El Manchester City vuelve a estremecerse
El equipo de Mancini, que ya qued¨® apeado en la primera fase en el curso anterior, pierde ante el Ajax y es ¨²ltimo de su grupo ¡ñ El Arsenal, sin remate ni gol, cae con el Schalke
Demasiado apocado, definici¨®n real e impropia para el equipo m¨¢s caro del mundo, el Manchester City se plant¨® en el ?msterdam Arena con la zaga abrochada, con la ¨²nica intenci¨®n de exprimir el contragolpe, las carreras de Ag¨¹ero y los punteos de Dzeko. Bandera del t¨¦cnico Mancini, gen¨¦ticamente defensivo; idea chirriante para unos futbolistas que dominan el bal¨®n con los ojos cerrados; estrategia fallida que se convirti¨® en todo un quebradero de cabeza para los citizens, a un paso de quedar descabalgados de la Champions. Nada nuevo para el equipo, que ya qued¨® apeado el a?o anterior a las primeras de cambio, todo un rid¨ªculo que aseguraron no volver¨ªan a cometer porque se comprendi¨® que se pagaba la inexperiencia, la biso?ez europea. Pero el Ajax le destroz¨® a base de f¨²tbol (3-1). Todo un batacazo de dif¨ªcil soluci¨®n para el City, ¨²ltimo de su grupo y con tres duelos de alto copete (Madrid, Dortmund y de nuevo Ajax) para jugarse las habichuelas.
AJAX, 3 - MANCHESTER CITY, 1
Ajax: Vermeer; Alderweireld, Mosainder, Blind, Van Rhijn; Poulsen, Eriksen, De Jong, Sch?ne (Boerrigter, m. 89); Sana (Enoh, m. 76), Babel. No utilizados: Cillessen; Veltman, Dijks, Sulejmani y Fischer.
Manchester City: Hart; Richards, Kompany, Lescott (Kolarov, m. 63), Clichy; Milner (Balotelli,m . 78), Barry (T¨¦vez, m. 71), Nasri, Tour¨¦; Ag¨¹ero y Dzeko. No utilizados: Pantilimon; Nastasic, Evans y Sinclair.
Goles: 0-1. M. 22. Nasri. 1-1. M. 45. De Jong. 2-1. M. 58. Moisander. 3-1. M. 68. Eriksen.
?rbitro: Svein Oddvar. Amonest¨® a Blind, Tour¨¦ y Kolarov.
?msterdam Arena. 50.000 espectadores.
Acuciado por las necesidades y las urgencias, el Ajax ¨Cno contaba con punto alguno- decidi¨® desligarse de sus ataduras y plante¨® el duelo a la grande, con la posesi¨®n como estandarte, con la intenci¨®n de subrayar al ingenioso Eriksen en la construcci¨®n y en el remate. Hizo, al fin y en contra de reiterativas acusaciones que le sit¨²an como un jugador burbuja [que apunta mucho pero nunca explota], un partido magn¨ªfico, aduana para todo el ataque holand¨¦s. Distribuy¨® con equidad para los costados (donde se pronunci¨® Alderweireld por la derecha haciendo olvidar a Van der Wiel) y lleg¨® puntual al remate en el balc¨®n del ¨¢rea. Suyas fueron las dos primeras advertencias, est¨¦riles porque no enfocaron la porter¨ªa. Pero s¨ª que explot¨® Alderweireld en una carrera y puso el centro al punto de penalti, donde apareci¨® De Jong para soltar un zambombazo seco, abajo, a gol. Era el empate; fue el City el que golpe¨® primero en un contragolpe tan aislado como estupendamente ejecutado, manual del ataque veloz de lado a lado hasta la red. Milner arranc¨® desde la derecha para conectar con Dzeko al tiempo que El Kun arrastraba a su defensa para generar un hueco precioso para Nasri, que entr¨® por el ala opuesta y defini¨® al palo contrario. Un oasis citizen; un susto escaso para el Ajax, que tras el tanto de De Jong repiti¨® suerte en un saque de esquina botado por Eriksen y rematado por Moisander. Y como era la noche de Eriksen, el mediapunta recibi¨® en la zona caliente, se perfil¨® para el disparo y el bal¨®n, antojadizo, golpe¨® en Clichy antes de descolocar a Hart y reposar en la red. Triunfo del Ajax, que se mete en la pugna; varapalo del City, que tir¨® de delanteros al final del duelo (dando cabida a T¨¦vez y Balotelli), que se estremece de nuevo en Europa.
Traspi¨¦ del Arsenal
Tambi¨¦n tirita, aunque en menor medida, el Arsenal. Sobre todo porque destila una partitura de lo m¨¢s sugerente, con un f¨²tbol magn¨¦tico, solo estropeada porque hay porter¨ªas a ambos lados, porque no tiene ni remate ni gol.
Eso le pesa sobremanera en la Premier (perdido en el ecuador de la tabla) y le estrope¨® un ¨¢pice su actual recorrido europeo, todav¨ªa segundo de su grupo porque el Montpellier no da pie con bola, como certific¨® en su derrota ante el Olympiacos (1-2), que se estren¨® en el casillero de puntos.
Buen ejemplo de la deficiencia goleadora del Arsenal es el duelo ante el Schalke (0-2). Entiende Wenger que la propuesta del falso 9 -ahora que se le ha ido el Carpanta Van Persie al Mufc-, se ajusta a su equipo, con Cazorla de delantero mentiroso, con Gervinho y Podolski a los costados, con los arietes Giroud y Chamakh en el banquillo. Posee entonces el Arsenal buen pie para conjugar el cuero, pero se pierde en el ¨¢rea rival, sobre todo porque Cazorla act¨²a como croupier y los extremos act¨²an como tales, bien profundos y sin diagonales, surtiendo de centros al vac¨ªo porque la segunda l¨ªnea apenas se desmelena. Se echan en falta las irrupciones y conducciones de Wilshere, ya recuperado pero sin ritmo de competici¨®n.
ARSENAL, 0 ¨C SCHALKE, 2
Arsenal: Manone; Jenkinson (Gnabry, m. 83), Mertesacker, Vermaelen, Andr¨¦ Santos; Coquelin, Arteta, Ramsey; Podolski (Arshavin, m. 83), Cazorla y Gervinho (Giroud, m. 75). No utilizados: Shea; Koscielny, Djourou y Chamakh.
Schalke: Unnerstall; Uchida, Matip, Howedes, Fuchs; H?ger (Jones, m. 46), Neustadter; Farfan, Holtby (Barnetta, m. 65), Afellay; y Huntelaar (Marica, m. 88). No utilizados: Hildebrand, Moritz, Draxler, Kosalinic.
Goles: 0-1. M. 76. Huntelaar. 0-2. M. 86. Afellay.
?rbitro: Jonas Eriksson (Sue). Amonest¨® a Vermaelen, Arteta, Ramsey, Gervinho, H?ger y Afellay.
Emirates Stadium. 60.000 espectadores.
La posesi¨®n del Arsenal, de todas formas, alcanz¨® para desnaturalizar al Schalke en el primer acto, que no en el segundo. El equipo germano, persistente y eficaz, encerr¨® a los gunners con balones directos, con carreras por los lados, con remates ocasionales. Y Huntelaar, que no entiende de otra cosa que no sea tener la porter¨ªa rival en el entrecejo, acert¨® para resolver un pase interior, para descomponer al Arsenal. Afellay, de dulce porque ya le marc¨® al Dortmund la jornada anterior, repiti¨® suerte en una contra.
Sudores fr¨ªos del Zenit
En el grupo del M¨¢laga, el Zenit explic¨® que la desorbitada inversi¨®n veraniega ¨C95 millones- no se corresponde con su f¨²tbol, sin ritmo, sin ingenio, sin remates ni nada de nada, m¨¢s all¨¢ de las hom¨¦ricas intentonas de Hulk de recorrer 50 metros con el bal¨®n atado a la bota izquierda, deshilachado a la que se topaba con el segundo o tercer rival. Es el Zenit de Spalletti ¨Cya puesto en entredicho por la grada y la directiva- un proyecto tan multimillonario en los despachos como zancadilleado en las canchas, sobre todo porque su futuro pareci¨® durante buen rato ensombrecido, solo discutido al final por Kerzhakov desde el punto de penalti (1-0 ante el Anderlecht).
Ten¨ªa frente al equipo belga la ocasi¨®n dorada de reivindicarse, un grupo con escasas gotas de talento, m¨¢s all¨¢ de la visi¨®n panor¨¢mica del prometedor Praet (18 a?os), los latigazos de Jovanovic y el desempe?o f¨ªsico de Kanu. Pero el Zenit no carbur¨®, ahogado en la torrencial lluvia que empapaba el estadio Petrovski, descolocado por los sucesivos cambios posicionales que exigi¨® Spalletti sin resultado alguno. Hasta que Shirokov, pillo, sac¨® r¨¢pido una falta y Anyukov fue derribado en el ¨¢rea cuando iba a ejecutar el remate. Penalti que avala por el momento el dispendio planetario del Zenit, carrerilla de Kerzhakov y gol. Una luz para el equipo ruso; un mundo por mejorar.
Ibrahimovic no perdona
Menos problemas tuvo el PSG, proyecto multimillonario que coge color a medida que pasa la temporada, l¨ªder en la Ligue 1 y bien posicionado para superar esta fase europea. Frente al Dinamo de Zagreb le vali¨® la punter¨ªa de Ibrahimovic, que acumula 12 goles en 13 encuentros, que remat¨® un centro de Menez. Y fue el propio Menez, en un quiebro en el v¨¦rtice del ¨¢rea chica, el que resolvi¨® el duelo, el que marc¨® el segundo.
Sigue, en cualquier caso, a la estela del Oporto, que fragu¨® un encuentro bien emocionante ante el Dinamo de Kiev (3-2), con un soberbio tanto de Varela que se col¨® por la escuadra, y otras dos dianas de Jakson Mart¨ªnez que bien valieron el liderato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.