Lanzador de faltas, rematador de c¨®rners
Casado creci¨® en el Rayo y fue fichado para el Madrid C, pero siempre jug¨® en el Castilla
Tiene un aire a Nuri Sahin. Pero mide mucho m¨¢s (1,84 metros) y es defensa, lateral izquierdo. Una posici¨®n que, se quejan todos los t¨¦cnicos de las categor¨ªas inferiores del Madrid, no tiene mucho vivero. De hecho, Jorge Casado, de 23 a?os, aterriz¨® en Valdebebas para jugar en el C (2010), pero, cuando le vieron en la pretemporada, se lo quedaron para el filial.
A la ciudad deportiva del Rayo sigue acudiendo Casado de vez en cuando para ver a sus compa?eros y antiguos t¨¦cnicos. Muchos recuerdan el d¨ªa que apareci¨® all¨ª por sorpresa. ¡°Vino a pedirnos disculpas¡ Pocos d¨ªas antes hab¨ªamos jugado con el Rayo en Valdebebas y el Castilla nos gan¨® por 3-1. Marc¨® uno de los goles y lo celebr¨® como si hubiese ganado la Champions. A muchos de sus excompa?eros les sent¨® mal. Le debi¨® de llegar ese malestar y vino a disculparse¡±, cuenta Jos¨¦ Manuel Jimeno, que le entren¨® en Vallecas.
Estaba amedrentado nada m¨¢s llegar. El club se me hizo un poco grande. Toril es el que me ha dado confianza" Casado, lateral del Castilla
Casado ingres¨® en las categor¨ªas inferiores del Rayo cuando era un cr¨ªo. Empez¨® con los alevines y termin¨® en el filial. A las ordenes de Jos¨¦ Ram¨®n Sandoval, subi¨® a Segunda B con el Rayo B. Se march¨® justamente despu¨¦s. ¡°Tiene un golpeo del bal¨®n fant¨¢stico y una gran facilidad para centrar. Ha aprendido a defender. Antes era casi mejor atacante que defensa¡±, le define Jimeno. Zurdo puro (¡°tengo esa suerte: no hay muchos laterales izquierdos zurdos en el mundo¡±, dice), tiene 23 a?os, estudia Magisterio, en el futuro se ve trabajando con ni?os y sostiene que ¡°el saber no ocupa lugar¡±. Su crecimiento en el Castilla ha sido impulsado por Alberto Toril, quien se hizo cargo del equipo seis meses despu¨¦s de que el lateral fichara por los blancos. ¡°Estaba amedrentado nada m¨¢s llegar. El club se me hizo un poco grande. Toril es el que me ha dado confianza y libertad para ser el que era en el Rayo¡±, ha confesado Casado. Libertad para lanzar las faltas y subir a rematar los saques de esquina.
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