajarme porque no tengo oportunidades todos los d¨ªas¡±, dice ¨¦l, consciente de que quiz¨¢s sea el portero titular de la Real durante unos meses, el que parec¨ªa que iba a ser y que el hombro izquierdo frustr¨®, un vizca¨ªno de Ond¨¢rroa, como su compa?ero ??igo Mart¨ªnez, el de los goles de medio campo, aunque su equipo original, el Aurrera, siempre ha mirado m¨¢s a Gipuzkoa que a Bizkaia por razones fronterizas.
El duelo de hoy en Anoeta ser¨¢ su siguiente prueba de fuego. El ni?o que se cri¨® con el padre en la c¨¢rcel, que se hizo portero con el hombro izquierdo m¨¢s pele¨®n del mundo, que apunta poca estad¨ªstica en su bloc, defiende la porter¨ªa en un partido singular. Tiene siete vidas. Como un gato. Admira a Casillas, pero cree en s¨ª mismo.
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